Vida en el Lado Oscuro, por Ricardo Amils

Ricardo Amils Pibernat, ha escrito para “Esos pequeños bichitos” un resumen de lasinvestigaciones que se realizan para saber más sobre losmicroorganismos que configuran un hábitat extremo: los suelos y las aguasaltamente acidificadas de los yacimientos mineros del suroeste de laPenínsula Ibérica. Ricardo nació en Barcelona es Catedrático de Microbiología de la Univerisdad Autónoma de Madrid, miembro del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (UAM-CSIC) e investigador asociado al Centro de Astrobiología (INTA-CSIC). Obtuvo la licenciatura en Químicas en la Universidad de Barcelona y el doctorado  en Ciencias por la Universidad Autónoma de Barcelona (1973). Fue Research Associate en el Departamento de Bioquímica de la Dartmouth Medical School (New Hampshire, USA) y en el Departamento de Química de la Columbia University (New York, USA). Es investigador del CSIC en excedencia.




Vida en el Lado Oscuro
autor: Ricardo Amils

Estudiar la geomicrobiología asociada al subsuelo nos permitirá no solo conocer mejor nuestra biosfera y su evolución, también ayudará a desarrollar métodos para detectar en las misiones de exploración espacial la existencia de vida, tal como la que existe en el subsuelo terrestre, en otros cuerpos planetarios.


Podría ser un capítulo de la Guerra de las Galaxias, pero en realidad se trata de una de las revoluciones más importantes, y sin embargo muy poco conocidas, de la biología contemporánea, la vida independiente de la radiación, es decir, la vida en el subsuelo, donde no hay luz.

La geomicrobiología subterránea es un tema de creciente interés, tanto para el conocimiento, porque pretende determinar si puede haber vida que no dependa de la radiación, y para desarrollar su potencial biotecnológico, sobre todo en cuestiones medioambientales. Además, los ecosistemas subterráneos son modelos de interés astrobiológico, por ejemplo para ayudar a entender el escenario  en que surgió la vida o para facilitar su búsqueda en otros cuerpos planetarios distintos a nuestro planeta azul.


Mina en la Franja Pirítica Ibérica



Un mundo enterrado
Los ecosistemas subterráneos se describieron originalmente en el año 1995 en acuíferos basálticos, y posteriormente en acuíferos sedimentarios, en yacimientos de petróleo y en acuíferos fósiles de minas de oro. Además los resultados obtenidos en las expediciones de perforación del fondo del océano profundo han ampliado el conocimiento de la microbiología asociada a estos ambientes, a pesar de que en la mayoría de los casos corresponden a sedimentos recientes. De entre los distintos minerales, los sulfuros metálicos son buenos candidatos para la obtención de energía por asimilación de compuestos químicos. Los microorganismos capaces de obtener energía del sulfuro de hierro oxidándolo aerobiamente, es decir usando el oxígeno como aceptor final de la cadena de electrones en la respiración, están bastante bien caracterizados, sin embargo poco se conoce sobre la posibilidad de favorecer este tipo de metabolismo en condiciones anaerobias.
A pesar del interés suscitado sobre este tipo de vida, la información sobre la abundancia de microbios, su diversidad y la sostenibilidad de sus poblaciones son, por las limitaciones de los métodos de análisis y sobre todo económicas, escasos. Se debate así sobre si los dadores y /o los aceptores de electrones necesitan o no de la radiación y se investigan los problemas de contaminación indefectiblemente asociados a una perforación.

Las minas del suroeste peninsular: la Faja Pirítica Ibérica
El proyecto Mars Analog Research and Technology Experiment (MARTE), un proyecto de colaboración entre el Centro de Astrobiología y la NASA, ha abordado la caracterización geomicrobiológica asociada a la Faja Pirítica Ibérica (Riotinto, Tharsis , Aznalcóllar, Lousal* y Neves Corvo) con el fin de determinar por qué existen 90 km de aguas con un pH extremadamente ácido (valor medio 2.3) y un color rojo intenso debido a la presencia de ión férrico en solución. Las campañas de perforación de la Faja Pirítica (160 metros) en zonas no contaminadas por la actividad minera se desarrollaron durante el periodo 2003 a 2006.


Charcas con aguas rojas. Foto de  Julio Segura.


Del ADN al más allá
Los resultados obtenidos han permitido demostrar la existencia de actividades oxidantes de hierro y azufre, asociadas a zonas de alteración del mineral no contaminadas con el agua de perforación, las cuales eran de esperar dadas las características del sustrato (pirita) y de los productos (ión férrico y ácido sulfúrico), junto a actividades no esperadas, como las reductoras de sulfato y las metanógenas. Para identificar los microorganismos responsables de dichas actividades, que son poco abundantes como es de esperar cuando se albergan en una matriz mineral sólida, los científicos del CAB están evaluando su diversidad basándose en los resultados obtenidos a partir del ADN extraído de las distintas muestras recogidas y no contaminadas con el agua de perforación. Esta es la primera aportación netamente española al conocimiento de la microbiología del subsuelo de nuestra geografía.


* Nota del administrador: Lousal se encuentra al sur del Alemtejo, en el concejo de Grandola, ciudad que saltó a la fama al iniciarse la Revolución de los Claveles el 25 de abril de 1974 con la difusión radiofónica de la canción Grandola Vila Morena.



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2 comentarios

  1. Es muy interesante lo que usted dice acerca de los lugares donde se desarrollaen las bacterias, me parece que sus investigaciones en el rio con un pH tal bajo, seria interesante saber que tipo de vidas esta alli, pero lo que mas me interesa de todo esto es su mecanismo de replicacion de ADN ya que de una bacteria extremofila Thermophylus, se aislo la enzima que resiste el termociclador.

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