La Taiga es el bioma que se desarrolla al sur de la tundra, formando una banda casi  continua de bosques de coníferas que se extienden por las regiones subárticas del interior  de Eurasia y Norteamérica. Es el bosque más septentrional (la mayor parte se extiende entre los 50 y 60º de latitud norte), por lo que también se le conoce como Bosque Boreal (boreas en griego significa norte). Este bioma aparece solamente en el Hemisferio Norte, pues en el Hemisferio Sur en estas latitudes no existen masas continentales. Aún así es uno de los biomas más extensos de la Tierra. Se extiende por Alaska y Canada en el continente norteamericano y por Escandinavia y el norte de Rusia (Siberia) en el continente euroasiático

Taiga. Fuente: Taiga Works

Royal Saskatchewan Museum

Estos bosques boreales está formados mayoritariamente por coníferas (piceas, abetos, pinos, alerces) y durante la mayor parte del año se encuentran cubiertos de nieve. Su aspecto suele ser muy homogéneo, pues están dominados por pocas especies  y con un  aspecto similar: árboles de troncos rectos y forma cónica, con hojas pequeñas y estrechas (aciculares).  

 

 

Mapa Mundial de la distribución de la Taiga

Fuente Geografía en la Guía 2000

 

Es, junto a la tundra, uno de los biomas de los climas fríos de la Tierra. Se desarrolla bajo el clima de los bosques boreales (clima de tipo subártico y continental) caracterizado por largos inviernos con muy bajas temperaturas (hasta seis meses con temperaturas medias inferiores a los 0º C) y por cortos y moderadamente cálidos veranos, que ya permiten el desarrollo de la vegetación boscosa. Ya habíamos comentado en el bioma de la tundra,  que el límite entre la desarbolada tundra y la boscosa taiga coincide aproximadamente con la isoterma de los 10 ºC en verano. Las precipitaciones no son muy abundantes (entre los 250 y 700 mm anuales), aunque las bajas temperaturas hacen que la evaporación sea escasa.

 

En gran parte de su área el clima es muy continental, con grandes diferencias de temperatura entre el verano y el invierno (en Siberia se alcanzan normalmente

temperaturas inferiores a los 40ºC en invierno y superiores a los 15 ºC en verano). Esta continentalidad se suaviza en la zona occidental de los continentes (Escandinavia y Alaska), donde el clima no es tan riguroso.  En la mayor parte de la taiga la duración de la estación de crecimiento de la vegetación alcanza los 3 o 4 meses anuales.

 

Las zonas actualmente ocupadas por la taiga se encontraban ocupadas por los hielos de la última glaciación hace unos pocos miles de años (hace 18000 años del último máximo glacial), por lo que la geomorfología de los terrenos ocupados por este bioma es típicamente glacial. Extensas áreas de la taiga más septentrional se encuentran ocupadas por el Permafrost o capa de suelo permanentemente helada en profundidad (en gran medida herencia de la última glaciación). Este permafrost no es continuo ni tan profundo como el existente en la tundra. En la taiga normalmente se encuentran libres de hielo las laderas orientadas al sur y las llanuras de inundación de los ríos. Conforme nos dirigimos hacia el sur este permafrost se va haciendo más discontinuo y esporádico.

 

La superficie del suelo sí se encuentra helada gran parte del año, pero en verano se deshiela hasta una profundidad mayor que lo que ocurría en la tundra, lo que permite que los sistemas radiculares de lasl plantas alcancen mayor profundidad. En las zonas donde existe capa de permafrost que impide el drenaje en profundidad son frecuentes las zonas encharcadas y suelos muy húmedos. Debido también a la baja evaporación y a la geomorfología glaciar son frecuentes los lagos, las turberas y las zonas pantanosas.

