Ciencia e Inducción (Curso Básico Sobre Filosofía y Sociología de la Ciencia)

Tras la breve introducción del post anterior, comenzaremos preguntándonos: ¿Qué hay de especial en la ciencia, si es que hay algo? ¿Cuál es este «método científico? que, según se afirma, conduce a resultados especialmente meritorios o fiables. Los autodenominados «científicos» en esos campos a menudo considerarán que siguen el método empírico de la física, que para ellos consiste en recopilar «hechos» mediante observaciones y  experimentaciones cuidadosas, para  posteriormente inferir, a partir de estas actividades, leyes y teorías de estos los hechos estudiados mediante alguna especie de procedimiento lógico. En este post, siguiendo la exposición de Chalmers (1984), examinaremos e intentaremos demoler una concepción la concepción ingenua como extendida de la ciencia. Se trata de la idea que tiene la mayor parte de la opinión pública lega, peto también muchos de los propios científicos. Como veremos en otros post, la filosofía de la ciencia actual ofrece alternativas mucho menos ingenuas, generalmente apeladas llamadas relativistas. Sin embargo, también la inducción, aun tras siglos de ser propuesta, atesora ciertos rasgos de interés.

 

 

 

Francis Bacon

Fuente: Wikipedia (Español)

Siempre he concebido que el pluralismo epistemológico resulta ser una aproximación saludable con vistas a la comprensión de la ciencia. A menudo, las discusiones bizantinas que se entablan entre los defensores de escuelas rivales terminan aportar más sobras que luces. Como en otros muchos aspectos de la vida, apreciar la riqueza y el conocimiento desde diferentes puntos de vista, enriquece más que afiliarse vehementemente a uno solo. Varias cabezas piensan mejor que una (¡ya se! ¡ya sé!, solo a veces; pero creo que este es el caso). En este sentido me considero un ecléctico filosófico, si bien hay querencias que te hacen sentirte más afín por unos posicionamientos que por otros.   

 

Sin embargo, en esta exposición trataremos de profundizar que tiene de errónea la concepción de una buena parte de los propios científicos, por cuanto muchos de ellos pregonan su apoyo a este método, mientras que la mayoría de los filósofos de la ciencia vivos consideran a la inducción como una perspectiva ingenua y obsoleta. Una característica de las modernas tendencias en las teorías que pretenden dar cuenta del método científico consiste en la creciente atención prestada a la historia de la ciencia. Para muchos filósofos de la ciencia, una de las embarazosas consecuencias de este hecho estriba en que la mayor parte de los episodios acaecidos a lo largo de la historia de la ciencia, no pueden explicarse tan solo apelando a la lógica. Entender y racionalizar la ciencia moderna, es decir la  que se produjo tras los descubrimientos de héroes tan legendarios como Galileo, Newton, Darwin o Einstein, no puede comprenderse mediante los modelos tan simplistas como los que ofrecen los filósofos defensores de la inducción.

 

A título personal, yo añadiría que la ofuscación de la mayoría de las controversias filosóficas en los descubrimientos de la física y de las matemáticas, no ha beneficiado a nadie. Se trata de las ciencias más duras, es decir formalizadas y maduras. Por lo general, en los restantes ámbitos del conocimiento científico (ciencias blandas), el avance científico se produce de forma bien distinta. Incluso la física y las matemáticas, en la actualidad, tampoco son reducibles a los modelos induccionistas. Empero tampoco merecen, ni deben, ser soslayados. 

 

Las modernas tendencias de la filosofía de la ciencia muestran palmariamente las dificultades profundamente arraigadas que están asociadas a la idea de que la ciencia se basa en un seguro fundamento adquirido gracias a la observación y a la experimentación, y a la idea de que hay cierto tipo de inferencias lógicas nos permiten derivar teorías científicas de forma fiable.

 

Efectivamente, no hay ningún método que nos permita probar que las teorías científicas son verdaderas ni siquiera probablemente verdaderas. Los intentos de llevar a cabo una reconstrucción lógica, simple y sencilla, del “método científico“ se enfrentan ante un reto insuperable: no hay tampoco ningún método que permita refutar de un modo concluyente las teorías científicas.

 

Una reacción habitual ante la constatación de que las teorías científicas no pueden ser probadas o refutadas de manera concluyente, así como de que las reconstrucciones de los filósofos clásicos tienen poco que ver con el modo de que en la práctica progresa la ciencia, consiste en renunciar completamente a la idea de que la ciencia es una actividad racional que actúa de acuerdo con un método, o unos métodos idiosincrásicos. Una reacción en cierto modo parecida ha llevado recientemente al filósofo anarquista Paul Feyerabend (1970, 1981) a escribir un libro titulado «Against method: Outline of an anarchistic theory of knowledg«. De acuerdo con la tesis más radical que se puede leer en los últimos escritos Feyerabend, la ciencia no posee rasgos especiales que la hagan intrínsecamente superior a otras ramas del conocimiento, tales como los antiguos mitos o el vudú.

