Posiblemente fuera la necesidad de transmitir información relativa al entorno, así como de los posibles usos de los organismos vivos y objetos inertes, lo que llevara a los pueblos paleolíticos primero, los neolíticos después y finalmente a las civilizaciones a categorizar y clasificar los objetos naturales, como venimos analizando en los post incluidos en la categoría de etnoedafología y conocimiento campesino.  Dentro de la tradición occidental, los libros actuales suelen comenzar a abordar el tema a partir de los escritos de los filósofos naturales de la cultura helenística (p. ej. Anaximandro de Mileto, Empedocles, Aristóteles, Teofrasto, etc.). Estos ya comenzaron a establecer los primeros sistemas de clasificación biológicos, cuyo máximo exponente, siglos después, terminará siendo Carl von Linné con sus «Species Plantarum» (1753) y «Systema Naturae» (1758).

 

 

La identificación y clasificación de los organismos vivos y los suelos ha sido llevada a cabo por pueblos aborígenes de todo el mundo desde tiempos remotos. Diversos estudios etnológicos han demostrado que los pueblos aborígenes de Nueva Guinea y Chiapas (México), por ejemplo, identifican las especies de su entorno con una precisión similar a como lo hacen los biólogos contemporáneos aplicando todo su bagaje científico, como explican Ernets Mayr y Jarred Diamond, entre otros. Lo mismo vimos que ocurría con los suelos, al menos en numerosas culturas atávicas de varios continentes.  

 

Aunque desde fuera del ámbito de la biología la mayoría de los investigadores de otras disciplinas científicas consideran que los conceptos de especie y los esquemas  de las clasificaciones biológicas se sustentan sobre fundamentos muy sólidos, consensuados por la mayoría de la comunidad científica, intentaremos ir mostrando en post sucesivos que tal percepción peca de una total ingenuidad.

 

También en nuestro cuso sobre filosofía y sociología de la ciencia, estamos abordando como el dilema del continuo también aparece, cada vez con más ímpetu, en diversos contextos, de tal modo que podría decirse que lo impregnarlo todo. De cualquier forma, los conceptos y esquemas clasificatorios siguen siendo temas debatidos y polémicos en el ámbito de la biología, dando lugar a una plétora de escuelas antagónicas. Con tal motivo, nos centraremos en la obra de uno de los más famosos biólogos contemporáneos (al que algunos califican como padre de la teoría sintética de la evolución), Ernest Mayr. La obra en cuestión lleva el titulo de «This is biology» (1995). También analizaremos en profundidad una brillante monografía mucho más crítica con la ortodoxia neodarwiniana vigente: «Biophilosophy«, escrita por Sattler en el año 1986. Esta última nos parece más profunda, y sobre todo más apropiada, con vistas a analizar las relaciones entre la biología y otras ramas del conocimiento científico. En consecuencia, seguiremos esencialmente la última, refiriéndonos a la de Mayr cuando resulte apropiado.

 

Obviamente, existen muchos más textos sobre el tema. Sin embargo, los seleccionados reflejan los dos extremos de un espectro que pivota entre la ortodoxia y el dogmatismo más puro y el pluralismo epistemológico defendido cada vez con más fuerza por muchos biólogos y especialistas en otras ramas del conocimiento científico.

 

Mayr (1995) en la primera página del capítulo 5 de la obra aludida anteriormente, comenta sobre las controversias teóricas de la biología que, existen polémicas interminables, tales como: las del equilibrio puntuado (saltacionismo versus evolución gradualista), el significado de la biodiversidad, el programa adaptativo, la definición de especies, etc. Seguidamente, en el Capítulo 8, señala que es típico de la biología que la solución definitiva a una larga controversia combine elementos de los distintos bandos opuestos. Para este autor, tales grupos tribales suelen ser escuelas que abordan un cierto tema desde una determinada perspectiva, considerando la suya como la más pertinente. Todos manifiestan dogmáticamente poseer la «verdad». Probablemente, cada uno albergue parte de ella, pero habitualmente hacen extrapolaciones erróneas, por cuanto parten de verdades parciales. Para Mayr, la respuesta definitiva suele encontrarse eliminando los errores y combinando las porciones válidas de las diversas teorías rivales.

 

La dinámica de las controversias científicas, en general, ha sido abordada en detalle por varias escuelas de filosofía de la ciencia, que hemos visto en el mencionado curso, siendo  bastante más compleja y diversa de lo que piensa Mayr, no obstante su perspectiva bien puede servirnos como punto de partida.

