Cuando la OMS declara la Fase 6 de la pandemia de la Nueva Gripe A H1 N1 se asume que el nuevo virus gripal ya circula libremente y los Sistemas de Vigilancia Epidemiológica, que hasta ese momento tenían que vigilar caso a caso y a los contactos de los casos, ya están desbordados y ha de instaurarse un sistema más ágil de vigilancia.

 

Mucho nos hemos quejado de la falta de datos reales dados por las Autoridades Sanitarias hasta este momento y cuando la Ministra de Sanidad y Política Social declaraba que estimaba una mortalidad de unas 8.000 personas este invierno la gente se preguntaba, con toda la razón del mundo, ¿de dónde saca esas cifras si dice que sólo hay registrados 1.100 casos de enfermedad? No es que las cifras estuvieran subestimadas, es que no existían ni datos reales ni estimados para hacernos una idea de lo que estaba pasando al menos en Europa.

 

Hace 2 semanas empiezan a dar nuevos datos y nos explican que en la primera semana, mediante la Red de Médicos Centinelas, se han registrado más 12.000 casos nuevos de Gripe A H1 N1 y en la semana pasada los casos han sido unos 14.000 y esto ya se aproxima más a lo que está sucediendo en realidad.

 

Los medios de comunicación nos dan las cifras y nos cuentan un batiburrillo de supuestos modelos matemáticos con los que se estarían calculando estas cifras. Esta claro que no han sabido explicarles que es un Sistema de vigilancia epidemiológica a través de la Red de Médicos Centinelas y eso es lo que vamos a intentar explicar hoy de una forma sencilla.

 

Primero haremos un poco de historia: en España en 1989 se instaura el sistema de vigilancia a través de los Médicos Centinela en Castilla y León y en 1.991 en Madrid; poco a poco se afianza este sistema de vigilancia en todas las CCAA menos en 2.

 

¿Por qué se considera necesario implantar este sistema de vigilancia? En Madrid, que es el caso que conozco a fondo, estábamos padeciendo brotes sucesivos de sarampión y el sistema de vigilancia tradicional (EDO o Enfermedades de Declaración Obligatoria) no nos suministraba datos pormenorizados para poder controlarlos a tiempo, necesitábamos un sistema más ágil, con un conjunto básico de datos de los pacientes (edad, sexo, etc) que, si fuera necesario, pudieran recoger muestras biológicas para caracterizar mejor los brotes.

 

 

La  Red centinela sanitaria consiste en un sistema específico de información, que se basa en la colaboración voluntaria y activa de profesionales sanitarios (médicos y pediatras) del Sistema de Atención Primaria de Salud. 

La dificultad, si es que tiene alguna, es el diseño de la red porque las poblaciones de los médicos que participan han de ser representativas de la población general para poder llevar a cabo inferencias poblacionales representativas de toda la comunidad. En Madrid el diseño se realizó teniendo en cuenta variables demográficas, socioculturales, sociolaborales y sanitarias para a continuación, mediante un análisis de cluster, obtener ocho conglomerados de distritos sanitarios, en los que se solicitó la colaboración voluntaria de los médicos.

En la actualidad colaboran como notificadores 40 médicos generalistas y 33 pediatras de atención primaria.

En resumen: 

  • Participación voluntaria de los médicos.
  • Selección de los médicos y pediatras entre los voluntarios.
  • Que estos médicos seleccionados sean representativos de la población atendiendo a criterios demográficos, socioculturales y sociolaborales.
  • Transmisión semanal de la información. Sistema de retroinformación y difusión de resultados.
  • Participación de los profesionales sanitarios en la coordinación y gestión de la Red.
  • Reconocimiento y motivación de los profesionales que participan en la misma.

   


Las enfermedades estudiadas han de tener unas características muy específicas como:

  • Ser de fácil identificación en AP por anamnesis, exploración física o pruebas complementarias accesibles.
  • Se ha de disponer de una definición clara y estandarizada de cada enfermedad.
  • El problema de salud a vigilar debe ser considerado prioritario en la CCAA correspondiente.
  • La enfermedad debe tener una frecuencia de aparición mínima en Atención Primaria.

 

Ahora vamos a poner un ejemplo que todos conocemos para entender mejor este sistema: el diseño sería equivalente a los estudios de audiencia que dan los medios de comunicación. No se vigila y registra cada televisor o periódico, sino que se seleccionan una serie de ellos (representativos de la población general) y con la información obtenida se extrapola al resto de la población.

 

Espero haber sido clara.

 

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Consuelo Ibáñez Martí

Médico salubrista y epidemiólogo 

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  1. Cuando la OMS declara la Fase 6 de la pandemia de la Nueva Gripe A H1 N1 se asume que el nuevo virus gripal ya circula libremente y los Sistemas de Vigilancia Epidemiológica, que hasta ese momento tenían que vigilar caso a caso y a los contactos de los casos, ya están desbordados y ha de instaurarse un sistema más ágil de vigilancia.

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