 

El elevado respeto por la ciencia es considerado por Feyerabend como la religión moderna, que desempeña un papel similar al que desempeñó el cristianismo en Europa siglos atrás. Se insinúa que la elección entre distintas teorías se reduce a una elección determinada por los valores y deseos subjetivos de los individuos. Demasiado radical. Nosotros no pretendemos dar una explicación de la ciencia tan subjetivista o individualista, aunque como Chalmers (1984) aceptamos buena parte de la crítica contra el método de Feyerabend. Curiosamente este filósofa ha llegado a ser uno de los más respetados entre sus contemporáneos. Como con los induccionistas, hay algo en sus afirmaciones que también destila cierto conocimiento y sabiduría. No le resultó a nadie fácil debatir con el.

 

Así pues entre la inducción y el anarquismo de Feyerabend se presenta todo un continuo de opiniones que pueden fragmentarse en clases o categorías discretas apelando a las denominaciones dadas a cada escuela por sus partidarios. Obviamente, se han propuesto muy recientemente otras posiciones tan radicales como las de Pablo.  

 

La filosofía de la ciencia tiene su historia. Francis Bacon fue uno de los primeros que intentaron articular lo que es el método de la ciencia moderna. A principios del siglo XVII propuso que la finalidad de la ciencia es la mejora de la suerte del hombre en la tierra y, según él, esa finalidad se lograría recogiendo hechos a través de la observación organizada y derivando de ellos teorías. Desde entonces, unos han modificado y mejorado la teoría de Bacon, mientras que otros se han opuesto a ella con argumentos y vehemencia. Una explicación y un enfoque históricos de la evolución de la filosofía de la ciencia, en base al contexto sociológico de cada momento, supone adentrarse en la sociología de la ciencia. Por ejemplo, sería muy interesante investigar y explicar el surgimiento del positivismo lógico, que comenzó en Viena en las primeras décadas de este siglo, alcanzando gran popularidad, que aun permanece entre ciertos filósofos y muchos científicos. Me refiero al denominado Círculo de Viena”.

 

El «positivismo lógicono resulta ser más que una forma extrema de empirismo según la cual no sólo las teorías se justifican en la medida en que pueden ser verificadas, apelando a los hechos conocidos mediante la observación, sino que además defiende que sólo tienen significado en tanto se puedan derivar de este modo. Existen dos aspectos problemáticos en el surgimiento del positivismo. Uno es que se produjo en una época en que, con el advenimiento de la mecánica cuántica y la teoría de la relatividad de Einstein, la física estaba avanzando espectacularmente y de un modo muy difícil de reconciliar con el positivismo. El otro aspecto problemático deriva en que ya, en 1934, Karl Popper en Viena, así como Gaston Bachelard en Francia, habían publicado obras que contenían refutaciones muy concluyentes del positivismo. Sin embargo, tal circunstancia no detuvo la marcha del positivismo. De hecho, las obras de Popper y Bachelard pasaron casi completamente inadvertidas y tan solo tiempo después recibieron la atención que se merecían. De modo paradójico, en la época en que A. J. Ayer introducía en Inglaterra el positivismo lógico con su obra «Language, truth and logic« (1936, 1971), convirtiéndose de este modo en uno de los más famosos filósofos ingleses. Así pues, Ayer se encontraba predicando una doctrina, algunos de cuyos funestos defectos ya habían sido expuestos y publicados por Popper (1968, 1967) y Bachelard (1934).

 

Gran parte de este y los siguientes post abordarán dos enfoques de la ciencia simples, pero inadecuados, a los que me refiero como inductivismo y falsacionismo. Por lo que hemos podido observar, gran parte de nuestros colegas científicos consideran que estas perspectivas son correctas e inmutables. ¡No es así!. Su contrapunto es el denominado relativismo radical. Según esta escuela, el mérito de las teorías debe ser juzgado en relación con los valores de los individuos o grupos que las contemplan. Sus tesis se han puesto de moda, capturando la atención de un mayor número de filósofos y sociólogos de la ciencia, con el transcurso del tiempo. Incluso en un reciente debate en el ámbito de la geomorfología (Rhoads y Thorn 1996), ciencia muy afín a la edafología, gran parte de los contribuidores la aceptan frente a las concepciones más clásicas que estamos aquí detallando.

