El lunes, 21 de diciembre de 2009,  Raquel Bello-Morales, del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa redactó el post titulado El antidarwinismo como pasión…  en el Blog Bio (ciencia + Tecnología). Se trata de un debate que comenzamos hace ya varios meses, si bien de una manera más bien esporádica. Raquel ofrece un texto muy interesente, demasiado.  Podría replicarse desde diversos puntos de vista (casi tantos como los que la propia autora saca a la palestra), pero no es posible, ya que acabaríamos entrando en el tipo de debate que los neodarvinistas desean: sucio y difuso, mezcla de de churras y merinas (agua y aceite). Pero sobre todo, Raquel finaliza su discurso de una forma lógicamente reprochable. Ya lo veremos. Lo que algunos demandamos a los darvinistas es que formalicen los criterios de demarcación de sus tesis, al modo en que se hace con toda teoría genuinamente científica. Si tal constructo no puede ser refutado o corroborado, no merece la etiqueta de “científico”, ni tan siquiera de mera hipótesis. Hablaríamos pues de un marco conceptual genérico, o de una mera “pasión darvinista”. Y es que muchos biólogos también ejercen ese fervor que ellos mismos denuncian de otros. Empero lo que mas nos irrita a algunos,  de las escurridizas evasiones de los darvinistas, deviene de que, como los políticos de poca monta, siempre terminan alegando que todos aquellos que objetan algo contra el darvinismo son acientíficos, irracionales y defensores del creacionismo, o de su sucesora, la mal denominada «teoría» del diseño inteligente. Y, este modo de proceder, que ya impregna el título del post, es más que reprochable. ¡O eres de los nuestros o un zopenco irracional!. Sencillamente intolerable. No hay nada peor que iniciar un debate o controversia científica partiendo de posturas tan zafias y frentistas. Y esta aserción no va dirigida contra Raquel, sino contra los defensores a ultranza del neodarvinismo que, ante cualquier atisbo de discrepancia hacia esa especie de religión que profesan, que se me antoja tan radical como la insensata defensa del creacionismo y del “diseño inteligente”, lanzan sus garras mediante una desiderata insufrible desde un punto de vista lógico. Para empezar, deberíamos discernir entre “Darvinistas”, “No Darvinistas” y “Antidarvinistas”, soslayando del debate a todos aquellos que denostan los postulados por razones religiosas.

 

 

 

Piotr Koprotkin. Fuente: Wikipedia

 

Así pues reitero que no “entraré al trapo” de replicar punto por punto, si bien abajo os dejo mis impresiones de ciencia ficción histórica. Digamos para empezar, que elaborar la dicotomía darvinista antidarvinista es una mera perversión, que sobrepasa a la del lenguaje. La primera cuestión que debiéramos clarificar es que en realidad hacen referencia a evolucionistas y antievolucionistas. Tal cambio de vocablos no resulta trivial, por cuanto al hacerlo, implícitamente deslizan la idea de que “evolución = darvinismo”. Y no es así. Se puede ser evolucionista y no comulgar con la doctrina darviniana, mal que les pese. Este es mi caso, por citar el ejemplo más próximo. Del mismo modo, uno puede discrepar a cerca de algunos de los puntos esenciales del darvinismo y no ser anti-nada. Una vez más esta vuelve a ser personalmente mi postura. En consecuencia me califico como no darviniano, que no como antidarviniano, algo muy diferente.

 

Ahora bien, el que cada vez que un científico discrepe del darvinismo se le condecore con la medalla de “antidarvinista”, y como corolario se le implique tácitamente con el creacionismo, es pura basura, un modo de proceder execrable. Los defensores del diseño inteligente hacen uso de otro tipo de argumentos, como ya comentamos en nuestro post: “Ciencia, Religión y Filosofía: Evolución, Creacionismo, Teoría del Diseño Inteligente y las Elucubraciones de Científicos y Filósofos”. Y estos, aunque los utilicen los creacionistas más sofisticados, no dejan de ser criterios evolutivos formulados por algunos científicos. Personalmente, considero a tal constructo tan disparatado, como para ser merecedor de escribir una línea sobre el mismo.  Empero no se puede negar que si bien no es darvinista, y posiblemente sí antidarvinista, también es evolucionista.  ¿O no?.       

