Cuando los responsables del sistema de Blogs “Compromiso Social de la Ciencia” de la Comunidad de Madrid me invitaron a abrir una bitácora, ni sabía de qué me estaban hablando. ¿Una qué? ¿Qué es eso?, fueron las primeras palabras que salieron de mi boca. Desconocía totalmente la peripecia que me depararía aceptar tal reto. Casi dos años y medio después de iniciar tal andadura debería destacar que se abrió ante mi otro “nuevo Universo Invisible” que ha cambiado radicalmente mi manera de pensar sobre muchos asuntos. Por lo que respecta a la edafología, no hay más bitácoras que esta hasta la fecha que yo conozca, al menos en español, ingles y francés. Por esta razón, me veo obligado a recabar mi información de páginas Web. Una de ellas es la de La Universidad de Granada. ¿Es buena? Yo diría que excelente. Pero el mérito de sus arquitectos va mucho más allá. Por un lado, se abrió hace unos doce años (más o menos), convirtiéndose en el primer referente en lengua castellana que yo conozca. Por aquellos tiempos era una iniciativa generosa, innovadora, y me atrevería a decir que arriesgada. Sin embargo, al principio percibí, y más tarde corroboré que había un asunto que no me gustaba nada. Conforme iba escribiendo post y buscando información en la Web para ello, me di cuenta que muchos documentos que circulan por el ciberespacio en castellano plagiaban los contenidos de esta página Web, con toda impunidad y sin hacer referencia alguna a las fuentes consultadas. Este post tiene como objeto revindicar y agradecer el enorme trabajo realizado por Carlos Dorronsoro y colaboradores durante muchos años, verdaderos pioneros de la docencia de la edafología en Internet, al menos en España.

 

 

 

Página Profesional de Carlos Dorronsoro

 

No voy a detallar todas las cualidades del curso on-line de Edafología de la Página Web de la Universidad de Granada, así como del restante y abundantísimo material que nos proporciona sobre muchos tópicos de interés en la ciencia del suelo. Sería demasiado prolijo y aburrido para los lectores de esta bitácora.  Lo mejor que podéis hacer es entrar en ella y comprobarlo por vosotros mismos.

 

Las pocas veces que he hablado con Carlos sobre esta página Web, así como acerca de la suya personal, me han dejado un sabor agridulce.  La razón estriba en que en dos años y medio, esta bitácora ha alcanzado mayor visibilidad que su página Web (que no se queda coja, ya que se acerca al millón de entradas). Sinceramente me parece injusto. Obviamente el número de entradas depende de muchos factores (y la calidad es tan solo uno entre otros muchos). Del mismo modo, una weblog de divulgación científica tiene objetivos bien distintos que otra docente diseñada esencialmente para estudiantes universitarios y profesionales. Es cierto que no podemos mezclar churras con merinas. Sin embargo, lo que más me duele es la cantidad enorme de material plagiado de la página Web de la Universidad de Granada que deambula por el ciberespacio. De los comentarios de Carlos, siempre muy prudentes y respetuosos, he detectado una cierta tristeza, que no indignación. Y tiene toda la razón del mundo. El plagio es simple y llanamente mala praxis y corrupción científica, se trate del material que se trate (investigación, divulgación, docencia….)  y con independencia del formato en que se ofrezca (papel, Internet….).

 

Muchos colegas me recriminan por abordar en numerosas ocasiones el tema del fraude científico. Consideran que este hecho da una mala imagen de la profesión científica. Pero los hechos son contundentes e incuestionables. Efectivamente, muchos investigadores de diversos campos incurren o en fraude o en mala praxis científica cuando se apropian indebidamente del material que otros en elaborado con trabajo, esmero y cariño. Y no hay justificación que valga. Carlos Dorronsoro y colaboradores nos ofrecen una enorme cantidad de información a “todos”. ¿Por qué entonces no agradecérselo con el simple gesto de citar la fuente? No hay excusa, se mire como se mire.

