Más matemáticas, menos matemáticos

Hace unos días (el 5 de diciembre) hemos visto una preocupante portada en Le Monde: Les maths en quête de mathématiciens. Los matemáticos franceses se habían reunido en París en un coloquio («Maths à venir») para debatir sobre el estado de la disciplina y habían llegado a una sorprendente conclusión: mientras que las matemáticas nunca han sido tan necesarias como ahora para el funcionamiento del mundo, sin embargo, en los países más ricos, el número de estudiantes de matemáticas decrece. ¿Por qué ocurre esto? ¿Cuál es la situación en España?

 


La situación general

Hoy en día, las matemáticas son necesarias en todos los ámbitos: en las  simulaciones de sistemas complejos en climatología y microelectrónica, en el tratamiento masivo de los datos en internet, en medicina, en los mercados financieros, etc, sin haber perdido su papel clave en ciencias como la física.

Pero se percibe, en efecto, un creciente desapego de los jóvenes por las matemáticas, al contrario de lo que ocurre en países emergentes como China y Corea del Sur. La situación en India es algo peculiar y la trataremos en una próxima entrada.

Es muy notable el caso de Francia, que cuenta con 6000 matemáticos en las universidades y las empresas. Lo preocupante de la situación francesa es que en unos diez años, se producirán jubilaciones masivas y no se ve el recambio necesario. Y no olvidemos que las matemáticas son todavía en Francia la primera ciencia en términos relativos; de ahí la grave preocupación que se escenificó en París en la citada reunión.

Digamos que este congreso Maths à venir fue organizado por las siguientes entidades: Société Française de Statistique (SFdS), Société de Mathématiques Appliquées et Industrielles (SMAI), Société Mathématique de France (SMF), femmes & mathématiques (f&m), Centre National de la Recherche Scientifique (Institut des Sciences Mathématiques et de leurs Interactions) (CNRS (INSMI)), Fondation Sciences Mathématiques de Paris (FSMP), Institut des Hautes Etudes Scientifiques (IHES) y el Institut National de Recherche en Informatique et en Automatique (INRIA).

¿Cómo mejorar el estado de las cosas? Bien, divulgando las matemáticas y su importancia entre la población en general y especialmente entre los más jóvenes, actuando sobre la enseñanza en todos los niveles (es necesaria una revisión profunda de lo que se enseña y cómo se hace), poniendo en valor la carrera científica en matemáticas con perspectivas de trabajo a largo plazo: estabilidad y mejores salarios.

 

El caso de España

La situación en España es muy parecida a la de Francia (incluyendo el problema de la jubilación masiva en unos diez años de muchos de nuestros mejores matemáticos), pero se ven algunas mejoras en los últimos años. La razón es que la comunidad matemática española ha aprovechado las ocasiones de la celebración del Año Mundial de las Matemáticas en 2000 así como la más reciente del Congreso Internacional de Matemáticos ICM2006 en Madrid para tomar algunas medidas.

 

Con ocasión de la celebración del Año Mundial de las Matemáticas, y a fin de coordinar las actuaciones, pensamos que la mejor manera de hacerlo era a través de las Facultades de Matemáticas, usándolas como núcleos de las actividades en el ámbito nacional. La sorpresa en la primera reunión en 1999 con todos los decanos fue la constatación del descenso de la matriculación en nuestras facultades. Este tema fue uno de los que llevaron (tras varios reuniones posteriores ) a la creación de la actual Conferencia de Decanos de Matemáticas. En 2000, solicitamos también una Acción Especial al Ministerio de Educación y Ciencia llamada Informe sobre el estado actual y perspectivas de las matemáticas en las universidades españolas, APC1999-0263, cuyo objetivo era hacer un análisis de la situación.

Desde entonces se ha tomado conciencia del problema, se ha intensificado las labores de divulgación, las facultades han estado mucho más activas en los centros de educación secundaria de su entorno, y, en general, la visión pública de las matemáticas ha ido cambiando.

 

Pero esta noticia desde Francia nos debe preocupar y servir de estímulo para hacer un esfuerzo de actualización. Desde la Conferencia de Decanos de Matemáticas, el Comité Español de Matemáticas, las sociedades matemáticas, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Real Academia de Ciencias, debe buscarse una coordinación que haga un balance de la situación actual, identifique aquellas actuaciones exitosas ya en marcha y promueva sinergias entre ellas así como nuevas medidas que consigan que las matemáticas españolas afronten estos tiempos futuros con seguridad.

 


Manuel de León (Consejo Superior de Investigaciones Científicas y Real Academia de Ciencias) es Director del Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT).

 

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2 comentarios

  1. Pues merece la pena leerse el libro de Carlos Elías, La razón estrangulada (Ed. Debate). El análisis es exhaustivo y, en mi opinión, acertado.

  2. Hola,

    desde siempre a los escolares de este país nos ha costado mucho asimilar las matemáticas. El origen del problema es variado, pero puedo destacar unos cuantos puntos:

    – el profesorado no tiene la suficiente cualificación docente y profesional para enseñar matemáticas en particular y el resto de asignaturas, en general.

    Lo habitual, hay excepciones por supuesto, es que el profesor sea un universitario que no ha encotrado un trabajo adecuado a su formación y que se hace profesor porque es fácil, pero no porque tenga vocación docente o porque haya recibido a su vez esa formación precisa.

    – los temarios y la documentación didáctica se fabrica para que el alumno cada vez piense menos y coloree más, por lo tanto no pretendamos que un chaval piense en abastracto y mucho menos que le guste una disciplina que requiere trabajo, concentración y bastante esfuerzo intelectual.

    – la divulgación del conocimiento está supeditado a la divulgación del cotilleo, películas insulsas y demás basura informativa.

    – el recorte en presupuestos de investigación también hace daño en la formación de los futuros matemáticos.

    ¿más?

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