A lo largo de mi vida he leído noticias tan estúpidas como para pensar que se estaban burlando del ciudadano. Sin embargo, a la postre, varias de ellas resultaron ser ciertas. Algunas, por ejemplo, se basaban en determinar el efecto de las drogas sobre la salud, sometiendo a un grupo de individuos a un consumo delirante frente a otro que no lo consumían. Claro está, los resultados resultaban ser espeluznantes. ¡Si te consumes un porro cada dos horas, al día siguiente no te acuerdas de nada!. Motustis mutandi: el hachís hace estragos en la memoria. ¿Y si te trincas un Güisqui con la misma periodicidad? No estoy seguro que la que os voy a comentar hoy sea cierta o una broma, aunque ha corrido por Internet como la pólvora. En todo caso, podéis pensar que aunque esta lo sea muchas otras no. La remití a varios amigos, recibiendo comentarios delirantes. Me he reído mucho y las muestro al final del post. Sin embargo, insisto, he leído algunas constatadas que……… “sin comentarios” La Noticia lleva por título: “Existe un vínculo entre tener el pene pequeño y practicar la caza”. Ahora bien, de ser cierta, añadiría aún más pimienta a la dramática crisis económica que padecemos los ciudadanos españoles, a causa de la burbuja inmobiliaria y la cultura del ladrillazo, que a modo de pandemia contagió a empresarios y políticos (locales, regionales y nacionales) durante la última década, como mínimo. Y este tema me preocupa mucho más, por cuanto desde esta bitácora, analizamos el cataclismo que se avecinaba, mucho antes que ZP terminara por reconocerlo (¡con dos años de retraso!) hace muy poco en el Congreso de Diputados. No leer este “Universo Invisible” conlleva graves consecuencias. Debemos suponer que, si tales “estudios se confirman”, habrá que conseguir una terapia efectiva tanto o antes que la que concierne a la “gripe gorrina”, ya que las repercusiones de no atajarla a tiempo sería devastadotas. Como dudaba que existiera tal estudio en inglés pinché en DMGDRO y efectivamente era aireada por un más que sospecho Instituto en suahili. Vamos pues este engendro y luego extraeremos algunas conclusiones. 

 

 

 

Caza y Ladrillazo: Fuente: Vega Media Press

 

Un estudio científico demuestra la relación que existe entre el problema de tener un pene diminuto con la afición a la caza.

 

La organización que investiga los trastornos relacionados con el tamaño de los genitales, la DMGDRO que trabaja en Nueva Orleans, ha presentado las conclusiones de un estudio que demuestra que existe una relación entre el pequeño tamaño del pene con la afición por la caza.


Los científicos interesados en el estudio de los trastornos sexuales masculinos y la disfunción han identificado como una enfermedad genética tener pequeños los órganos reproductores masculinos ya que los que practican la caza obtienen sensaciones de placer al matar en un ambiente controlado, es decir, en un ambiente sin temor a sufrir daños personales (a diferencia de la lucha en la guerra o de un ataque por parte de otro ser humano).


Este estudio publicado es pionero en el mundo científico. Es la primera vez que la investigación se ha llevado a cabo en los hombres que cazan, y muestra un vínculo determinante y significativo vínculo entre lo que ellos llaman «la emoción de la muerte» y una medida menor a la media del pene.


Dos años de estudio. Las investigaciones se han prolongado durante dos años. Primero se utilizaron ratones y conejos y una vez concluidos los estudios en animales se paso a la fase de probar en los humanos. Los participantes han quedado contentos con el resultado del estudio porque ya se puede etiquetar su problema como un trastorno médico. El primer paso para tratar el problema es conocer las causas que lo provocan y ese es el paso que se ha dado con esta investigación.