 

Al inicio de mi andadura como blogger eludía entrar en las páginas Web de la Universidad de Granada para recoger información. Estaba seguro de que otros colegas españoles me iban a recriminar si reproducía algunos pasajes escritos por Carlos y colaboradores (estos últimos con mayúsculas: Pepe Aguilar, Enrique Barahona y un largo etcétera de buenos profesionales que soslayo por puro desconocimiento: ¡perdón!). Y efectivamente no andaba descaminado, si atiendo a los comentarios rumores que me llegan. Sin embargo, conforme adquiría experiencia y recapacitaba comencé a cambiar de opinión y os explicaré las razones de ello.

 

Por un lado, puedo colaborar modestamente a publicitar su página Web y revindicarla como merece. Pero existe otra razón menos altruista, aunque de peso. Conforme iba capturando documentación y comprobando la abundante cantidad de información plagiada del esfuerzo realizado por el Dpto. de la Universidad de Granada me asaltó una duda. Bien podía estar ocurriendo que, por evitar incluir su información, estuviera “plagiándola” involuntariamente de fuentes fraudulentas. En otras palabras, incurrir en el pecado capital que denuncio.  Y bien pudiera haber ocurrido ya. No me encuentro con fuerzas de revisar todas las fuentes consultadas tras escribir 800 post para comprobarlo. Pero de ser el caso les pido mil perdones, de todo corazón.

 

Por todo ello, he decido cambiar de opinión y citarles todo lo que puedo y merecen. Sin embargo, tal cambio de dirección también acarrea problemas que pueden entristecer a Carlos. Os lo voy a demostrar con un ejemplo que vosotros mismos podéis verificar. ¿Preparados? Pues vamos allá:

 

Abrir vuestro motor de búsqueda (yo utilizo Google) Teclear Carlos Dorronsoro y a buscar. No hay problemas. Carlos aparece en todos los primeros puestos del ranking, y ya en la segunda página comienzan a aparecer algunas referencias a esta weblog. ¡No pasa nada! mientras sea así ¿no? Significa que por estar bien posicionado en la Web y citarle mucho también aparece la bitácora “Un Universo Invisible”. Pero ahora viene lo peor. Una vez allí, en lugar de buscar documentos, pinchar en imágenes. Veréis que existe otro Carlos Dorronsoro que investiga en una rama diferente del conocimiento científico. En consecuencia, vais a búsqueda avanzada y añadís el vocablo edafología, reiniciado la búsqueda de nuevo. Y he te aquí que comienzan a aparecer imágenes de nuestra bitácora, incluidas fotos de mi persona, Pavel Krasilnikov, Asunción Saldaña, etc. Carlos apareció, para mi horror, en la foto 36 (sabemos que este ranking puede variar un poco según el día, etc.) ¿Es justo? ¡Obviamente no! Ahora bien ¿Qué puedo hacer? Si le cito ocurre esto, pero si no lo hago puedo terminar incurriendo en plagio. En este caso considero que es mejor el remedio que la enfermedad, pero resulta obvio que los buscadores actuales tienen estos problemas (y otros) colaterales. Puedo comprender que a ciertas personas que me tienen inquina les moleste este hecho (no es, que yo sepa, el caso de Dorronsoro). Sin embargo, tienen que entender que, hoy por hoy las cosas son así. Ojalá la Web semántica o 3.0 sea pronto una realidad y al contextualizar las búsquedas se soslayen estos defectos.