 

Parece ser que a los darvinistas, o bien no les gusta leer lo que escriben los filósofos de la ciencia, o como no encuentran argumentos para contrarrestar ciertos ataques, simplemente los omiten. Porque nadie debe dudar que la denominada “teoría darviniana” haya sido analizada por muchos de ellos, pensando la mayoría que de teoría científica no tiene nada, siendo a lo sumo un “programa metafísico» de investigación.  Recordemos que muchos de los grandes filósofos de la ciencia del siglo XX son físicos y matemáticos, algunos de los cuales han realizado también importantes aportaciones a tales disciplinas. ¡De meapilas, nada!. La búsqueda de los criterios de demarcación de lo que es una teoría científica, como debemos entender el método científico, etc., es una labor encomiable y difícil. Pero al parecer tales “extravagancias y bagatelas” ni son consideradas por los darvinistas. ¿No les interesa saber como trabaja la indagación científica, cuando debemos considerar una teoría como científica, y en que consiste el método o métodos que utilizamos? ¿No?. ¡Pues vaya! vía tan procelosa de entender la actividad que profesan. Raquel, finaliza su texto, única parte en donde se hace mención de la filosofía de la ciencia, con el siguiente párrafo, que no tiene desperdicio.

 

Para los que sostienen que la teoría de la evolución mediante selección natural no es teoría científica porque no cumple con el criterio de demarcación de Popper, es decir, no es falsable, ¿una teoría de la evolución mediante epigenética, virus y transposones activados por el stress ambiental que acuden prestos a sus hotspots, sí lo es? ¿Es esta “nueva biología” más falsable que la de Darwin? Algunos de estos científicos antidarwinistas se manifiestan en ocasiones descorazonados porque el mundo está “engañado” con la visión darwinista. Pero no deben preocuparse, porque aunque quizá tengan que pasar unos cuantos siglos, si su “nueva biología” es correcta, no cabe duda de que se acabará sabiendo… si duramos tanto.

 

Vamos que “de ser la cosa como Raquel nos narra”, el que sus “supuestos contrincantes” no atesoren una teoría científica corroborada rival, da lugar a que “mutatis muntandi» el darvinismo sí lo sea.  ¿¿??.Tal argumentación no solo no es conforme con la lógica formal, sino que atenta contra el sentido común. Precisemos que, demandar unos criterios de demarcación es algo que, aunque no suela salir a la palestra, debiera ser exigido a todo constructo que pretenda alcanzar el estatus de teoría científica.  No se les solicita ninguna extravagancia, sino algo más que justificado. Por tanto, o no quieren o no pueden mostrarnos tales criterios de demarcación para el darvinismo. Del mismo modo, cabe mentar que, tras una propuesta de refutación, no existe necesariamente otra de teoría alternativa. Por ejemplo, a Alfred L.  Wegener se le refutó su hipótesis de la deriva continental, apelando que no existían fuerzas físicas terrestres tan monumentales como para ser capaces de mover aquellas ingentes moles denominadas continentes. Posteriormente se descubrió que estas si existían (la radioactividad almacenada en el núcleo terrestre). Empero la refutación era lógica en aquellos momentos. A la postre la comunidad científica rectificó. Así es como debe funcionar la ciencia. Por tanto, de nuevo, confundimos la velocidad con el tocino. Por último, existen otras alternativas que las que ella recoge, que ni siquiera comenta. En nuestro Curso Básico Sobre Filosofía y Sociología de la Ciencia, hemos hablado del tema hasta la saciedad, por lo que no insistiré rebuznando variantes sobre los mismos motivos (en el sentido físico del último vocablo). Simplemente Raquel no nos dice nada, para salirse (voluntaria o involuntariamente) por la tangente, o como decimos en España por los “Cerros de Úbeda”. Más de lo mismo. “once again”. Una de dos, o nos  instruimos sobre cuales son los términos del debate: filosofía de la ciencia aplicada al análisis del constructo darvinista, o no hay nada de que hablar. Y parece ser que siguen muy ocupados para dedicarse a menesteres tan pueriles. Sin embargo, personalmente pienso que se trata de una materia que debiera se incluida en cualquier carrera de ciencias. Debido a que no es así, salimos de las universidades “medio analfabetos”. Y yo lo descubrí varios años después, aunque como se dice en España: “nunca es tarde si la dicha es buena”.  Recojo, para finalizar la primera parte del post esta ultima frase del post de Raquel, que ahora sí la hago mia. 

 

Pero no deben preocuparse, porque aunque quizá tengan que pasar unos cuantos siglos, si su “nueva biología” es correcta, no cabe duda de que se acabará sabiendo… si duramos tanto.

 

No lo dudes…..

 

Y hasta aquí llegan mis argumentos racionales. Permitirme ahora que haga un poco de historia de “ciencia ficción”.

 

Algunos profetas del neodarvinismo han llegado a exclamar que Darwin es el científico más grande de todos los tiempos. ¡Santo Dios!. En mi opinión no llega a la altura de la suela de los zapatos de personajes como Einstein, Heisemberg o Gödel. Veamos tan solo algunas de mis razones.

 

¿Y si Darwin no Hubiera nacido?