 

Por su parte, en las primeras líneas del capítulo 4 «Concepts and Classificatión«, sobre el que se basará esencialmente mi discurso, Sattler escribe:

 

«…Science, like philosophy, is conceptual, i.e. scientific statements are made through the use of concepts…. A concept is an abstraction….. Another example that illustrates different ways of abstraction and concept formation is the subdivision of biology into subdisciplines. Using a taxonomic criterion one can subdivide biology into botany and zoology….. In terms of level of organisation biology consists of molecular, cellular, organismal and environmental biology. And according to other features of living organisms one may distinguish between morphology, physiology, genetics, systematics, taxonomy, etc. Separating certain features and thus forming a concept often requires the drawing of boundaries. From this point of view abstraction and concept formation are a problem of delimitation……«

 

Mayr, en el mencionado libro comenta que, a diferencia de otras ciencias más duras, como la física y la química, los conceptos en biología constituyen la semilla nucleadora sobre la que se sustenta el progreso de la disciplina, aunque desde fuera sea considerada como una de las ciencias más experimentales (empíricas). En nuestra opinión, esta idea es extensiva a otras ciencias históricas y/o que abordan el estudio de los recursos naturales, tal como lo es la edafología. Ya en 1988, junto a mi colega y amigo Avelino García-Álvarez redactamos un artículo en el que sosteníamos que en edafología y otros campos afines la mayor parte de los científicos actuales parecen confundir progreso científico con innovaciones tecnológicas, soslayando el rol central de la potencialidad heurística de las hipótesis audaces. Sin embargo, en la actualidad, son muchos los expertos que consideran que la tecnología es el motor que hace progresar la ciencia.

 

Resulta un tanto sorprendente que ya entrado el siglo XXI aun nos encontremos debatiendo este tema, perdidos en un ingente marasmo de discusiones bizantinas. Se me antoja que se trata del cuento de siempre, es decir si primero fue el huevo o la gallina. Sin embargo esta es la pura y cruda realidad. Tengo la impresión, como ya vimos al abordar la escuela filosófica de los induccioncitas primero, y los paradigmas de Kuhn después, que la niebla que enturbia el horizonte se aclararía si tuviéramos en cuenta el problema de las escalas temporales que se consideran a la hora de defender diferentes perspectivas.

 

Dentro de un mismo paradigma o tradición científica, puede ser cierto que los avances tecnológicos fomentan el progreso de la ciencia, en tanto en cuanto tengamos en cuenta que bajo las instrumentaciones y métricas subyacen teorías, sin las cuales no podrían haberse desarrollado. Sin embargo, los grandes saltos cualitativos surgen de ideas revolucionarias. Estas dan lugar a nuevas tradiciones o paradigmas científicos, que en parte son inconmensurables con las anteriores, lo que pone en tela de juicio la idea de un progreso acumulativo de la ciencia, al menos en términos absolutos.

 

Permítanme que termine este post utilizando parte de un texto escrito por Dominque Latour en su libro La Caja de Pandora. Se trata de una entrevista que un psicólogo le hacía a este autor cuya especialidad resulta difícil de especificar, por cuanto se dice de él que es antropólogo, historiador y filósofo de la ciencia, sociólogo del conocimiento, o como prefiere calificarse a si mismo: profesional de los estudios de la ciencia o estudios sociales de la ciencia.     

 

  «Tengo otras dos preguntas más», añadió, con un tono de voz que parecía más relajado. «¿Sabemos más de lo que sabíamos antes?»

 

?«¡Pues claro! ¡Mil veces más!»

 

«¿Quiere eso decir que la ciencia es acumulativa?», continuó con algo de ansiedad, como si no quisiera que le ganaran demasiado rápidamente la partida.

 

«Supongo que sí -contesté- aunque soy menos categórico en este punto, ya que las ciencias también olvidan muchas cosas, buena parte de su pasado y buena parte de sus antiguos programas de investigación; pero en conjunto, digamos que sí. ¿Por qué me pregunta estas cosas? ¿Por quién me toma?»

  

Juan José Ibáñez

 

Continuará…….

 

Sumario de los post editados en “Curso Básico sobre Filosofía y Sociología de la Ciencia hasta este post (pinchar en los números para desplegar los post)

 

¿Qué es esa cosa llamada Ciencia?

El Método Científico

Curso Básico sobre Filosofía y Sociología de la Ciencia

Reduccionismo Epistemológico

Ciencia e Inducción [1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13,]

El Círculo de Viena y el Positivismo Lógico [41]

Filosofía de Karl Poper: El Falsacionismo [14, 15, 16, 19, 20, 21, 23, 24, 25, 26]

Filosofía de la Teoría de la Evolución y Sociedad   [17, 18],

Naturaleza y enseñanza de la Ciencia [22]

Las Teorías Científicas Como Estructuras Complejas

La Filosofía de Imre Lakatos  [28, 29, 30, 31, 32]

La Filosofía de Thomás Kuhn [33, 34, 35, 36, 37]

Filosofías Radicales de la Ciencia: Feyerabend y más  [38]

Filosofía de la Ciencia versus filosofías científicas [39]

¿Es la mente fractal? [40]

¿Filosofía Cuántica? [42]

Seredipidad o Serendipia y la Lógica de los Descubrimientos Científicos [43]

El Dudoso Estatus de los Ciencia Modelos de Simulación Predicativos [44]

Filosofía de la Tecnología y Ortega y Gasset [45]

Los Conceptos y Sus Limitaciones: Vivir en la Incertidumbre [46]

Nominalismo, Realismo y Conceptualismo: Sobre el significado de concepto [47]

Pensamiento Analógico y Pensamiento Digital: Acerca de lo Continuo y lo Discreto [48]

El Discurso Científico, Conceptos Contrarios y Jean-Marc Lévy-Leblond [49]

Sobre Ciencia, Filosofía de la ciencia y religión : [50]

Clasificaciones, la Percepción del Mundo y el Progreso Acumulativo de la Ciencia [51]

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