La Neumonía por Tularemia: Epidemiología Humana y Megafauna del Suelo

Dicen que ¡a perro flaco todo son pulgas! El Homo Globaliciensis está alterando tanto el medio ambiente que comienzan a ocurrir procesos que se me antojan insólitos. Es como poner parches en una rueda de bicicleta (de las de antaño) pinchada: tras pegar el parche e inflarla luego con el bombín, no tardaba mucho en escaparse el aire por otro lado. Hoy, el Boletín de Noticias mi+d, reproducía una noticia del Mundo Digital cuya cabecera decía: “Alerta Sanitaria y Ecológica ante la Plaga de Topillos en Castilla y León”. ¿Y que tiene que ver este tema con los suelos y la Salud. Pues resulta que mucho. Veamos como al final hay que intervenir en el manejo  de los suelos con vistas a salvaguardar la salud humana y evitar ciertas epidemias. 

 

 

Microtas arvalis  y la Tularemia

Producida por Francisella o Pasteurella tularensis

 

Realmente, la noticia me ha sorprendido mucho, casi tanto como la torpe gestión de la administración implicada, cuyas medidas no hicieron más que agravar el problema y perturbar el medio ambiente. Iremos entresacando los párrafos más interesantes y explicándolos desde el punto de vista de un edafólogo. Vamos a ver:

 

 

 

La madriguera del Topillo

 

La plaga masiva de topillos que está padeciendo Castilla y León ha desatado una fuerte polémica en la región. Mientras muchos agricultores afectados piden el uso masivo de venenos para su exterminio, destacados científicos y ecologistas desaconsejan el uso masivo de raticidas por los efectos adversos que podría tener sobre la salud y la fauna silvestre (…).

 

Ésta fue la causa por la que el Gobierno regional decidió dejar de aplicar veneno. «Estamos ante un pico muy importante de explosión demográfica de los topillos. Pero todas las poblaciones cíclicas terminan bajando. Con ésta pasará lo mismo» (…)


(…) asegura que no estamos ante la única explosión poblacional del Microtus arvalis, un roedor autóctono, que hasta hace dos décadas mantenía su hábitat en los prados de altitudes medias y altas de los Pirineos, Picos de Europa y Cordillera Central. «Desde finales de los 80 viene conquistando la meseta norte»,


«No sabemos con total precisión el porqué, pero casi podemos asegurar que el cambio agrícola de la estepa cerealista de secano hacia cultivos de regadío, les ha facilitado la expansión». La apertura de canales de riego, el frescor de los cultivos, las cunetas abiertas con tanta actividad agrícola -donde excavan las madriguerasy el menor laboreo del suelo, unido a un año atípico sin heladas y copiosas lluvias primaverales, «pueden estar detrás del pico poblacional actual»

 

Uno de los efectos más drásticos e inmediatos de la puesta en regadío de los suelos consiste en que obviamente alteran profundamente sus regimenes de humedad y temperatura. En consecuencia, y con independencia de otros factores (abonos, pesticidas, prácticas agrícolas concretas, etc.). se altera el clima de los perfiles edáficos. Siempre pensamos en los organismos más pequeños del suelo. Sin embargo, también habitan total o parcialmente en él diversos vertebrados, que generalmente son “bioturbadores”, es decir, alteran la organización de los horizontes generados por la edafogénesis, devolviendo a la superficie parte de los materiales que se encuentran en profundidad. En otras palabras, rejuvenecen el perfil del suelo, proceso al que denominamos haploidización, como ya hablamos en un post sobre el impacto de las raíces de los árboles en los suelos forestales. Tal mecanismo, a su vez tiene impactos sobre el ambiente edáfico y la circulación del agua. Si como dice el experto consultado, estos topillos que vivían bajo ecosistemas con suelos más húmedos y encuentran un corredor natural o artificial para expandir sus fronteras biogeográficas, lo harán sin duda alguna. No hacen falta grandes cambios climáticos, pero recordemos que el riego de millones de hectáreas por todo el planeta han constituido un cambio global para la edafosfera mundial. Sin embargo, como nadie considera este recurso natural, a pesar de la gran biodiversidad y biomasa que alberga, se han pasado usualmente por alto multitud de procesos de gran interés para la biosfera y salud humana. Recordemos que se está alterando el edafoclima, pero no hacia la aridez, sino todo lo contrario. Sigamos pues con la noticia.


No obstante, Luque se muestra sorprendido por la duración del suceso desde que fue detectado en otoño. «Aquellas primeras poblaciones de Tierra de Campos ya están remitiendo, como anunciamos. Pero han surgido núcleos nuevos asincrónicos, que se reproducen en ondas viajantes como ocurre en el Reino Unido» declara.


La noticia, al mentar el Reino Unido, da a entender que no se trata de un proceso no descrito, aunque a falta de más información nos quedamos con la duda.

 

Sea como sea, la plaga de topillos es causa de alarma de la población -entre la que se han producido una veintena de casos de tularemia-, que se enfrenta en algunos sitios a densidades de hasta 1.300 individuos por hectárea. En condiciones óptimas como las actuales, las hembras pueden parir cada mes cuatro crías. A los 30 días ya son fértiles. Y así hasta miles de ejemplares cada temporada.


1.300 individuos por hectárea son muchos. Altas densidades implican una bioturbación muy elevada, lo cual pone en contacto mucha superficie del suelo y las aguas que lo riegan con este topillo (y sus parásitos), que resulta ser un hospedador de la bacteria altamente infecciosa que causa la enfermedad, que incluso puede llegar a producir la muerte del ser humano afectado, si no es atendido debidamente (síntomas semejantes a los de una gripe o neumonía atípica entre otros).  Tal miroorganismo aparece fecuentemente en las páginas Web sobre bioterrorismo. Obviamente, a cuanta mayores densidades de topillos, mayores riesgos de contraer la enfermedad por contacto con el agua, suelo, picaduras de artrópodos y “alimentos”. Desconozco la ecología de tal bacteria, por lo que esperemos que desde la bitácora “La Salud del Pública y Algo Más” amplíen estos aspectos epidemiológicos, que son de sumo interés.

 

 

 

Efectos externos de la tulameria

 

Ante la plaga, las asociaciones agrarias reclaman el uso masivo de veneno, como se hizo en primavera en Palencia. Unas 20.000 hectáreas fueron tratadas con clorofacinona, un anticoagulante que pronto tuvo resultados mortales en otros roedores silvestres (liebres y conejos) y palomas. También aparecieron cadáveres de otras especies.


Un informe de la Universidad de León del 19 de marzo alertó del peligro para la salud si se consumían esos animales. Esto, unido a la denuncia de siete asociaciones ecologistas, llevó a las autoridades a dejar de esparcir veneno. «Los análisis demostraron que las palomas tenían el buche lleno de veneno, y sin embargo, los topillos no presentaban hemorragias», señaló el veterinario del Instituto de Recursos Cinegéticos de la Universidad de Castilla-La Mancha, Rafael Mateo. «Dudamos de la eficacia de la clorofacinona tal como se ha aplicado», añadió. «Apoyamos medidas de laboreo y arado en profundidad. Y creemos que no se debe usar el veneno masivamente», señala Fernando Jubete, de Global Nature.

 

Total que, según podemos leer, el raticida o plaguicida que decidieron aplicar contaminó los suelos, el agua y la cadena alimentaria, pero no afectó al topillo hospedador de la infección (vía contacto directo, o a traves de garrapatas e insectos varios). ¡desastre total!. ¡Más madera!. Empero el experto recomienda el arado profundo. ¿Porqué? Simplemente debido a que alcanzaría las madrigueras destruyéndolas y de paso una buena parte de la población de estos animales. Aunque la noticia no aporta información al respecto, es muy posible que se tratara de una agricultura sin laboreo, orgánica o con laboreo mínimo, por lo que no se afectaba a las moradas de este pequeño vertebrado. Sin saber nada del tema, me atrevo a pensar en voz alta que el riego frecuente por inundación o «a manta» (este año tenemos agua), anegaría las madrigueras ahogando a las proles y obligando a emigrar a los adultos. Del mismo modo, cortar el riego durante largo tiempo podría alterar el hábitat húmedo que “parecen requerir sus habitáculos, empero la cosecha se perdería si no se ha recolectado previamente ( aunque desconozco el tipo de plantas a cosechar, por lo ue es una mera conjetura). En cualquier caso, el experto ya apunta al manejo del suelo como la mejor manera de acabar con la plaga.   


La plaga masiva de topillos que está padeciendo Castilla y León ha desatado una fuerte polémica en la región. Mientras muchos agricultores afectados piden el uso masivo de venenos para su exterminio, destacados científicos y ecologistas desaconsejan el uso masivo de raticidas por los efectos adversos que podría tener sobre la salud y la fauna silvestre.

 

Lamentablemente, los agricultores desean medidas a las “las bravas”, sin sopesar sus consecuencias: ¿alguien les ha informado debidamente? ¿No se dan cuenta que tal iniciativa afectaría gravemente a la contaminación del suelo y las aguas subterránea, así como a la fauna silvestre y especialmente a la biota edáfica que descompone los residuos organicos?.


 Ésta fue la causa por la que el Gobierno regional decidió dejar de aplicar veneno. «Estamos ante un pico muy importante de explosión demográfica de los topillos. Pero todas las poblaciones cíclicas terminan bajando. Con ésta pasará lo mismo» (…)

 

Capón para el organismo autonómico cometerte. Uno debe pensar que cedieron rápidamente al clamor popular sin la menor reflexión y luego se pusieron a pensar. El manejo del suelo, o del sistema suelo-planta, habría funcionado en su momento y aun puede hacerlo. Estamos hablando de un problema que no ha surgido de la nada. Por tanto, si a las primeras manifestaciones (hace años) se hubiera arado en profundidad, o quizás regado a manta, de disponer de la infraestructura adecuada en las zonas afectadas (…), otro gallo hubiera cantado. Empero no se consulta a los edafólogos y así les va. Del mismo modo, conocer el corredor o corredores naturales por donde las ardillas salieron de su hábitat natural se me antoja imperativo, con vistas a atajar la plaga. Pero al perecer, a todos les gusta más lo inmediato, aunque a la larga sea más perjudicial y ¡venenoso!. Pudiera ser que otras técnicas fitopatológicas como el “solarizado” (cubrir el suelo de plástico para aumentar sus temperaturas) fueran viables, empero es un tema nuevo para mi, por lo que difícilmente puedo ofrecer sugerencias con conocimiento de causa, al margen de las que he mentado.

 

Más Información sobre la Turalemia puede encontrase tanto aquí, como en algunas relacionadas con bioterrorismo (aquí).

 

Lo dicho, aunque no lo veamos, transformar la edafosfera como lo estamos haciendo acarreará serios problemas a la salud pública. Del mismo modo, la agricultura sin laboreo o la orgánica, como podemos observar también pueden generar serios problemas de salud, este es uno entre otros muchos.

 

 

Juan José Ibáñez

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2 comentarios

  1. Ciertamente me parece rasonal todo muchas veces uno tiene que tener mucho cuidado de todo lo que nos rodea, hay ciertas cosas que pueden producir enfermedad y de lo contrario me parece excelente tu trabajo que has realizado espero que sigas en ese ambito y logres tus objetivos en ayudad a prevenir y restaurar a la humanidad y de que entiendan lo que es el cuidado fisico y personal

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