La corriente denominada objetivista se opone en algunos aspectos al relativismo, especialmente a los practicantes más radicales de esta escuela. También tiene muchos defensores en el pensamiento filosófico contemporáneo. El objetivismo priva a los individuos y sus juicios de su posición de primacía, A. J. Ayer respecto al análisis del conocimiento. Desde este punto de vista, resulta posible dar una explicación del cambio de teoría que no sea relativista en aspectos importantes y, que sin embargo sea inmune a las críticas que han hecho a las escuelas tradicionales del cambio de teoría que defienden con vigor relativistas corno Feyerabend.

 

Recapitulemos los tres principales postulados del inductivismo:

 

  • la ciencia se inicia con la observación de los hechos
  • tal observación es fiable y con ella se puede construir el conocimiento científico
  • éste se genera mediante la inducción, a partir de los enunciados observacionales

 

Aunque a primera vista las propuestas del método inductivo puedan parecer razonables, iremos viendo como no es así. De serlo, la filosofía de la ciencia hubiera sido mucho más simple de lo que lo es en la actualidad.

 

Juan José Ibáñez

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9 comentarios

  1. Pues es cierto que el problema no se resuelva definiendo la ciencia por el método usado. SIn embargo hoy todos los libros de ciencia empiezan con eso, la ciencia se define por el método científico, el hipotético-deductivo que se le atibuye encima a los fundadores de la física moderna, Galileo, Newton.

    Lo cierto es que Newton se consideraba a si mismo inductivista, un baconiano, así es como hay que interpretar lo de "hypotheses non fingo", consideraba que las observaciones y mediciones y no las hipotesis eran el material primero, el importante y lo otro secundario, al revés de lo que se considera hoy en día.

    A pesar de esto, no estoy tan seguro que las teorias no se puedan refutar. Creo que si se pueden refutar, pero que no es una cuestión de todo o nada como decía Popper y que lleva una o varias generaciones hacerlo. En principio desde un punto de vista objetivo, en las ciencias duras si se puede refutar una teoria por las predicciones que la teoria hace sobre un conjunto de observaciones, pero claro las observaciones están limitadas por la tecnología de la época y muchas veces la decisión de cambiar una Teoría por otra depende de factores historicos y sociológicos que la ciencia nunca ha tenido muy en cuenta.

    Por ejemplo en Fisica, con el heliocentrismo, sabemos que habia griegos antiguos como Aristarco que defendian lo que hoy ya no es una Teoria sino un hecho, pero en aquella época al no tener telescopios no podian ver paralaje de la Tierra con respecto a las estrellas, por lo que concluian falsamente que la Tierra no se movía y era el resto de los planetas y sol los que se movían alrededor. Cuando Copérnico recupera de nuevo el esquema heliocéntrico lo hace, contra lo que se ha pensado, no por una razón científica sino por una razón práctica y esotérica, práctica porque el sistema de epiciclos de ptolomeo se volvía cada vez más complicado para calcular posiciones y esoterica porque le conferia al sol cualidades magicas sobre los seres vivos, pero lo que nadie cuenta es que el modelo de Copérnico, que seguia suponiendo orbitas circulares, tenía por ello mucho más error que el de Ptolomeo en la predicción de las posiciones planetarias. Desde un punto de vista popperiano, Copérnico deberia haber abandonado su Teoria Heliocentrica, ya que resultaba ser muy inferior a la de Ptolomeo en predecir y explicar las observaciones, y esto lo sabia la Iglesia de la época, que no era tan ignorante como la mitologia cientifica nos ha hecho creer.

    Qué motivó entonces que una nueva generacion de científicos abrazaran la teoría de Copernico a sabiendas que la de Ptolomeo a pesar de su complicación era mucho más correcta? evidentemente el motivo no fue científico al principio, tiene que ver con motivos políticos y sociológicos, y por supuesto de revolución de intentar derribar el modelo anterior en manos de una casta distinta a la que lo trata de derribar. Y si esta pasa con la ciencias duras, que no pasará con las blandas?

    un saludo

  2. Buena lección de historia Amarindo

    Pues con las blandas ya lo sabes, son mucho más caóticas y el subjetivismo es mayor.

    A mi Popper me parece que dióm un paso importante respecto a la inducción, el circulo de Viena etc. Lo que pasa es que no me gusta su perspectiva (salvo en algunos aspectos).

    El fracaso del posotivismo lógico fue tremendo por otro lado. Ya habrá que exp`licar el desentanto de B. Russel y A. N. Withehead y de Witgestein después.

    Desde luego yo me encuenyro más "comodo mentalmente" a partir de Kuhn, sin que con ello quiera decir que comparta todo lo que dice. P?ero creo que es cuestón de ir paso por paso.