 

Estos bosques de coníferas se encuentran frecuentemente asociados con suelos de tipo podsol ( o spodosoles), de carácter ácido y pobres en nutrientes. Los procesos de podsolización (lavado del hierro y del aluminio junto a compuestos orgánicos solubles desde los horizontes superficiales hasta los horizontes más profundos) llevan a la aparición de horizontes subsuperficiales (horizonte A2) muy lavados, de color claro (podsol  o podzol significa suelo ceniciento en ruso) y horizontes de acumulación en profundidad (horizontes Bh y Bs). En el horizonte más superficial (horizonte A0) se acumula la hojarasca de las coníferas y la materia orgánica poco transformada (humus tipo mor). Esta acumulación es debida a las bajas temperaturas que dificultan su descomposición por los microorganismos. Todos estos procesos llevan a la acidificación del suelo y a los bajos niveles de calcio, nitrógeno y otros nutrientes que caracterizan estos suelos.

 

 

Bosque mixto de Larix laricina y Pica mariana

Fuente: Wiimedia

 

Con estas condiciones ambientales de clima riguroso, terrenos helados gran parte del año y suelos pobres en nutrientes, son las coníferas las que dominan la vegetación. Este tipo de árboles (cuyas semillas se encuentran encerradas en conos o piñas) estuvieron más extendidos en anteriores épocas geológicas, mientras que, actualmente,  son las angiospermas (verdaderas plantas con flores), más evolucionadas y diversificadas, las que dominan la mayoría de los biomas terrestres. Las coníferas, hoy en día, solo son dominantes en los bosques boreales y en las zonas montañosas de las regiones templadas, formando el límite tanto latitudinal como altitudinal de la vegetación arbórea.

 

Aunque dominen en los climas fríos, también son bastante resistentes a la sequía, por lo que muchas especies viven en zonas cálidas semiáridas y mediterráneas, como ocurre con muchos cipreses (Cupressus), sabinas y enebros (Juniperus) y pinos (Pinus). Estos últimos también pueden formar bosques en los climas templados, generalmente sobre suelos pobres o poco profundos, o en áreas donde son frecuentes los incendios.

 

 

Bosque de Larix gmelinii. Fuente: Pinchando el enlace

 

La forma de crecimiento de los bosques boreales de coníferas, está caracterizada principalmente por su característica forma cónica, que favorece la caida de la nieve acumulada en las ramas y evita su rotura, y por sus hojas aciculares (por lo que tambien se les conoce como bosques aciculifolios). Este tipo de hojas estrechas y con gruesas cutículas enceradas e impermeables al agua, les permite resistir bien las heladas y la sequía, pues presentan una superficie de transpiración muy reducida. Aunque estos climas boreales son húmedos, en invierno el agua del suelo se encuentra helada y los árboles no pueden absorberla (sequía invernal) y reemplazar la que se pierde por evaporación. Otros árboles evitan esta pérdida de agua dejando caer sus hojas en invierno, pero las coníferas son en su gran mayoría perennifolias. La permanencia de las hojas en invierno (bosques perennifolios o siempreverdes) les permite realizar la fotosíntesis en cuento suben las temperaturas en primavera y se deshiela el suelo, aprovechando mejor la corta estación de crecimiento.

 

 

Turberas (palsa) del norte de la Taiga. Fuente:

Peatlands around the world

 

Las coníferas que forman estos bosques boreales pertenecen a unos pocos géneros como son las piceas (Picea), los abetos (Abies) y los pinos (Pinus) que predominan en las regiones septentrionales de Norteamérica, Europa y oeste de Asia, mientras que los alerces (Larix) predominan en el este de Asia (Siberia central y oriental). Los alerces no son perennifolios, sino que pierden las hojas en invierno (algo muy poco común en las coníferas), siendo característicos de las zonas de clima más continental de la taiga, donde el permafrost es más continuo, y el clima es demasiado frío y seco para que sobrevivan las especies perennifolias.    