 

Creo que Carlos Dorronsoro y Pepe Aguilar (Catedrático en el departamento universitario aludido) están a punto de alcanzar su jubilación (Enrique Barahona, que también colaboró en la Página Web de la Universidad de Granada lo hizo hace unos dos años). Obviamente tal hecho no significa no que puedan seguir enriqueciendo su especio virtual. Así lo espero por el bien de la edafología. Considero que es mi obligación rendir en este post homenaje a estos pioneros de la edafología en la Web de habla castellana. Se lo merecen por empezar en una época en que nadie sabía la revolución que llegaría a significar la Web. Se lo merecen por años de arduos esfuerzos para alcanzar un producto de la calidad como el que han puesto s nuestra disposición. Se lo merecen tras tanto “bicho” que les plagia una vez tras otra. ¿No pensáis lo mismo? Si sois personas honestas creo que sí.  Se lo merecen porque nuestro puñetero sistema de valoración de la actividad científica no tiene a bien considerar la generosidad como un valor añadido de los profesionales que juzgan. Gracias Carlos y a los restantes miembros participantes del Departamento de la Universidad de Granada por vuestra generosidad y visión de futuro. Y lo hago en nombre de todos los que buscamos o escribimos en ella sobre edafología en la Web.

 

Eso sí, a los que me han atacado traperamente en los últimos tiempos, les diría que no interpreten este post como un intento de acercamiento hacia su colectivo. Ese es un asunto muy grave que, de proseguir, terminará en los tribunales de justicia. Por las mentiras, injurias y ataques hacia mi persona no paso.

 

 

Juan José Ibáñez

 

PD. Posteriormente apareció otro curso on-line de la Universidad de Extremadura que no debo olvidar. Pero que yo sepa (y si me equivoco me lo indicáis, por favor)  es posterior al que hoy homenajeamos en nuestra bitácora de divulgación científica, que no de docencia.

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6 comentarios

  1. Gracias José Alberto. Seguro que te lo agracede y y sobre todo siento un antiguo alumno, que debe ser muy gratificante para un profesor que le recuerden con cariño.

    Cordiales saludos

    Juanjo Ibáñez

  2. Hola,escribo este mail deseando que llegue a Carlos Dorronsoro.Estaba navegando en internet y descubrí esta pagina y me sorprendió…mi nombre es Pamela Sol Dorronsoro,soy Argentina,vivo en Viedma,capital de Rio Negro.Actualmente vivo en la ciudad de Bahia Blanca,soy estudiante y tengo 20 años,estudio Ingenieria agronómica en la universidad nacional del sur,el año que vine termino si Dios quiere tercer año.

    Paso a contarle por qué me sorpernde ver esta página a demás del apellido en común,un día cursando en mi universidad un taller de segundo año una profesora me pregunto si tenia parientes en España porque ella conocía a un profesor con mi apellido que vivía allí, no me dijo de que parte de España pero sí recuerdo que mencionó que su profesion se vinculaba con la edafologia.No supe responderle si yo podría tener algún vínculo con dicho profesor que ella conocía.

    Como verá me intriga saber si ustded tiene algún vínculo con mis familiares de allí.Con unos de los tíos que con mi familia más cercana nos relacionamos es con Juan Antonio Dorronsoro,que vive en Donostia,San sebastian.

    Puede ser todo una simple coincidencia,los datos que aporto son ínfimos,pero considero importante saber si ustded forma parte de mi "Árbol Genealógico",es decir parte de mi gran familia.

    Me despido, y espero no resultar una molestia con este mail.

    Creo difícil pero posible su respuesta.

    Con mucho respeto lo saludo, y despido,Pamela.

  3. Yo también fui alumno de Carlos Dorronsoro cuando cursé su asignatura en Ciencias Ambientales en Granada, e hice uso de su web durante y después de sus clases. Doy fe de que sus clases y material adicional fueron geniales. Me entristece enterarme de los casos de plagio, pero demuestran la calidad del material aportado por Carlos. En la actualidad lo sigo usando como un referente para consulta, por lo que solo me queda darle las gracias. Gracias por compartir, y gracias por desarrollar una herramienta tan útil y accesible. Saludos

  4. Hola, estoy buscando un articulo o tesis del profesor dorronsoro llamado Contaminación por metales pesados
    I García, C Dorronsoro, si alguien pudiese ayudarme lo agradeceria. ! mi correo ale2002708@gmail.com

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