Panorama Edáfico y los Problemas Ambientales: Una Perspectiva Mexicana (por Régulo León-Arteta)

Puede considerarse como un hecho que muchos investigadores o al menos los relacionados con el ambiente, enfocarían de diferente manera sus esfuerzos si reflexionaran un poco más el contexto donde se encuentran. Pero ello no debe ser privativo de esos científicos, sino que debiera considerarse un derecho y un deber, de todos los seres que presumimos de Homo sapiens. Así la globalización financiera de nuestro mundo, independientemente de los contras y pros, nos permite acercarnos a la conciencia de la globalidad del ambiente. Las crisis del medio oriente o bien la financiera hipotecaria de EEUU, son un ejemplo reciente. Y entre las responsabilidades que se adquieren bajo este nivel de conciencia, esta la necesaria coexistencia con todo, o al menos con los demás seres vivos. En esta realidad sobresale como el ente viviente más grande del mundo y al que generalmente conocemos como suelo.

 

 

En la cultura occidental es el suelo superficial, también conocido como la epidermis de la tierra o edafósfera con 720 millones de años de antigüedad, la que a pesar de su grosor variable y mas aceptado, ha sido el sostén ignorado de nuestra existencia, a tal grado que hasta los especialistas internacionales, polemizan sobre la crisis del agua sin vincularla a la del suelo. Dicho ente vivo o ecosistema cuya influencia benéfica se extiende hacia arriba y hacia abajo varios kilómetros, reclama con urgencia nuestra atención inteligente.

 

El suelo, conocido científicamente como solum, influye y soporta a dos grandes fenómenos en su parte superior que amenazan con la desertización del planeta: la destrucción de la capa de ozono y el calentamiento global por el efecto invernadero. Por cierto este último cada vez mas puesto en duda. No así la aridización, mas conocida como desertización o la traducción deficiente conocida como desertificación. En la  parte inferior los suelos son determinantes de la calidad y cantidad del agua de los acuíferos.

 

Estos tres fenómenos afectan la biodiversidad y han merecido la atención del programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

 

 

 

Suelo, Regolito, Zona Vadosa y Aguas Subterráneas

 

Se trata pues de graves problemas medioambientales en donde el cuidado del suelo tiene un papel preponderante, aunque generalmente la preocupación se ha concentrado en la amenaza creciente del calentamiento global, considerado como agente causal entre otros del mayor rigor y frecuencia de las sequías y los superciclones.

 

Según la Convención de las Naciones Unidas en la lucha contra la Desertización, ésta se manifiesta en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas-secas que ocupan la mayor parte de la extensión territorial de México. A ellas debemos agregan nuestras escasas zonas húmedas,que también son afectadas por la contaminación, el urbanismo y la erosión hídrica y por ende coadyuvantes de la desertización del planeta.

 

Una mejor comprensión de esta situación y la posibilidad de intervenir positivamente se darían al cambiar el concepto suelo por el concepto más holístico de tierra, en donde se abarca al solum y al ambiente que lo rodea.

 

Este contexto y las investigaciones recientes, nos obligan a cambiar lo que quedó expresado en las dos ediciones anteriores del libro Nueva Edafología, sobre la erosión hídrica y su principal agente causal, la deforestación, por lo afirmado en SEMARNATCP (2001-2002): el deterioro de los suelos se debe principalmente a la pérdida de su fertilidad por el laboreo y el pastoreo abusivo. Haciendo un paréntesis sobre la labranza, en Europa se le da la misma importancia que al deterioro de los suelos por erosión.

 

 

 

El yunticultor es una alternativa menos agresiva al suelo que el tractor, en los

terrenos cuyo cultivo resulta necesario en un determinado país y economía.

Sin embargo,  ha recibido menos atención, debido a que no tiene los mismos

márgenes de ganancia para los involucrados con la venta de maquinaria.

 

El pastoreo extensivo, es una forma abusiva de aprovechamiento en continuo avance en países como México, que debe considerarse responsable, entre otras cosas de la excesiva producción de gas metano, una consecuencia de la digestión de los rumiantes, con efectos más drásticos que el dióxido de carbono.