Resulta un tanto pintoresco que se hable de darvinismo social a un movimiento que, lamentablemente, se inició bastantes décadas antes que se publicara “El Origen de las Especies”. Una burguesía brutal emergió demandando una justificación para sus abusos sociales y, lo que es peor, con vistas a defender que ellos eran superiores a los trabajadores, que había que depurar “la raza”, exterminando a alcohólicos, prostitutas, vagos, maleantes, y bla, bla, bla. Entre ellos destacan figuras como las de Spencer, quien propuso lemas de la guisa de “la supervivencia del más apto”, “el pez grande se come al chico”, etc. etc. El caldo de cultivo se encontraba preparado, ¡calentito! y ¡sabroso!. Tan solo faltaba el momento y personajes que propusieran las premisas formales del tipo de pensamiento que deseaba el capitalismo. ¿Y si Darwin no hubiera nacido?. En mi opinión hubiera dado igual. Cuando Don Carlos aun guardaba  su obra en el cajón de su despacho, por miedo a despertar las iras de la rancia cultura victoriana y su iglesia, un tal Wallace, quien sufría unas “fiebres amarillas” en ultramar, llego a las mismas conclusiones. Tiempo después, enterado de que un tal Darwin defendía algo parecido a lo que surgió de sus delirios onírico-febriles,  comenzó el gran susto de Don Carlos. Informado, por el propio Wallace y aterrorizado de que toda su obra terminara en el baúl de los recuerdos, habló con su amigo, el influyente Lyell, (propulsor del uniformitarismo en geología). Finalmente, este último hizo un gran favor a su colega y se presentaron en público las conclusiones de Darwin y Wallace simultáneamente. Es más que probable que si Darwin no hubiera nacido, Wallace fuera el héroe. Tan solo se requería uno de los dos, siendo cuestión de tiempo. Resumiendo, no se hubiera perdido mucho, por cuanto, si bien es cierto que Wallace, para su desgracia había perdido sus colecciones y otro material imprescindible (aunque no fuera de la calidad del de Darwin: ¡a saber!), en pocos años otros lo hubieran hecho. En el peor de los casos, el triunfo del darvinismo se hubiera retrasado una o dos décadas. Daba igual, ya que la aun no redescubierta justificación mendeliana resultaba ser una pieza esencial en el puzzle. Se requería el mecanismo de la evolución y ese secreto escapaba de la mente de Don Carlos. No veo pues ningún genio singular. Simplemente estuvo en el momento oportuno, con las amistades adecuadas y en un ambiente ideológico propicio. ¡O él o Wallace!.

 

¿Y si una revolución hubiera cambiado el ambiente social de la época?             

Imaginemos que una revolución parecida a la bolchevique hubiera surgido a mediados del siglo XIX en Inglaterra, o simplemente afectándola. Supongamos también que en lugar de apoyarse en la lucha de clases hubiera tenido una carga ideológica más afín con el comunismo libertario, fomentando valores morales más honestos, como la cooperación y el apoyo mutuo entre los ciudadanos. ¿Habría salido Darwin airoso?. Seguramente no. Los valores propugnados por el Darvinismo hubieran sido perseguidos, sin ninguna duda. Y aquí surgen figuras que, como las de Piotr Koprotkin (ver su obra “El Apoyo Mutuo”), proponían otra visión de la naturaleza más acorde con tales valores, que yo personalmente respaldo. Resulta penoso que casi nadie se acuerde de uno de los pre-precursores del movimiento simbiogenético de la evolución, cuyo máximo exponente actual es, en mi opinión, Lynn Margulis (más Lamarckiana que Darviniana, a pesar de haber recibido el premio Darwin-Wallace ¿¿¿??). Porque nadie me puede negar que la terrorífica visión darviniana del mundo se ve implementada en el mundo natural por innumerables evidencias de cooperación, inter e intra específicos. Ningún científico actual puede atreverse a desmentir que, sin “esos pequeños bichitos” (como diría Miguel Vicente), los denominados organismos superiores no podríamos vivir, ni existir, como entes individuales. Se trata de un mero ejemplo, entre tropecientos. Posiblemente La cruzada de Koprotkin contra la tenebrosa visión darviniana hubiera llegado a buen puerto. Evidencias para apuntalarla no faltaban. Eso sí, más tarde o más temprano, se hubieran detectado “anomalías en su teoría” (en el sentido que se le da a este vocablo en filosofía de la ciencia). Por que al fin y al cabo se trata de dos caras de la misma moneda (Darvin complementa a Koprotkin y viceversa). Carlos ofrece la más angustiosa, mientras que Pedro la afable. La vida es tanto darviniana como koprotkiniana. Pero Pedro sigue en el baúl de los recuerdos (posiblemente por no ser anglosajón), para nuestra desgracia, mientras que Darwin encumbrado a unos altares improcedentes, desde mi punto de vista.  Y ¡colorín colorado, este cuento se ha acabado!.