 

Además de las coníferas en estos bosques también viven árboles de hoja ancha caducifolios como álamos (Populus) y abedules (Betula), que suelen ocupar las zonas incendiadas, los claros de los bosques y las márgenes de los ríos. Otros árboles y arbustos presentes en estos bosques, siempre con poca diversidad de especies, son los sauces, los alisos, los rosales, las zarzamoras y los arándonos. Entre las plantas herbáceas son frecuentes las perennes, mientras que son muy escasas las anuales. Los que si llegan a ser muy abundantes en este bioma son los musgos y los líquenes. Aunque en los bosques boreales podemos encontrar distintas comunidades vegetales, su aspecto es muy homogéneo debido a la dominancia de pocas especies de coníferas en grandes áreas geográficas. A pesar de la gran extensión que ocupa, su biodiversidad es baja en comparación con los biomas de climas más templados y tropicales.

 

 

Podzol. Fuente: FAO

 

En su franja mas septentrional y cercana a la tundra el crecimiento de estos bosques es muy lento y los árboles no alcanzan excesiva altura (debido a la pobreza del suelo, al permafrost, y a las bajas temperaturas). No son bosques muy cerrados y presentan un sotobosque con gran abundancia de líquenes (bosque boreal abierto o verdadera taiga). Si se ven alterados por incendios, actividades mineras  o por la tala, se recuperan muy lentamente. Conforme nos vamos desplazando hacia el sur los bosques son más densos y de mayor altura (bosque boreal cerrado), hasta que en las cercanías de los bosques templados se van enriqueciendo con especies arbóreas caducifolias típicas de este otro bioma. Además de con los bosques caducifolios, también puede limitar por el sur con las grandes praderas americanas o con las estepas asiáticas.

 

 

 

Sequoia sempervirens. Fuente Universidad central de

Santiago de Chile: Sebastián Teillier A.

 

Las adaptaciones de la fauna a este clima tan riguroso comprenden: migraciones (muchas aves), hibernación (algunos mamíferos como el oso), pelaje blanco invernal (zorro, lobo, liebre, buho,..), almacenamiento de semillas para el invierno (ciertas aves, ardillas,..) y desarrollo de pelajes invernales con un gran aislamiento térmico (marta, armiño,..). (Estas pieles han sido  muy cotizadas por la peletería y ya en el siglo XVIII comenzó la exploración de estas regiones por los tramperos para la explotación de las pieles con fines comerciales,  lo que diezmó la fauna).

 

Al igual que ocurre con la tundra, en las montañas de latitudes situadas más al sur, también se desarrollan bosques de coníferas similares a la taiga. Son los bosques de coníferas de montaña, que se extienden por debajo de la tundra alpina en las altas montañas de la zona templada de Norteamérica (Montañas Rocosas, Sierra Nevada, Sierra Madre), Eurasia (Pirineos, Alpes, Carpatos, Caucaso, Himalaya) y norte de Africa (Atlas). Aunque el clima de estas zonas es frío y las precipitaciones en invierno son en forma de nieve, en verano se alcanzan mayores temperaturas y la estación de crecimiento es más larga que en los climas boreales. Como ya nos encontramos en las latitudes templadas, la duración de las estaciones y la distribución de las horas de sol a lo largo del año es la propia de estas latitudes.

 

También existen bosques de coníferas de montaña en zonas subtropicales y tropicales, como ocurre en las altas montañas centroamericanas, existiendo en las montañas de México y Guatemala una gran diversidad de coníferas, sobre todo del genero Pinus. En el Hemisferio Sur, los bosques de coníferas, mucho mas escasos y pobres en especies, se presentan formando parte de bosques mixtos con especies planifolias y bajo clima un clima templado lluvioso de influencia oceánica. Es lo que ocurre en el sur de los Andes, con los bosques de lahuenes (Fitzroya) y araucarias (Araucaria) y en Nueva Zelanda con los bosques de kauris (Agatis).

