Claves para alcanzar un futuro energético sostenible

En el último número de la revista Science diversos autores relacionados con áreas científico-técnicas clave en la solución a los problemas de gestión medioambiental de la energía analizan los retos a los que se debe hacer frente para lograr el cambio de escenario energético actual basado en combustibles fósiles hacia uno futuro basado en energías renovables. El análisis del estado y las perspectivas de mejora en las áreas científicas más importantes para facilitar la transición hacia sistemas energéticos renovables concluye que es necesario un gran esfuerzo en investigación fundamental en las líneas de: (i) ingeniería de materiales, (ii) ingeniería genética, (iii) catálisis y (iv) química del CO₂ con el fin de poder alcanzar a medio y largo plazo las soluciones tecnológicas que permitan superar los retos planteados en la actualidad para el establecimiento de sistemas energéticos renovables eficaces y a gran escala.

[R. M. Navarro]

La revista Science presenta en su último número (315, 2007, 782-812) una sección especial dedicada al tema “Energía y sostenibilidad” en el que analiza los retos y esfuerzos necesarios (científicos y financieros) para conseguir el aprovechamiento eficiente de las fuentes de energía renovables y a escala suficiente como para hacer frente a los crecientes requerimientos energéticos asociados al modo de vida del mundo desarrollado.

El análisis de los retos y problemas científicos asociados al cambio de sistema energético indica, según G.M. Whitesides y G.W. Crabtree, la necesidad de comprender en primer lugar la relación existente entre el clima y las diferentes estrategias actuales de producción de energía. De esta forma se podrá balancear a corto-medio plazo los actuales medios de producción de energía con la investigación fundamental necesaria para poder contar a largo plazo con las soluciones tecnológicas no disponibles en la actualidad y que son necesarias para el establecimiento de sistemas energéticos sostenibles eficientes y a gran escala. Diferentes autores analizan los avances en las áreas clave de investigación directamente implicadas con la gestión medioambiental de la producción y uso de la energía: (i) la química del CO₂, (ii) la biotecnología aplicada a la síntesis de combustibles, (iii) la  mejora de las tecnologías de conversión de energía solar (células solares, fotosíntesis), (iv) la mejora en la conversión, uso y almacenamiento de la energía y, (v) la captura de CO₂.  Las perspectivas de avance en cada una de las anteriores áreas de investigación determinan las líneas de investigación básica que requieren mayor atención para poder alcanzar desarrollos tecnológicos que faciliten la transición hacia sistemas energéticos renovables. Así, (i) la ingeniería de materiales aplicada a rebajar los costes de la conversión fotovoltaica directa de energía solar, (ii) la ingeniería genética para la generación de combustibles a partir de la biomasa, (iii) la catálisis aplicada a la transformación de compuestos biorenovables y (iv) la química del CO₂ con el que conocer la forma de su interacción y eliminación de la atmósfera,  se presentan como las líneas clave de investigación básica para poder contar en las próximas décadas con soluciones tecnológicas derivadas aplicables para el establecimiento de un sistema energético renovable. Los datos presentados en el estudio son claros a la hora de indicar que los sustanciales cambios que debe sufrir el actual sistema energético para minimizar sus efectos medioambientales necesitan de un enorme esfuerzo en inversión en investigación básica o fundamental en las anteriores áreas. No obstante, el crecimiento hasta la fecha en la inversión con la que abordar los programas de investigación y desarrollo, tanto pública como privada y tanto en la UE como en EEUU, no están en consonancia con la necesidad urgente de los retos a superar. La tendencia sin embargo puede cambiar drásticamente, volviendo los fondos para investigación y desarrollo en energía a una situación similar a la existente tras la crisis del petróleo de los años 70, si aumentan las amenazas geopolíticas sobre el suministro de petróleo o si se aportan nuevas evidencias acerca de la cada vez más demostrada influencia del hombre sobre el cambio en el clima.