Como ya hemos analizado en contribuciones anteriores, las taxonomías edafológicas y biológicas adolecen de ciertos sesgos, generados por los propósitos de sus arquitectos, consciente o inconscientemente. Ya hemos analizados los sesgos utilitaristas. Ahora llega el turno de explicar los sesgos geográficos. Una vez más, estoy seguro, que muchos navegantes alegarán que estos últimos pudieran darse en las edafológicas, pero no en las biológicas. ¿Es cierta esta suposición? En principio cabría pensar que sí, pero la verdad es que numerosos biotaxónomos alegan que también aparecen en las biológicas. Vamos a ver que sacamos en claro.

Como ya hemos comentado, la única taxonomía edafológica universalmente aceptada es la WRB de la FAO. La Unión Internacional de las Sociedades de las Ciencias del Suelo (IUSS), así lo acordó en 1998, durante el Congreso Mundial celebrado en Montpellier (Francia). Sin embargo, tal constructo es muy primario desde el punto de vista taxonómico. Otra cosa bien distinta es que sea muy útil y atesore ciertas ventajas técnicas respecto a otras clasificaciones al uso. En cualquier caso, como ya mentamos someramente al hablar de las clasificaciones folk, una taxonomía es un lenguaje universal que permite la comunicación entre los especialistas. Se trata de un aspecto muy importante, sobre el que no abundaremos, dada su obviedad. Imaginarse expertos en el campo discutiendo sobre suelos, para lo cual cada uno utiliza una taxonomía (lenguaje) diferente, viene a ser como reunir a una misma mesa para dialogar a personas que hablan diferentes idiomas ¿Se acuerdan de la Torre de Babel? Pues es lo mismo.

 

Un buen número de países han elaborado y reelaborado sus propias clasificaciones nacionales (como siempre España “a por uvas”). Como su objetivo primario consiste en inventariar los recursos edáficos de un país, es lógico que tengan sus sesgos. Por ejemplo, si en un Estado determinado, no aparecen Oxisoles (suelos muy profundos y desarrollados de tipo tropical), es lógico que no sean considerados, o lo fueran tangencialmente. Hasta aquí todo es lógico ¿verdad?

 

Ahora bien, la Taxonomía norteamericana de suelos USDA ST pretende ser una clasificación de carácter universal. De hecho, son muchos los edafólogos (en sus investigaciones) y países (a la hora de realizar sus inventarios) que han hecho uso de esta última, por cuanto es mucho más detallada y útil desde el punto de vista agronómico que las antiguas clasificaciones da la FAO (1977, 1988). La nueva clasificación de esta última Organización permite categorizar los suelos en muchos más taxa, sugiriendo la posibilidad de incluir un tercer nivel “ad hoc” para los países que quieran hacer uso de ella a escalas detalladas. Ya hablaremos de la WRB en su momento, por cuanto atesora muchas virtudes, pero adolece de otros tantos defectos.  Centrémonos ahora en la USDA-ST.

 

De hecho, en esta weblog, vosotros estáis pinchando mucho más la contribución en la que se describía el portal de la USDA, que en el que concernía al de la FAO. Este hecho constata el interés que despiertan una y otra, hasta el momento. Con independencia de las masivas críticas que le han llovido a la USDA-ST, por hacer uso de ciertos criterios diagnósticos, como los regímenes de humedad y temperatura, entre otras razones, ¿se trata de una clasificación sin sesgos geográficos propios de haber sido diseñada pensando principalmente en las características de la cobertura de suelos de EE.UU.? La respuesta es hasta ciertos niveles sí y a otros no.  ¿Qué niveles? Pues los niveles de la Jerarquía propia de la USDA (por orden descendente o de finura: Órdenes, Subórdenes Grandes Grupos, Grupos, Familias y Series).  Los análisis realizados por este administrador demuestran claramente que hasta nivel de Gran Grupo (ver figura en la galería de Taxonomía y Clasificaciones), esta taxonomía (con sus virtudes y defectos) puede decirse que es universal. A nivel de Grupos albergo ciertas dudas. Empero a nivel de series y familias, hoy por hoy, adolece de fuetes sesgos geográficos, como era lógico suponer (ver figura correspondiente en la galería de fotos mentada).  Y es lógico suponerlo en función de la propia historia de tal constructo. Ya iremos abundando en detalles, tanto de la clasificación de la FAO como de la WRB.

