El 2 de febrero de 2006, mucho antes que se me ocurriera narraros un “Curso Básico sobre  Filosofía y Sociología de la Ciencia”, edité un post sobre las modas en ciencia. Creo que es el momento de rescatar parte de su contenido, ya que entraba de lleno en el ámbito de este cursillo. Feyerabend ya puso un dedo sobre la llaga que más duele a los investigadores que defienden la objetividad “plena, dura y pura” de la empresa científica. Sin embargo, ante la pujanza de los medios de masas, la politización creciente de muchos ámbitos del conocimiento, la globalización, el apabullante peso de la innovación y desarrollo tecnológico en la sociedad actual, así como el desquiciado marketing que ya nos rodea, no estaría demás hablar de la visión que nos ofrece  Irwin Sperber en su monografía “Fashion in Science (1990)” que considero que regocijaría al propio Feyerabend. Efectivamente, como Irwin, pienso que la ciencia actual adolece de estar contagiada de las modas, como cualquier otra actividad social, y por lo tanto, cada vez más.

 

 

 

Objeto Fractal

 

Lamento reutilizar aunque sea una pequeña parte del material, pero considero que en este caso resulta harto justificado. Tan solo reproduciré aquí los párrafos más imprescindibles, recomendando que leáis el post entero ya que como, podréis observar, no soy el único que piensa así. 

 

Irwin Sperber, en 1990, filósofo de la ciencia, en su obra Modas en Ciencia, (Fashion in Science) propone un modelo de la actividad científica que sería del gusto de Feyerabend y de la mayor parte de los sociólogos e historiadores actuales de la ciencia. Yo lo firmaría con los ojos cerrados.  Seguidamente exponemos los criterios de Sperber, que no serán del gusto de mis colegas más ortodoxos y encorsetados por los antiguos clichés decimonónicos.  

 

Criterio 1

La investigación más reconocida, en los aspectos más avanzados de una disciplina, puede tener serias deficiencias en sus planteamientos lógicos, sus evidencias o sus conclusiones

Criterio 2

Las deficiencias derivan de una actitud que, sin mayores críticas, admite como buenos los modelos aceptados en el contexto social de la disciplina

Criterio 3

Hay muchos modelos que compiten por su aceptación, aunque la comunidad científica reconoce  los modelos más afortunados a partir de las perspectivas que derivan de los criterios 1 y 2 y de los resultados de una “controversia popular” disciplinaria

Criterio 4

El proceso de selección entre modelos que compiten esta guiado por aspectos de consenso y gusto, en lugar de argumentos lógicos o empíricos

Criterio 5

Dentro de la comunidad científica, los “aprendices” no son reconocidos de inmediato, por estar en una situación de aprendizaje. Cuando su trabajo rivaliza, éste no es evaluado objetivamente frente al de científicos instalados en el sistema

Criterio 6

La comunidad científica defiende el rígido status quo, es decir la ortodoxia, frente a los heterodoxos agitadores. Esta defensa puede incluir ataques personales contra los “intrusos“que se manifiestan al margen de las normas que propugna el modelo oficial

Criterio 7

La ortodoxia, a pesar de su aparente inmutabilidad, constituye un modelo que ha reemplazado a otro anterior y, en consecuencia, está supeditada a ser sustituida en el futuro. Los modelos antiguos y los actuales están sujetos al redescubrimiento, a partir de propuestas nuevas y atrevidas en el futuro

Criterio 8

La mayoría de los ciudadanos están sometidos a una presión constante para aceptar los modelos propuestos por los líderes de opinión, incluso cuando cambian dichos modelos

 

  

 

Irwin Sperber: Que como es “calvito”

Y “gordito”, no está de moda

 

Entiendo que muchos compañeros no se identifiquen con tal perspectiva de la empresa científica. Sin embargo, yo personalmente la firmaría a ciegas, por cuanto es lo que veo y lo que leo. He hablado sobre estos temas mucho antes de comenzar el curso sobre filosofía y edafología de la ciencia. Y de nuevo parece que nos encontramos ante la novela de Orwell “1984”. Sin embargo, Sperber introduce formalmente la moda como moneda de uso común en la valoración de la actividad de los investigadores, así como en lo que los gobiernos consideran líneas prioritarias de investigación.