 

 

Taiga en verano y sus mamíferos

Fuente: Life Science Galery

 

Similares climáticamente a estos últimos son los bosques costeros del Pacifico norteamericano, que ocupan una estrecha franja entre el sur de Alaska y el norte de California. Pero en este caso si son bosques compuestos casi exclusivamente de coníferas. Son bosques de clima templado, con inviernos no muy fríos  y altas precipitaciones (800 a 3000 mm). En otras partes del mundo este tipo de bosques están dominados por árboles de hoja ancha (planifolios), que aquí son muy escasos. Es uno de los ecosistemas más productivos del mundo y sus árboles son los más altos y de mayor longevidad dentro de cada uno de los géneros de coníferas representados (Abies, Picea, Pinus, Larix, Chamaecyparis, Calocedrus, Pseudotsuga, Sequoia, Thuja y Tsuga).

 

Podemos destacar a los siguientes gigantes del mundo vegetal, con la altura y edad que suelen alcanzar en estos bosques : el abeto Douglas  o pino de Oregón (Pseudotsuga menziesii) de 70- 80m y +750 años, la tsuga del Pacífico (Tsuga heterophylla) de 50-65 m y + 400 años, la tuya gigante o cedro rojo del oeste (Thuja plicata) de 60 m y + 1000 años, la picea de Sitka (Picea sitchensis) de 70-75 m y + 500 años, el abeto noble (Abies procera) de 45-70 m y + 400 años, el ciprés de Lawson o cedro de Oregón (Chamaecyparis lawsoniana) de 60 m y + 500 años, el alerce occidental (Larix occidentalis) de 50 m y + 700 años, el pino blanco del oeste (Pinus monticola) de 60 m y +400 años, el cedro de incienso (Calocedrus decurrens) de 45 m y + 500 años, y la secoya roja (Sequoia sempervirens) de 75-100 m y + 1250 años. Estas alturas y edades no son las máximas pues son superadas en ciertos casos y localidades excepcionales.

 

Mientras que muchos bosques de coníferas de montaña de las regiones templadas son similares a los bosques boreales por su clima de inviernos muy fríos y por la estructura de su vegetación, en el caso de los bosques de coníferas costeros las diferencias son bastante apreciables y pertenecen, claramente,  a los biomas boscosos de los climas templados.

 

 

J. P. Zaballos

 

Ver suelos de la taiga en nuestros post del Curso: “Geografía de Suelos y Magaedafología

 

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54 comentarios

  1. […] Chernozems (Suelos de Praderas, Estepas y Pampas) Publicado por Juan Jose Ibáñez y Francisco Javier Manríquez Cosio el 26 abril, 2014 Comentarios (0) TweetEl Grupo de Suelos de Referencia de los Chernozems integra los suelos con una capa superficial gruesa, negra y rica en materia orgánica. El científico Ruso de Suelos Dokuchaev acuñó el nombre “Chernozems” en 1883 para denominar el “típico” suelo zonal de las estepas de pastizales altos del Este de Europa, principalmente Ucrania y Rusia. Este tipo de edafotaxa ha recibido varias denominaciones en otros sistemas clasificatorios: “Calcareous Black Soils” (“Suelos Negros Calcáricos), “Eluviated Black Soils” (“Suelos Negros Eluviados”) (Canadá), así como varios subórdenes de los “Molisols” (“Molisoles”) (USDA Soil Taxonomy). Connotación: suelos negros ricos en materia orgánica; del Ruso “chern”, negro y zemjla, tierra. Material parental: mayoritariamente sedimentos eólicos y especialmente los de tipo loess. Ambiente: regiones con un clima continental caracterizado por inviernos fríos y veranos cálidos, en llanuras y terrenos ondulados con una vegetación de pastizales de tallo largo (y/o bosques en las zonas de transición al norte, con los bosques de coníferas de la Taiga). […]

  2. Hola, soy Anapaula alumna de bachillerato, me pareció una información muy buena a cerca de la Taiga, pues amplio mucho mi conocimiento sobre esta, como bien se sabe la traiga es un lugar donde se practica mucho la tala de árboles y la caza, y poco a poco están acabando con este maravilloso lugar, en la actualidad existen muy pocas asociaciones que la están protegiendo, espero que más personas, asociaciones, intituciones, etc. se den cuenta de la existencia de este bello bioma y se pueda hacer algo para protegerla

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