Un viernes, no hace muchos años, un excelente científico y amigo envió un artículo para su recensión a la Revista Nature. Seguidamente comenzamos a ponernos nuestra indumentaria de abrigo antes de salir a la calle a tomar unas cervezas. Sin embargo, en menos de un minuto, se recibió la respuesta de la editorial. El trabajo había sido rechazado. Una de dos o estos tipos son un portento, o los rechazan máquinas inteligentes (es decir estúpidas). No habían tenido tiempo ni de leer el resumen. Ósea que…. Tal hecho me hizo meditar sobre los “criterios de excelencia” de los que alardean tales revistas, así como de la oportunidad de que publiquen jóvenes promesas si no se encuentran avaladas por escuelas invisibles, etc. Hoy, 18 de diciembre de 2009, esta editorial me (nos) ha remitido un cuestionario para rellenar (hace una hora). En el se nos pedía nuestra opinión sobre la posibilidad de editar una nueva revista de Nature en acceso abierto. Por el orden de las preguntas uno ya sabe de que pié cojean. Seguro que se salen con la suya: clamar al cielo de que los científicos prefieren los procedimientos tradicionales, es decir no escapar del formato papel, y no el estrafalario “acceso abierto”. Con independencia del resto de las preguntas, una me ha enojado sobre manera. ¿Qué le parecería a usted un precio a los autores de 5000 euros o dólares (no me acuerdo)? ¿Vosotros que pensáis?


Fuente: laboratotytalk

Conozco de sobra la arrogancia y el conservadurismo de una buena parte de los investigadores que trabajan en las ciencias más sexy y líneas de vanguardia (léase Biotecnología, Nanotecnología, etc.). Empero la calidad de un artículo no depende ni de modas ni de temáticas. He leído tanta basura oportunista en Nature o Science, como en otras revistas mucho más humildes. También he detectado, con frecuencia, artículos magníficos en otras publicaciones no indexadas. Hacer un ranking de las ciencias me parece nauseabundo: o el trabajo es bueno o malo. ¡Y punto! Como edafólogo independiente (detesto las escuelas invisibles y los criterios de autoridad), para publicar en una de estas sacrosantas revistas requeriría un milagro. Es el precio de mi libertad y lo acepto. A demás visto la velocidad a la que rechazan trabajos…….

Empero demandar 5000 euros o dólares por publicar me parece una aberración, por no utilizar un apelativo más fuerte. Se trata de un sectarismo inaceptable. Cierto es que otras revistas con menos prestigio ya reclaman 3.000 dólares. Posiblemente, los grandes laboratorios y universidades puedan permitirse tales lujos. Empero ¿que ocurre con los investigadores que (i) trabajan en temáticas menos mediáticas, y/o (ii) para instituciones humildes pertenecientes a países poco desarrollados? ¿Hablamos de ciencia para ricos y ciencia para pobres? Comienzo a pensar que la respuesta es afirmativa. Como corolario, los investigadores de los países ricos siempre serán buenos y los proceden de otros menos afortunados pésimos (al menos si no se fugan con su cerebro de marras). Una manera sibilina de mantener un imperialismo indecoroso. ¿Y porque no demandar 100.000? Simplemente debido a que se les vería el plumero, y hasta los más afortunados se enfurecerían.

Las revistas genuinamente pertenecientes al movimiento “open access”, solicitaban entre 300 y 600 euros, haciendo descuentos diferenciales a los investigadores procedentes de países pobres (según el grado), llamémosles por su nombre. Todo esto resulta lamentable. Lo que pretende Nature es implantar otro suculento modelo de negocio aprovechándose de una iniciativa honesta. Pero quien ostenta el poder lo ostenta, y los demás unos desheredados. ¡Los parias de siempre!. Mientras dependamos de este tipo de política de diseminación de resultados, estaremos frenando el progreso general de las ciencias, por cuanto mucha gente brillante, que ha cometido el error de nacer en países pobres, permanecerá en el limbo. Primero es la temática (hay ciencias y ciencias), luego el idioma (un famoso editor señaló que no podía fiarse de los resultados de un trabajo cuyo inglés fuera deficiente) y ahora el vil metal. ¿Vosotros que opináis?

Juan José Ibáñez

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2 comentarios

  1. Pues lo dicho, JJ. Opinamos como tú. Me gustaría mucho oir opiniones diferentes y poder valorar argumentos, …….

  2. Pues J.J. ¡Esto ya es el colmo de los colmos! ¡Otra tabla de Rappel para ver quien publica más, dónde lo publica, con quién co-publica y cuánto le pagan por publicar! ¡Y sobre qué publica!

    Hasta ahora se luchaba por conseguir que te publicaran, para engrosar el "currículum vitae", si se conseguía entrabas en el selecto grupo de los "aceptados". Con esta nueva "idea ?" se conseguirá entrar en el ultra-selecto grupo de los "bien pagados".

    Hace tiempo que en el país de las barras y las estrellas la ciencia va detrás del dinero, lamiéndole "eso", poca credibilidad me dio y me sigue dando que una cátedra o un grupo de investigación lleve por nombre el de una bebida de "cola".

    Esto es parte de lo que pienso. Hasta aquí puedo escribir según mi criterio de urbanidad.

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