 

Por ejemplo, comienza a ser políticamente incorrecto denunciar que el “CO2 no es un contaminante”, o dudar de los cálculos sobre la viabilidad de la “actual” política sobre biocombustibles con vistas a frenar las emisiones del mentado gas a la atmósfera. Y parece dar igual lo que comience a reconocer la ONU, la UE y otros organismos multinacionales. ¿Y que decir del desarrollo sostenle? Desde que la palabreja se puso en boca de los políticos y científicos enloquecidos por aparecer en la foto, vivimos en el mundo más insostenible que jamás padeciera la humanidad. Pero ellos “erre que erre”. Y como vimos también en otro post relacionado sobre mi particular visión de porqué Wikipedia es preferible a Citizendium (aunque esta última aun esté más que arrancando),  las palabras de Bruno Latour que cité en aquel post. Todo vale con vistas a que la plebe piense lo que el poder desee, ya sea este militar, religioso, político, comercial o científico.

 

Del mismo modo, dudar sobre las predicciones de los modelos numéricos actuales sobre la futura tasa de calentamiento climático te convierte de inmediato en un terrorista ecológico y político. Y reitero que hablo de tasas y de modos (gradual, irregular o abrupto), por no meter por medio la posibilidad de ir hacia el enfriamiento, que no al calentamiento,  en diversas regiones del globo, hecho que podrían afectar a España si se interrumpe la corriente termohalina, lo cual no puede descartarse científicamente. Mientras tanto, nuestros coherentes políticos siguen permitiendo que frente a la, según ellos, irremisible elevación del nivel del mar, se sigua construyendo y especulando urbanísticamente todo lo que se puede y un poco más. No parece muy coherente ¿verdad?: construir residencias en una costa en ciernes de ser engullida por el mar, roza la estafa Pero: ¿por qué el ciudadano las siguen comprando? Misterio que no logro dilucidar a pesar del dinero que el Estado se gasta para que “piense”. Sobre el tema de los biocombustibles, en base a la agroenergética, no hablaré hoy por otras razones. Sin embargo, resulta ser un ejemplo terrorífico de incoherencia política, cálculos adulterados, estadísticas manipuladas y peor aún de una incoherencia ambiental y insoliraridad humanitaria escandalosas, a pesar de lo cual, no hay más sordo que el que no quiere oír. 

 

Un día, elaborando un informe para la Presidencia del CSIC sobre el estado científico de las áreas de conocimiento de CC. Agrarias y Recursos Naturales, en base a indicadores bibliométricos, detecté la abundancia de “ISI papers” sobre algunos temas muy concretos que no lograba entender (su interés me refiero). Tras realizar algunas consultas telefónicas a algunos de los implicados, me quedé “patidifuso”, más que sorprendido. Muchos de ellos me contestaron desconocer las verdaderas razones para que el tema “estuviera de moda”, pero como resultaba más fácil publicar sobre él que sobre otros “más obsoletos”, se habían puesto manos a la obra.  Ya sabemos: “publica o perece”.  Yo particularmente no apruebo tales razones, aunque tampoco las puedo denunciar, por cuanto es lo que desean nuestras autoridades.

 

Y podría seguir, y seguir, y seguir…………….      

 

 

Juan José Ibáñez

 

Sumario de los post editados en “Curso Básico sobre Filosofía y Sociología de la Ciencia hasta este post (pinchar en los números para desplegar los post)

 

¿Qué es esa cosa llamada Ciencia?

El Método Científico

Curso Básico sobre Filosofía y Sociología de la Ciencia

Reduccionismo Epistemológico

Ciencia e Inducción [1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13,]

Filosofía de Karl Poper: El Falsacionismo [14, 15, 16, 19, 20, 21, 23, 24, 25, 26]

Filosofía de la Teoría de la Evolución y Sociedad   [17, 18],

Naturaleza y enseñanza de la Ciencia [22]

Las Teorías Científicas Como Estructuras Complejas

La Filosofía de Imre Lakatos  [28, 29, 30, 31, 32]

La Filosofía de Thomás Kuhn [33, 34, 35, 36, 37]

Filosofías Radicales de la Ciencia: Feyerabend y más  [38]

Compartir:

5 comentarios

  1. Juan José, estoy navegando por tu cursillo y me parece muy interesante. No lo he visto todo, por lo que no sé si lo tratas en otro sitio, pero para remachar aún más lo que dices, te recomiendo a tí y a tus lectores que os mireis (reiréis, palabra) el abracadabrante caso de los hermanos Bogdanov, por ejemplo en Wiikipedia:

    http://es.wikipedia.org/wiki/Esc%C3%A1ndalo_Bogdanov.

    La comunidad científica aún no se pone de acuerdo sobre si las tesis doctorales de estos fenómenos son reales o un conjunto palusible de enunciados siguiendo conceptos de moda.

    ¡¡MUY, MUY ilustrativo!!

Deja un comentario