 

¡Pero que bárbaro!. Desde luego, pertenezco al colectivo social que reprocha las cacerías, pero arremeter con tal inquina contra los cazadores tampoco es de recibo (a no ser que fuera subvencionada por una radical sociedad protectora de los animales). Más aun, lo que faltaba ahora es que a la salida de cada juicio, cada vez más numerosos, los paisanos indignados comenzaran a espetar frases más que desagradables contra estos pobres hombres que finalmente han conseguido que España reduzca las emisiones de CO2 a la atmósfera. ¡Y esto si que es verídico! Esta claro que no hay como una buena crisis para salvarnos de nuestra propia estupidez. Ahora bien, lo que intriga es la afición de los que ejercen la cultura del ladrillazo a las cacerías. Cuando pase la noticia a una amiga me contestó lo siguiente:

 

jaaaa. Los políticos a parte de no tener sustancia gris están mal dotados, lo digo por la pasión por las cacerías. Esto es lo mejor que he recibido desde hace algún tiempo.

 

Estoy que me parto de la risa imaginándome al alcalde, al concejal de urbanismo y al secretario de mi pueblo en esas cacerías organizadas por mister ladrillo. Hasta estoy llorando de tanto reír.o………………..Fdo. Acosada por el ladrillazo

 

 

También se la envié a otros amigos que imagina, que tras una ligera inspección ocular, se quedaron tan tranquilos o (…) profundamente preocupados. Estos son tres ejemplos.

 

Yo fui cazador hasta los 20 años, luego me recuperé. Ahí queda eso………………..Fdo. El Converso

 

Juanjo me parece una solemne majadería. De ser verdad realmente lo que dice, habría que pensar que cada  vez la ciencia va peor, vamos que es una mierda!!!. Fdo. Pichacorta

 

Hola Juanjo, si esa noticia es ya muy antigua. Y además parece ser cierta. Leí tiempo después que una farmacéutica había ya descubierto un producto para paliar el problema, que se comercializa como “enjoylarguepene”. Varios amigos la probaron y estaban francamente satisfechos con los resultados. Fdo. Aliviado.

 

 

Ya se que pensaréis que estos comentarios los he escrito yo, pero (…) sólo han sido dos, los otros resultan ser más que ciertos, os lo juro. Ahora bien, lo que os voy a comentar a continuación es una historia real que acaeció en mi centro de trabajo hará unos 15 o 20 años.

 

Por aquel entonces, la financiación, más que generosa, que recibía un grupo de investigadores, piso arriba o piso a bajo, de mi despacho, era destinada a intentar averiguar el compuesto que generó la tragedia del caso “falso aceite de colza”. Aquél fraude alimentario, causó un gran revuelo en España y centenares de afectados. Todavía no ha sido resuelto, cuestión que me hace sospechar que los dineros del contribuyente no fueron a parar a buenas manos. Pues bien, cuando uno(a) de aquellos investigadores(as) implicados entregó el informe final, vino a decir (más o menos) que tras experimentar con ratas, el efecto más serio de tal veneno resultó ser un enorme crecimiento de los genitales de los pobres animalitos (ya me los imagino en la jaula arrastrando sus atributos por el suelo). Obviamente, las carcajadas y bromas que nos trajimos varios compañeros, en los comedores de la institución, fueron sonoras y prolongadas. ¡Pero quien sabe! Eso sí, no se si es mejor el remedio que la enfermedad. 

 

Por cierto, ¿sabéis alguno si aun quedan remanentes de aquel aceite de colza?. Igual aun “nos hace falta” (jajaja). Luego no me digáis que siempre soy áspero. Debemos preservar la honestidad de los ladrilleros, ya que nos liberado de seguir agravando el “calentón climático”. Y tengamos en cuenta que ni PP, ni PSOE han sido tan eficaces. No lo digo por otra cosa (¿?). ¡Que si!: se de sobra que sois muy mal pensados. ¡caramba!.

 

Juan José Ibáñez

(con una regla de medir en la mano) 

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Un comentario

  1. «Aún» es con tilde y «Abajo» todo junto. Los cazadores lo negarán, pero a mí me haría gracia que fuese cierto, se podría adivinar de antemano al «matador» y neutralizarlo, creo que los que conducen muy rápido para las circunstancias de tráfico también tienen penes pequeños.

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