 

¿Cómo aborde el análisis de los sesgos geográficos de la USDA-ST? De una forma muy simple y creo que original. El nivel jerárquico superior de esta taxonomía es el “Orden”. Pues bien, si exponemos, por ejemplo, en un gráfico de coordenadas cartesianas los logaritmos de la cobertura que ocupa cada Orden en la USDA ST frente al logaritmo del número de los niveles jerárquicamente inferiores, vemos que a nivel de Suborden y Gran Grupo, no existe correlación ninguna, al contrario que ocurre con los niveles inferiores (Familias y Series). A nivel de Grupo tal relación existe, pero no es estadísticamente significativa.

 

Este procedimiento nos informa de que cuanto mayor sea área ocupa un Orden en EE.UU., más número de subtaxa posee en los niveles jerárquicos anidados. Por el contrario esta relación no es evidente en el caso de los Oxisoles, debido posiblemente a que se utilizó información de otros países (lo dije delante de los expertos de la USDA en el Congreso Mundial de Suelos de Filadelfia, y guardaron silencio; quien calla otorga). En consecuencia tan solo parece recomendable usarla fuera de USA para los inventarios denominados de reconocimiento (muy generales que dan producto a mapas de pequeña escala tal como lo son: ¡. 250.000; 1:500.000 o 1: 1.000.000) pero no  pero no para los más detallados (<1:250.000). No obstante esta argumentación es matizable. Tal relación logarítmica nos informa de una estructura potencial subyacente (ver también notas 1, 2, 3 4, 5, 6). Ya abundaremos en este tema cuando hablemos de la mente fractal de los edafólogos.

 

Cuando empecemos a analizar la nueva clasificación Rusa, que me acaba de enviar desde la Academia Rusa de las Ciencias, mi amigo Pavel Krasilnikov, podremos saber con mayor precisión hasta que punto los sesgos geográficos impregnan las taxonomías de otros países.  Seguro que sucede.

 

¿Y que ocurre con las clasificaciones biológicas? Sinceramente no soy especialista en el tema de tales sesgos (sí de sus estructuras matemáticas). Ahora bien, diversos expertos, aseguran que tales sesgos existen. Se denominan: “Sesgos Euro-Céntricos o Euroasiáticos”. Hablando en plata, debido a que la taxonomía lineana se desarrolló en Europa, así como en razón que los países ricos se agrupan esencialmente en las zonas templadas del hemisferio norte, se han estudiado, inventariado y clasificado, mucho más los taxa de estos ambientes, que por ejemplo los de los países tropicales y subtropicales. Según algunos biotaxónomos, esta es la razón, por la que, entre otras cosas, estén descritas más especies de gramíneas que de otros taxa vegetales propios de los últimos ambientes mentados. Mutatis munadis, “el árbol taxonómico de la vida que conocemos hoy también resultaría sesgado”, incluso cuando decimos que cierto taxa han tenido más éxito evolutivo que otros, dado que albergan mayor numero de especies. 

 

Así pues, cuidado también con las aseveraciones al uso sobre los inventarios y catálogos de biodiversidad (ver contribuciones a tal respecto en la carpeta de “Diversidad)”. No hay manera. Parece ser que a perro flaco todo son pulgas. En otras palabras que los países pobres siempre resultan mal parados por culpa del desarrollo y mayor actividad científica de los ricos: “porca miseria”.

 

Juan José Ibáñez

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