El método experimental mantiene la ficción al margen de la biología

En una de las primeras entradas de este blog vimos que, según la opinión del historiador Arnold J. Toynbee expresada en su clásico tratado (A Study of History, 1934), en Historia resulta imposible evitar la ficción. Pero cuando Toynbee escribía esto no era, ni mucho menos, el primero en expresarse así. Años antes, en una carta a su amigo el Conde de Fíchalo fechada el 15 de Junio de 1885, Eça de Queiroz escribía:

En vano, amigo, se consultan documentos, mármoles de museos, estampas y cosas en lenguas muertas: La Historia será  siempre una gran fantasía

La ciencia moderna surge vigorosa y se desarrolla precisamente para no tener que admitir siempre esa deshonrosa incomodidad de andar dando concesiones a la fantasía. La ciencia en general, y en particular, la Biología, representan la búsqueda de algo más sólido y permanente que pueda quedar libre del acecho de los peligros de la fantasía de que nos han hablado Toynbee y Eça de Queiros. Para ello tienen sus recursos. Sus métodos seguros,  rigurosos; de modo que, si bien cualquier descripción de los hechos, tendrá abundante fantasía para el literato y para el historiador, no deberá ser así para el biólogo, quien, a tal fin podrá centrarse en hechos reproducibles del laboratorio. Que los hechos son reproducibles viene a significar, ni más ni menos eso: que se ha privado a su interpretación de toda fantasía.

Entonces surgen otros inconvenientes, porque expulsada de su medio natural (la descripción de los hechos), la fantasía ejerce libre su venganza.

expulsada de su medio natural (la descripción de los hechos), la fantasía ejerce su venganza

La venganza de la fantasía expulsada de sus relatos consiste en la aparición de dificultades, ante las cuales el biólogo debe estar extraordinariamente atento, si no quiere verse inmerso en errores. Una de esas dificultades (que ya ha dado lugar a un grave error) consiste en realizar descripciones híbridas de los hechos, mezclando aquellos que son relatos históricos con los que proceden de la pura experimentación. La llamada Nueva Síntesis (New Synthesis,  Modern Synthesis, Evolutionary Synthesis), es un ejemplo de estos errores.

Otra dificultad consiste en la necesidad ineludible de distinguir cuidadosamente hechos de teorías. Confundir los hechos con teorías es otro error en la base del darwinismo. He aquí una cuestión bien importante:

¿Será posible distinguir un hecho de una teoría?  Sí, no solamente es posible sino que es necesario. En ciencia los hechos se admiten y se respetan como tales. Se explican mediante hipótesis o teorías. En esto la biología va por delante de la historia porque puede someter sus teorías a experimentación. Así para referirse a una teoría científica, la pregunta nunca será si dicha teoría es o no es verdadera. Una teoría no ha de ser verdadera. Ha de proporcionar nuevas explicaciones de los hechos que puedan ponerse a prueba cuando los hechos hayan sido privados de fantasía, es decir, en la experimentación.

Bibliografía

Eça de Queiros. Correspondencia; lectura, coordenaçao, prefacio e notas de Guilerme de Castillo; Lisboa, Imprensa Nacional-Casa da Moeda, 1983, 1er vol., p 265-266. Citado en: “A Ilustre Casa de Ramires» . Editorial Presenta. Lisboa, 2004.

La imagen procede del blog Ojos de Papel

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33 comentarios

  1. Con el perdón de Toynbee y de Eça de Queiroz y por si aún no lo ha visto o nadie se lo ha dicho, le recomiendo vivamente que lea el artículo de las páginas 4 y 5 de El Mundo de ayer, viernes. Se titula:El evolucionismo y sus ramificaciones:Ciencia y religión y lo firma Juan A. Herrero Brasas. Sin duda la interesará.

    Cordiales saludos.

  2. Llevo un tiempo sin pasarme por tu blog por motivos laborales,ay,yo que tanto escribo sobre el tiempo.Sigue siendo un gran placer leerte.

    Un fuerte abrazo.

  3. Estimados Ludovido y Francisco,

    Muchas gracias por vuestra visita en estas fechas tan complicadas.

    Muy interesante la lectura sugerida, Ludovico. Copiaré su párrafo final a modo de conclusión que estoy seguro hará las delicias de los seguidores de Toynbee y de Eça de Quiroz:

    "A 150 años de la publicación de El origen de las especies, a 141 de la publicación de El Capital y a poco más de cien de las principales obras de Freud, si una lección debemos sacar es la de ser prudentes y no asumir ciega o fanáticamente lo que la ciencia, y los intereses que subyacen a ella en cada momento histórico, nos presentan como absolutamente evidente e incontrovertible."

    Parq quien quiera leer el artículo completo, se encuentra aquí:

    http://reggio.wordpress.com/2008/12/26/el-evolucionismo-y-sus-ramificaciones-ciencia-y-religion-de-juan-a-herrero-brasas-en-el-mundo/

  4. Estimado Emilio,

    Desearía contestar su último párrafo, dado que cita un artículo mío: Tal y como le comenté en la discusión del mismo, establece usted una diferencia entre hecho y teoría que es muy subjetiva y ligada al momento histórico presente. Me explico:

    Hoy día, el que los planetas describen una órbita elíptica alrededor del sol es un hecho, pero en otra época fue una teoría (la teoría heliocéntrica). Hoy día, que la herencia se sitúa en los cromosomas, es un hecho, pero tiempo atrás fue una teoría (teoría cromosómica de la herencia). No creo que insinúe que Copérnico, Sutton o Boveri eran unos caraduras que se limitaron a disfrazar un hecho con forma de teorías científicas. Como éstos, podemos encontrar cientos (o miles) de ejemplos.

    Creo que usted confunde demasiado fácilmente un hecho observable de forma directa (una manzana cae de un árbol) con un hecho que precisa de una experimentación científica para ser constatado (la gravitación universal).

    Pienso que podemos caer en la arrogancia si examinamos el trabajo de científicos pasados a la luz de los conocimientos actuales. Pensar que Newton o Darwin eran unos torpes porque el primero ignoró el hecho de la deformación del espacio-tiempo y el segundo no había oído hablar de genes y meiosis, creo que es injusto de todo punto.

    Saludos.

  5. Estimado JM,

    Le repito aquí lo que le dije en su blog. Estas, que para usted son hipótesis (quien quiera que lea la entrada correspondiente en su blog lo verá así):

    Hipótesis I: En una población aparecen caracteres de novo.

    Hipótesis II: Algunos de estos caracteres son hereditarios.

    Hipótesis III: Al menos algunas de estas características hereditarias producen una mayor ventaja reproductiva.

    No son hipótesis ni hoy ni hace doscientos años. Son hechos. Hechos observables de forma directa hoy y hace doscientos o trescientos años. No puede haber teoría montada sobre estas hipótesis, porque no son tales.

    Ni en este blog ni en el suyo he discutido acerca de Newton, ni de la deformación del espacio tiempo ni he dicho que Newton o Darwin fuesen torpes. Todo esto pertenece a su propia cosecha. