12000 millones para ciencia: ¿Resultados?

Hoy he estado en la entrega de premios de El Mundo a jóvenes (chicos y chicas, pero no jóvenes y jóvenas) estudiantes de bachillerato de España. Los premios reconocen esfuerzos en el campo literario/pictórico/fotográfico y en el campo de la Ciencia del Medio Ambiente. (Por cierto que en el Jurado estaba Odile de la Fuente: Este sábado sale su revista con El Mundo, recomiendo que la compreis pues es muy interesante).

En el telón de fondo de los premios había algo muy curioso: A un lado estaban los nombres de los patrocinadores de los premios “artísticos”: Había 12. En el otro, de los científicos: Había 3.

Cuando un banco, una caja, un gobierno regional, una empresa deciden patrocinar algo, se preguntan:

“¿Y qué podría ser? ¿Ciencia?”

” No, de eso no se y ¡debe ser muy aburrido!

“Patrocinemos el -arte-, de eso si entiendo y es entretenido”

Aquí adjunto el suelto que publiqué ayer en El Mundo, y la respuesta de Fancisco Mora, de la Complutense.

============================================

El informe COTEC, la ciencia en España y la nueva ministra del ramo

Antonio Ruiz de Elvira

Ayer se presentó el Informe Cotec sobre la financiación de la ciencia en España. Como es lógico, los actuales gestores se declararon no satisfechos, sino satisfechísimos. La cantidad de dinero, en valores absolutos y referidos al PIB, dedicados a I+D+i por los gobiernos españoles en los últimos 10 años ha crecido de manera substancial. Pero, ¿resuelve el dinero los problemas estructurales de los países? No, y hay que decirlo alto y claro. En primer lugar, a pesar de esos aumentos, seguimos muy por debajo de otros países. En segundo lugar, países con presupuestos mucho menores en relación con el PIB consiguen resultados asombrosos. ¿Cuál es la razón? La razón, y este es un mensaje muy amable para la nueva Ministra, es el entorno social en que se desarrolla la ciencia y la innovación. En España, y lo se por experiencia propia, se considera innovación la compra de productos acabados a empresas extranjeras. Ahí va una enorme parte de los miles de millones de euros que los gobiernos han destinado a I+D+i, porque el entorno social y empresarial no sabe lo que es la ciencia, y considera que investiga e innova cuando, sencillamente, compra productos nuevos.

¿Cómo podemos mejorar ese entorno social y empresarial en el que debe crecer la ciencia? Es relativamente fácil y el dinero empleado en ello invertiría la tendencia citada por el Sr. Sánchez Asiain de plantar 90 y recoger 30. Lo primero es esencialmente grátis: Es aprobar una ley mediante la cual las grandes fortunas españolas, como las estadounidenses, puedan fundar institutos, cátedras y escuelas. En España no hay una sola cátedra denominada, por ejemplo “Antonio y Luisa Pérez”. Hay casas de ancianos, monasterios, iglesias, pero no hay institutos de investigación.

La segunda cuesta algo más de dinero, pero mucho menos que esos 12000 millones de euros: Es subir el sueldo del personal docente e investigador de manera que ser investigador tenga en España el prestigio que tiene el ser notario. Si un notario, que no genera riqueza, puede ganar 12.000 euros mensuales, mientras que tras 30 años de trabajo un profesor no llega a 4.000, la sociedad recoge perfectamente el mensaje, y las personas más brillantes se dedican a cualquier otra cosa distinta de la investigación. Con esos sueldos mejorados los investigadores extranjeros de prestigio se sentirían muy atraídos para contribuir a la ciencia en España.

Para plantar 30 y recoger 90 se necesita, no dar limosnas, sino invertir. Invertir significa estimular. Invertir quiere decir destinar recursos para obtener resultados. Sra. Ministra: lo tiene usted muy sencillo. La sociedad española debe sentir que los investigadores son importantes. Al menos tanto como los jugadores de fútbol.

* * * * *

Una nota de Francisco Mora

«El artículo de Antonio Ruiz de Elvira que acabo de leer me parece un artículo corto, sencillo y escrito directamente al corazón de la Ciencia como problema en España. Comparto al cien por cien su contenido. Lo que dice no solo es verdaderamente cierto sino una realidad del contexto social en el que se mueve la Ciencia en España. También es verdad que la Ministra de Ciencia e Innovación, al menos en el discurso de anteayer en el Congreso de los Diputados, parece llena de buenas intenciones y de hecho, cuando lo leí ayer, aplaudí mentalmente su consideracion seria sobre LA CULTURA DE LA CIENCIA en nuestro pais. Es decir, el reconocimiento de la necesidad de sembrar una cultura que no existe en nuestro entorno y que si fructifica será la UNICA VIA de regenerar la verdadera Ciencia desde Cajal.

Por cierto que me llamó la atención su referencia a Cajal al principio y final de su discurso, verguenza de la Ciencia en España, como repetidamente hemos señalado algunos en mas de un artículo y que ya señalara Ortega y Gasset, también mencionado por la Ministra en su discurso. Verguenza por ser el único caso de excelencia y a destacar como referencia internacional. Por eso lo mencionó la Ministra, por que no hay otro. Nuestra Ministra, de haberlo sido en el Reino Unido o Estados Unidos, hubiera escogido entre la diversidad en la excelencia que tienen esos otros paises.. «Es» y no «son» el unico Premio Nobel de Ciencia que hemos tenido en nuestra historia como país.

Y no nos engañemos, el Premio Nobel es el medidor social de la buena ciencia de un pais y el reconocimiento social y mundial de esa excelencia. Y como no sembremos cultura científica «ya», y de verdad, en nuestro entorno, podemos esperar otros 100 años más a que se dé otra «casualidad» parecida a la de Cajal. Yo le pediría a la nueva Ministra no solo que luche por hacer sentir a la gente, como señala Ruiz de Elvira, que los investigadores son importantes, sino que en esa lucha saque la divulgación de la ciencia a la luz social y la equipare a las humanidades.

Que la saque de la oscuridad de las 3 o 4 de la madrugada que es la hora en que «la venden» los medios de comunicación y la lleve a la luz del medio día donde todo el mundo, aun en el adormilamiento de la siesta, pueda oir de ella y cale y forme parte del acervo del común de las gentes. Solo así, desde esa base social (de la que no se habla) se podrá empezar a construir el edificio y poner el techo de esa casa que llamamos España y que alberge a muchos Premios Nobel (de lo que sí se habla).»

Compartir:

Un comentario

  1. Recuerdo haber visto publicados en la revista de la universidad los sueldos de los profesores de la universidad publica americana donde me encontraba hace mas de diez años. En primer lugar: no todos recibian el mismo salario. Habia grandes diferencias marcadas por la calidad y distinción del profesorado. En segundo lugar, los sueldos de los profesores distinguidos eran superiores a 100000 US $, es decir aproximádamente unos 10.000 US $ mensuales. Y por supuesto, no todas las universidades pagan igual a sus profesores e investigadores, lo cual supone un incentivo a la movilidad. En definitiva, ¿ como es posible que en un mundo que se rige por el dinero puedan tener el menor prestigio los profesores e investigadores pagados como están pagados ?

    En el reciente libro de Claude Allègre "La Science et la Vie", que acaba de editar Fayard, el celebre investigador francés, ex ministro de Educación Nacional y artifice de la nueva ley de universidades francesas afirma: "Tocamos ahí un problema crucial, creo incluso poder decir EL problema crucial francés, a saber, el salario de los profesores de universidad, y en grado menor, el de los investigadores. Perdemos de este hecho a los mejores candidatos potenciales, ya sea porque se dejan de interesar por la investigacion, ya sea por que se marchan al extranjero. Formamos una élite al servicio de los paises extranjeros. Por supuesto, este exodo no es cuantitativamente masivo, pero concierne a los mejores."

Deja un comentario