 

Juan José Ibáñez     

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3 comentarios

  1. ANTIDARVINIZAM

    Jovo Pavlovic

    Come le possibili origini della vita sul pianeta Terra
    Quando andava di essere su questo pianeta ormai passati molecole hlorovila, la superficie della terra sarebbe solo acqua e materiale duro, non c’è vita animale e vegetale. Pertanto, la fauna selvatica si potrebbe verificare si manifestano gli esseri hlorofilnih. Senza la molecola di clorofilla è impossibile presenza di flora e fauna.
    Se cominciamo con una singola riga, quindi si può dire che il pianeta Terra venuto dal neutroni che può muoversi su grandi distanze e entrare nella zona di spazio prima di utilizzare decadimento beta si trasforma in un elemento di un protone, o l’idrogeno Egli può percorrere grandi distanze prima di si trasforma in un atomo di idrogeno. Neutrone è una particella di natura simile a un buco nero in miniatura. Da qui segue quella di neutroni creata da idrogeno, idrogeno e possono essere causati da altri elementi chimici più duro e più pesante di
    118-elemento di peso atomico stack 316i Questo elemento è stabile, perché è in un gruppo di gas nobili, che ha proprietà magnetiche. Dato che l’idrogeno può essere creato gli elementi più pesanti atomi di idrogeno che può formare tutti gli altri elementi chimici. Essi possono quindi essere formato e molecole, e una di queste è una molecola di clorofilla complesso. Solo la clorofilla attraverso la fotosintesi, è in grado di produrre nuova massa organica, vita animale e vegetale. Essi possono quindi sviluppare altri tipi di origine vegetale e animale.
    Questo è l’unico modo possibile di origine delle specie sulla Terra.
    Pertanto, il darwinismo è basata su prove infondate, e può essere facile provare in un semplice esempio.
    Per esempio, ci sono i codici genetici che non consentono di modificare il tipo di fertilizzazione. stocchi di mais hanno sulla punta del polline in piedi da soli in cima al gambo. Al centro dello stelo è il grano, sotto forma di una clip che porta fili di seta che provengono da ogni granello separatamente.
    Su questa caduta o il polline da nappe su uno stelo dato, che oltre svilenastih o oplođava non fecondato di grano su un orecchio. Oltre ai pollini da nappe di granturco di cui polline, ed altre varie specie di piante. E altri tipi di polline non può fecondare mais perché la fecondazione codice genetico di polline estraneo non è adatta alla rispettivi codici, specie oplođavajuće. Pertanto, il polline di specie aliene vengono scartate come la polvere.
    Se vi capita di altri tipi di polline del mais fertilizza il grano, sarà inutile, vale a dire. non avrà figli, perché non troverete il corrispondente codice genetico di polline che potrebbero incrocino tipi di sementi di mais.
    Se non fosse così non esisterebbe in tutti i tipi di piante e animali.
    Così, se può essere specie contaminate sarebbero scomparsi i discendenti di specie, e questo significa che io non avrei avuto vita vegetale o animale. E ‘fondamentale quindi non potrà mai arrivare a modificare i tipi.
    Sulla base di questi fatti si può concludere che il tipo risultante di vita animale e vegetale sul pianeta Terra.

    Come la possibile comparsa di specie
    Flora e fauna, in principio, poteva avvenire solo sulla base di un accordo di adeguate codice genetico che si verificano durante la fecondazione di adeguate creature genetica più semplice. La crescita del complesso degli esseri genetiche sono meno possibilità di un accordo di nuove combinazioni genetiche. Questo può richiedere fino a fino a quando un essere stabile. Si verifica l’unico cellule possibile impilare Shelter codici genetici dello stesso tipo, cioè. Quando una specie che rimane sempre invariato.

    CONCLUSIONE

    L’uomo al di fuori può apparire come una scimmia, come i capelli e la pelle come un modo di movimento e così via, ma è specie geneticamente stabile e senza possibilità di fecondazione, le variazioni in termini genetici e come specie.
    Per quanto riguarda la sopravvivenza della specie, questo processo richiede costante.
    Ad esempio, se l’erba verde di concordare un mucchio di paglia, fieno o di legno sotto il palo, dopo qualche vrjemena, l’erba sarà andato. Questo si verifica perché le mutate condizioni di piante viventi, come condizione di vita continua della pianta detto è possibile solo in presenza di luce solare.

    Una prova fondamentale della impossibilità di trasformare un tipo in un altro tipo
    Non può derivare da un tipo agli altri tipi di fecondazione delle specie a causa mista
    tipi misti non hanno prole.
    Pertanto, l’evoluzione dei tipi di assicurazione permanente. Pertanto, l’attuale teoria di Darwin non ha alcun tipo di base scientifica e materiale, perché è noto che la genetica dettare il tipo di sementi viene sostenuto, non l’evoluzione delle specie. Evolution è solo regolando le condizioni delle specie viventi.

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