 

 

 

Terrenos cercanos a Xalapa, con graves daños al suelo por sobrepastoreo

 

En síntesis, el tratamiento que le damos al suelo tiene efectos sobre varios miles de metros arriba de él y sobre todo el globo terráqueo, e incide en cientos de metros abajo, en la existencia y calidad de los mantos acuíferos. Conviene enfatizar que los terrenos con poco valor agropecuario, como son por ejemplo las cumbres de las montañas, el mal país y los desiertos, tienen sin embargo un papel determinante tanto en la captación de carbono, como en el enriquecimiento de los mantos freáticos.

 

Todo ello independiente de su innegable valor estético, doble razón para considerar su tratamiento en los proyectos de desarrollo ya que lamentablemente, el que se da al suelo es de expoliación.

 

Otra aspecto sobre el que reflexionar, como Mexicano, resulta de nuestra posición en el contexto mundial, donde mantenemos una dependencia tecnológica del exterior, que va desde la industrialización del petróleo, hasta la maquinaria e insumos de la producción rural. También a escala planetaria, está el éxodo de la población, en el que los que emigran provienen primordialmente del campo, con el sabido abandono de las tierras de cultivo y el ensanchamiento de los cinturones de miseria de las grandes ciudades. Dicha locura ha sido favorecida por la especulación irracional en las materias primas, por transnacionales que alteran hasta los precios de los alimentos, en aras de la neurótica acumulación del poder vía las ganancias. Este último ha sido el objetivo real de los genocidios y las guerras ya sea con burdos pretextos o actuando descaradamente.

 

 

 

Niños soldados del Congo. Aunque dichos “negocios” hagan más

agobiantes las sequías y hambrunas que asolan a grandes

regiones del planeta y con ellas la reaparición de la peste blanca

o tuberculosis, que es una de sus asociadas e inclusive ahora con

cepas antibiótico resistentes, una de las consecuencias de la sed

desmedida de ganancias.Aunque fue considerada entrelos flagelos

antiguos y ahora es rematada con los modernos como el SIDA.

 

Tal ha sido el contexto de la investigación científica en países como el nuestro. Pero en forma específica respecto a los suelos, durante mucho tiempo se privilegió el análisis químico de estos, que junto con las variedades “mejoradas”, la aplicación masiva de fertilizantes y otros agroquímicos, siguen siendo los pasaportes para llegar al paraíso del modernismo productivista. Sólo a mediados del siglo pasado comenzó el interés por los aspectos físicos del suelo, aunque la biología de éste, como tal, no se hizo presente hasta finales del mismo, aun esta empezando a dejar de ser una mera curiosidad descriptiva.

 

Hoy en día se considera que el suelo atesora propiedades multifuncionales, de importancia determinante para la permanencia de la actual forma de vida sobre la tierra emetgida. Razón por la que entre otros conceptos, revaloricemos a los invertebrados en tres asociaciones funcionales y su papel en el ciclo de la materia orgánica. Con ello se espera estar contribuyendo a la propuesta de Eckholm: “convertir en positiva la cadena negativa de reacciones inevitables” a la que aludimos en la introducción de las ediciones anteriores de la Nueva Edafología y reestablecer la comunicación con la naturaleza. Aunque algunos de nosotros, ya pensamos en términos de tierra como la como bodega de nutrimientos y agua, incluyendo ahora su relación con la cubierta vegetal y la producción de oxígeno. Aún, sólo unos cuantos la consideramos como un ente vivo, el más grande que existe, por su importancia en los climas locales, el secuestro del carbono y su influencia en el calentamiento global, y en la zona “vadosa”.

 

 

 

Suelos, Zona Vadosa y Aguas Subterráneas

 

La zona vadosa comprende desde la superficie del suelo hasta los mantos freáticos, donde los generalmente devaluados 18 centímetros del suelo orgánico tienen un papel determinante.  

