Si bien antaño en ecología se hablaba también de las funciones de los ecosistemas, el mencionado vocablo ha comenzado a ser sustituido por el de servicios” ecosistémicos, mucho más riguroso y preciso. En efecto, el suelo ofrece a la humanidad unos “servicios” que le son vitales. Desde un punto de vista religioso puede pensarse que la divinidad “creo los suelos para el disfrute de los hombres”, pero desde un punto de vista científico tal aserción es totalmente absurda. Devuelvo al autor a los comentarios que ofreció Mosterín en la contribución que realizamos sobre la Paradoja de Gregg en las taxonomías. Refiriéndose a si debe reconocerse si hay taxa sin especies, comentaba:

Por tanto dos taxones monotípicos coinciden en cuanto a taxones a secas (son el mismo conjunto de organismos), pero difieren en cuantos taxones jerarquizados (pues poseen rango distinto). Y el que los consideremos de un modo u otro depende de nosotros, no de ellos.

 

Pero ya sabemos que a muchos científicos les gusta creer que están en posesión de la verdad, como en las religiones y por eso, les encante que les denominen sacerdotes de la ciencia. Que pena me dan.

 

Toda la marabunta que se ha montado en EE.UU., acerca de la introducción de este vocablo en la literatura científica, no se hubiera dado de haber aprendido de la ecología. No se pueden mezclar los intereses del hombre, mediante una verborrea antropocéntrica, con el corpus doctrinal de una ciencia. Insistimos, una vez más, para los intereses humanos los suelos tendrán funciones. Los intereses mundanos, por su parte, se aprovechan de ello para introducir antropocentrismos que luego son considerados como parte integral del susodicho corpus. Finalmente, se intentan elaborar constructos que los justifiquen e incluso algoritmos pedestres que calculen un valor al que se le da por bueno. Lamentable.

 

La palabra servicios es menos ambigua, e inherentemente, se sobreentiende que la “cabecita” humana de los que quieren destacar, pero no tienen talento para ello, apelen a que han elaborado un nuevo concepto, y como algunos legan un nuevo paradigma. Claro está, como desconocen el uso que se le da al vocablo en filosofía de la ciencia, pues espetan barbaridades y se quedan tan contentos de su ignorancia. Los vocablos funcionales y calidad de suelos nos pasarán factura. Y recuerden (….)

 

Resulta curioso que, en Boletín de Noticias de I + D + i de la CAM de 30 de mayo de 2006, podía leerse la siguiente frase:

 

El documento señala cómo el nivel de vida más elevado de la humanidad ha traído consigo un simultáneo descenso de la biodiversidad. «Esta pérdida de biodiversidad, en los ecosistemas, especies y genes, debe preocupar no sólo por el importante valor intrínseco de la naturaleza, sino también porque genera un descenso en los ‘servicios de los ecosistemas’ que aportan los sistemas naturales», señala la introducción de la Comunicación. Entre estos «servicios» figuran la producción de alimentos, combustibles, fibra y medicinas, la regulación del agua, el aire y el clima, y el mantenimiento de la fertilidad del suelo.

 

Como vemos la frase es de la misma guisa que se utiliza cuando se habla de las funciones del suelo. Resulta sorprendente que en ecología se utilice un vocablo científicamente correcto y en CC. del Suelo otro desafortunado con serias connotaciones teleológicas. Hablemos pues con propiedad ¡narices!: ¡servicios del suelo o servicios edafosféricos!

 

Los suelos no tienen funciones, ni calidades, simplemente ofrecen servicios al hombre en función de su tecnología y necesidades. Y punto.

 

 

Juan José Ibáñez

 

Ecosystem services project: http://www.ecosystemservicesproject.org/

Compartir:

9 comentarios

  1. este rasputin da siempre o casi siempre en el clavo,

    enhorabuena por tu lucidez, justo lo que nos falta

    en este país..

    un pais sin luces porque por aquí no hubo siglo

    de las luces sino muchos siglos de oscuridad, en la cual

    seguimos inmersos…hasta que todas las mafias

    integristas tanto nacionalistas como religiosas no hayan

    sido desmantaledas y apartadas del poder y de la

    vida pública podemos afirmar sin temor a equivocarnos

    que españa todavía no es un estado moderno…

    nadie ve claro este simple punto o al menos

    nadie lo dice, evidentemente porque toda la

    casta dirigente es una pura piltrafa bien

    amancebada y apesebrada.

  2. ¿Es una amena?. ¿Retira Esta?. Contéstame por favor.

    La verdad es que con personal como vostros que descalifica a diestro y sinientro, generalizando blasfemias y no proponiendo "nada de nada" no me extraña que este país tenga asignaturas pendientes. Al parecer os pareceis más a la inquisición que tanto detestais de una España medieval que a cualquier esperanza de futuro.

    Sois como el spam pero indecente. La cobardía os la doy por supuesta (que fácil es insultar desde el anonimato, ¿verdad?). Ya que jamás dais la cara. ¿Se puede esperar así algo de vosotros?. ¡NO!

    Yo me quejaba de la España en la que vivo, pero tras leer como pensáis y vuestro comportamiento terminaré dando gracias a Dios o al destino.

    ¿Es una amenaza?, Porque si es así la retiro rápidamente.

    Ya conozco los tipos de ataques de los trolls, pero no acepto amenazas y menos de cobardes

    JJI

  3. Tu sabrás por quen lo dices. Yo no descalifico a todos los integrantes de un colectivo porque parte de este actue de una manera que no considero apropiada. Otros al parecer sí.

    Tu sabrás cual es tu posición.

    JJ

  4. Particularmente no me gusta el termino "calidad del suelo". No obstante está perfectamente definido y muy extendido. A mi parecer la única factura que pasará esta terminología será la de las investigaciones que necesariamente se tienen que realizar para el desarrollo científico.

    Es inevitable la aparición de redefinición y otros conceptos. ¿Tan confuso e inadecuado es el concepto de “calidad del suelo”?

  5. Mira por favor y veras en contribuciones anteriores que hablan sobre funciones y calidades del suelo.

    Luego cada uno es libre de opinar.

    Un abrazo

    Juanjo

Deja un comentario