    Leo trabajos en los que científicos que van de eruditos mezclan a Popper con Kuhn, Mill, etc. (como si ddijeren lo misno) en una empanada que solo puede recordar la que deben tener en su cabeza. Pura cultureta que no sirve para nada.

    Pero dejemos que los post vayan transcurriendo y explicando las cosas a su ritmo. Y lo digo principalmente por mi. Eso si que a estas alturas la mayoría de los científicos crean en la inducción antes que en el método hipotético deductivo me parece "indigerible". Intentaré no poner más de un post a la semana para no aburrir al personal.

    Juanjo Ibáñez

    Saludos

    Juanjo

  3. Es algo curioso que los historiadores de la ciencia no le hayan prestado la atención debida a la correspondencia entre Galileo y Kepler, que parece una correspodencia entre políticos revolucionarios no entre científicos. Kepler habla de que abrazó la teoria copernicana, no porque fuera mejor que la de Ptolomeo como ya se ha dicho, sino por razones estrictamente ideológicas y estéticas. Lo cual deja en evidencia a la mayoría de los historiadores de la ciencia.

    Sobre el inductivismo. Creo que con el inductivismo se pueden hacer relaciones, ecuaciones cinéticas como se llama en física, relaciones entre variables para entendernos, pero no se puede hacer ecuaciones dinámicas, que son las piezas de las Teorias, por lo menos en Física, yo diria que tambien en el resto de las ciencias. Esto es conceptos abstractos que no se pueden extraer de un conjunto de datos sino de un interpretacion teórica que depende de la cabeza de quien la haga. Por ejemplo la Constante Gravitacional, G, depende como concepto de que haya una Teoria Gravitacional que la relacione con el concepto fuerza por atracción de masas y la inversa de la distancia al cuadrado, es decir G es un invento exclusivamente atribuible a la cabeza del Sr Newton, como sabemos hoy en día después de que la Teoria de la relatividad haya demostrado que la Teoria Newtoniana no dejaba de ser una construcción teórica erronea, no asi numérica, como demuestran las sondas que se mandan al espacio.

    un saludo

  4. No recurdo haber leído la correspondencia entre Galileo y Kepler. Supingo que algunos historiadores habrán reparado en se tema. No lo sé, ahora bien son los llamados "estudios sociales de la ciencia", un tipo de sociología de la ciencia los que han comenzado a elaborar este tipo de análisis más criticos, no solo de la ciencia actual, sino también de la del pasado.

    La inducción posiblemente fuera defendible por Bacon y contemporáneos en base a la cultura de su época, ahora no es sostenioble. Ya expondré un ejempplo con mi disciplina y la taxonomía edafológica. Lo sorprendente es que muchos de los científicos actuales apelen a la inducción (al menos en ciencias experimentales) apelen a la inducción. Los padres de la Taxomomía de suelo americana dicen basarse en la filosofía de Mill. Si observas un gráfico del post dedicado a los nacionalismos, venía en inglés: críticas a los edafologos.

    Pues bien, se trata de un grafico de una presentación en que ellos (los padres de las taxonomías modernas de suelos = rusos americanos, la FAO, etvc.) estaban sentados delante de mi en la conferencia Rusia 2004). Educadamente les dije que no podían seguir diciendo esas cosas actualmente. Se lo tomaron muy bien, la verdad. Creo que lo dice alguno de los popes y luego los demás sueltan la misma chorrada por inercia en lugar de comprobarlo.

    En fin, que si no se pone una asignatura sobre el tema (sociología + historia + filosofía) en cada carrera de ciencias, me parece de una incultura terrible. Luego pasa lo que pasa.

  5. Si, resuelta un poco espeluznate que a esta altura de la película haya científicos que no se den cuenta de que con la inducción sólo se puede describir los fenómenos pero no explicarlos -y a veces ni eso, ya que el esquema clasificatorio tiene que derivarse de una teoría para ser entendible y productivo- hace falta teorias.

    EL problema de la Teorico entre los cientificos de corte mas empirista, es que lo tienden a confundir con especulación, con filosofía y por eso te dicen lo de yo si no lo veo, lo toco o lo peso no me lo creo. Este realismo ingenuo está en la base del inductivismo moderno, al menos esa es mi opinión, tambien es cierto que en ciencias blandas nos encontramos el caso extremo el del especulador nato, y no sólo por la falta de formalización sino sobre todo de métodología- pero bueno ya tendremos tiempo para discutir de todo esto, se presume la cosa muy interesante.

  6. BUENO UDS HABLAN MUCHO ACERCA DE LA INDUCCION PERO, Y QUÉ PASA CON LA INDUCCION EN HUME?

  7. este portal es muy importantey pude obtener mucha informacion pero quisiera que se le pongan mas ejemplos sobre modelos matematicos por favor

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