 

Por otra parte resaltamos que de la calidad del suelo depende además de la calidad y cantidad de las cosechas, y en gran medida de la calidad del agua y aire, recursos cada vez más limitados. Esta propuesta, indudablemente está también relacionada con el uso más racional de la energía, sobre todo la de fuentes fósiles y sus efectos secundarios. Ello nos obliga a definir criterios y a establecer mecanismos operativos para optimizar su aprovechamiento no sólo sustentable, aunque lo deseable sería promover, además del concepto de calidad e importancia del suelo que se expone, la calidad de la vida en función de la Seguridad Humana, según las Naciones Unidas. Esta última puede entenderse como el conjunto de circunstancias y condiciones sociales que le brindan al animal humano, un ámbito sustentable que le permita satisfacer desde sus necesidades básicas hasta las trascendentes, en el ejercicio pleno de la libertad de ser él mismo y a la vez pertenecer a una sociedad global en constante evolución y respetuosa de la armonía natural.

 

 

 

Ciclo hidrológico (fuente Wikipedia)

 

Uno de sus aportes inmediatos sería pasar del imperante eficientismo cuantitativo, a la mejora de la calidad alimenticia de nuestras cosechas, lograda mediante la excelencia de la nutrición vegetal, del riego y hasta del manejo de la salinidad, en su caso. En el concepto calidad de vida convendría considerar, entre otros aspectos, incrementar la proporción de nuestra ingesta cotidiana de proteínas, definitivamente desbalanceada a favor de los carbohidratos amiláceos y grasas saturadas, que resulta evidente casi a escala mundial. La oferta de cereales, hortalizas, frutas y oleaginosas de alto valor nutritivo, puede contribuir a la disminución de ateroesclerosis, hipertensión y varias enfermedades degenerativas, actualmente en franco ascenso, aún en países pobres. En otras palabras, revalorar la importancia de nuestros alimentos considerando la máxima hipocrática de “Que el alimento sea tu medicina y tu medicina el alimento”.

 

 

 

De no menor importancia resulta la producción de forrajes con alto valor nutritivo, ya que disminuyen la presión sobre los pastizales y las áreas cultivadas, elevando también la calidad y abatiendo costos de los productos pecuarios, contribuyendo, además, a recuperar la misión olvidada de “la agricultura guardiana de la salud humana” asignada por Pasteur hace ya dos siglos.

 

En conclusión, se está empezando a trascender el calificativo del suelo como un recurso más del Homo sapiens al reconocer su calidad de ente vivo, que si bien nos es igual al concepto de ser vivo, tampoco se le considera como algo inerte.

 

Es urgente cambiar el“uso y manejo” por “cuidado”, sin embargo aún falta mucho por hacer en este ámbito, buscando el restablecimiento de una convivencia respetuosa y amplia con la tierra. Conviene enfatizar que la historia olvidada, muestra que de la salud de la biota terrestre y desde luego la del animal humano dependen la salud del suelo. Esta supeditación es de una magnitud tan grande como lo es nuestra amnesia, como se comprueba cotidianamente aún en los periódicos. Una disciplina que no reclama la calidad de ciencia, pero que puede auxiliarnos con conceptos frescos a la ingente tarea de aproximarnos a esa convivencia respetuosa lo es la prospectiva, aunque el reto puede parecer abrumador, las opciones cotidianas no hacen justicia al Homo sapiens.

 

Régulo León Arteta

 

Nota del Administrador: estando de acuerdo prácticamente en todas las consideraciones que nos ofrece Régulo, hay que advertir al lector que su concepto de tierra, como alternativa a la de suelos, ya ha calado en EE.UU. (aunque fue defendido desde los años treinta por varios edafólogos), al iniciar un basto programa de investigación denominado Zona Crítica Terrestre (ZCT), del que ya hablamos en este y este post hace un año, y al que dedicaremos un monográfico este otoño. Personalmente utilizo el vocablo de soporte de vida para referirme al menos explícito de ZCT.

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2 comentarios

  1. la verdad muchos de los problemas que hoy agobian a el mundo son grasias alos paises desarrollados que con sus grandes industrias solo hacen que la tierra se acabe lentamente

    grasias espero que les haya paresido bien mi comentario

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