ESCRITORES, MECENAS Y BIBLIÓFILOS EN LA ÉPOCA DEL CONDE-DUQUE


ESCRITORES, MECENAS Y BIBLIÓFILOS

EN LA ÉPOCA DELCONDE-DUQUE

Exposición organizada con ocasión del Congreso Internacional “Poder y saber: Bibliotecas y bibliofiliaen la época del Conde-Duque de Olivares”

La exposición pretende visualizar, a través de las colecciones de la FundaciónLázaro Galdiano, los temas fundamentales que se abordarán en esteCongreso: retratos de los literatos más ilustres del entorno del valido deFelipe IV, la labor de mecenazgo de este último y las bibliotecas debibliófilos notables de su tiempo.

Gaspar deGuzmán y Pimentel, III conde de Olivares, I duque de Sanlúcar laMayor, conocido como el Conde-Duque deOlivares, mantuvo estrecha relación conartistas, entre ellos Velázquez, y con escritores como Góngora, Quevedo o Lopede Vega, pues fue consciente de cómo el poder político podía servirse para supropaganda de las imágenes y de los textos para reforzar sus pretensiones degrandeza y defender su integridad a ultranza.

La formación humanística del Conde-Duque se forjó en Italia, donde pasó su niñez, y después enSalamanca, etapa que se prolongó de 1600 a 1604 y que dejó en él profundahuella porque despertó su afición a los libros y al estudio y le proporcionóuna sólida educación universitaria; además, en estos años, se reveló suinclinación a las tertulias eruditas. Durante su estancia en Sevilla, desde1607 a 1615, siendo ya conde de Olivares, acrecentó su colección de libros conlos heredados de su padre, inició su labor de mecenazgo con literatos ycontribuyó al fomento de la actividad cultural en la capital hispalense donde habíaacademias tan notables como la de Francisco Pacheco. Mástarde, Olivares cambió las placenteras veladas sevillanas por la agitadavida cortesana y palaciega al ser nombrado en 1615 gentilhombre del príncipeFelipe, primer paso, bien meditado, para alcanzar la privanza en 1623, pero noabandonó su labor de mecenas y su pasión por los libros, aspectos que se ponende relieve en esta muestra.

El conjunto de obras expuestas reúne impresos ymanuscritos, entre ellos el afamado Librode Retratos de Pacheco, suegro de Velázquez, y el retrato de Góngora. Esteúltimo se muestra nuevamente tras la restauración que se ha llevado a cabo enel Instituto del Patrimonio Histórico Andaluz y que ha desvelado la excelentecalidad de la pintura y su extrema proximidad a la mano del maestro. (Dossier de prensa)

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