“Un hermoso día en que el sol brilla en su esplendor y los pájaros trinan alegremente, Alejandrina decide salir al jardín de su casa para disfrutar del aroma de las flores y dar rienda suelta a su instinto infantil. De pronto Perfilito, vecino de Alejandrina, sale corriendo de su casa muy entusiasmado decidido a pasar con su abuelo, que es Edafólogo, un día de trabajo excepcional, no sin antes pasar por una serie de peripecias que vivirá junto con Alejandrina”.

 

Ven y descubre junto con nuestros personajes la importancia que tiene el saber cuidar los Suelos de Nuestra Nación para que nunca nos falten alimentos qué comer. Tú decides si quieres ser amigo de Alejandrina y Perfilito y ayudarlos en esta titánica tarea

 

 

Aquí, por España, cuando hablamos de divulgar la ciencia, raramente pensamos en los infantes. Tarea considerada menor, no suele ser valorada más que como una pérdida de tiempo por nuestras autoridades y comunidad de investigadores. Sinceramente no soy de la misma opinión. En muchos ámbitos del conocimiento, los maestros y profesores de primaria no se encuentran lo suficientemente instruidos como para realizar empresas de este tipo. Lamentablemente este es el caso de las ciencias del suelo. Concienciar a los chavales es tan importante como hacerlo con cualquier otro colectivo. Al fin y al cabo, si se divierten, muchos de ellos guardarán un recuerdo imborrable a lo largo de toda su vida. Por tanto, cuando se hable de suelos, abrirán sus oídos asociando lo que escuchen a aquellos momentos maravillosos que nunca volverán. Buen sustraía pues para que comienzan a valorar este recurso natural.

 

 

 

El otro día, manteniendo un intercambio de mails con Carlos Cruz del ONEGI (México), recibí pos sorpresa un mail, cuyo contenido es el que encabeza este post. Le comenté que en una bitácora cuyo propósito es divulgar la edafología, este material me parecía de gran interés. Los que sigáis más o menos asiduamente esta bitácora sabréis, que ya he editado algunos post acerca de la “enseñanza lúdica de la edafología (crucigramas, videos y una charla “on-line” sobre que consideramos como suelos en esta bitácora)” Y seguiré haciéndolo siempre que descubra material interesante o novedoso. Otro día os hablaré de los puzzles, así como de los calendarios.

 

Seguidamente le pregunté a Carlos si podía editar el material y quien era el autor(a) o autores de esta obra teatral. Él me envió seguidamente este correo electrónico.  

 

 

«Fue mi amiga la MC Laura Bertha Reyes, Secretaria General de la Sociedad Latinoamericana de la Ciencia del Suelo, quien primero realizó el guión de teatro sobre Perfilito: Un chico con suerte. Después conectamos a Lula Delgado, responsable del grupo infantil «Lotería teatro» quien eficientemente materializó junto con sus alumnos la idea de la obra. Fue muy fácil haber gestionado el acercamiento de estas dos grandes maestras».

Carlos Cruz. INEGI, México.

 

Así pues, agradezco a los tres impulsores de esta idea una iniciativa tan especial y hermosa. Cuando un profesional ama su profesión, no debería “hacerle ascos” a tales empresas, sino todo lo contrario. Empero en España, lo que no sea publicar en revistas indexadas, lo despreciamos como “actividades” que deberían realizar los más inútiles de nuestros compañeros. Lamentable forma de contemplar nuestro trabajo. El que la Secretaria General de la Sociedad Latinoamericana de la Ciencia del Suelo realice tal esfuerzo, a algunos les resultará irrelevante. Sin embargo a mí se me cae la cara de vergüenza. ¿No estamos en el Año de la Ciencia? ¿No nos demanda el gobierno y la UE que la divulguemos? ¿No se han ofrecido proyectos comunitarios y estatales para tal fin?. ¿Cuántos proyectos hemos pedido sobre el tema? Si seguimos pensando en que la docencia que nos concierne se restringe a los cursos universitarios nos equivocamos de plano. Como ya he comentado con antelación, la formación debería comenzar mostrando a las criaturas que el suelo es mucho más que lo que se pisa, que su valor es incalculable, que sin él la vida sobre la tierra emergida sería totalmente diferente, que dependemos de su conservación para alimentarnos, etc. Pero no es así. Al menos en España somos cortos de vista hasta niveles deplorables.

 

En consecuencia, aplaudo esta iniciativa, y agradezco el esfuerzo a sus promotores, a la espera de que algún día en este país los edafólogos no solo pensemos en nuestra promoción profesional o en la docencia universitaria. Lamentablemente, Dios no me ha dado hijos. Pero de no haber sido así, hubiera intentado inculcarles el aprecio por los suelos. Cuentos, juguetes, actividades escolares y, como no obras de teatro, son indispensables para tales fines. En este sentido, ¡todo vale! No me extraña que la mayor parte de las visitas que se realizan a los post más divulgativos de esta bitácora procedan de Latinoamérica. Ellos no se han olvidado de la formación de las futuras generaciones, nosotros sí.  El tiempo nos pasará factura por tal miopía colectiva. Ni aun con financiación somos capaces de ponernos a la altura de los chavales. Reflexionemos: hay tiempo para todo cuando uno lo considera importante y está dispuesto a participar.

 

Juan José Ibáñez 

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2 comentarios

  1. Bravo Carlos, no te conocia esas cualidades, pero que bueno que la educastración, ni el trabajo burocrático, no acabaron con tu creatividad. Estoy preparando algo especial para el congreso.

  2. Por fin oigo que hablan del suelo con claridad y de manera divertida. yo asistí al evento de presentación, feilcidades a las maestras.

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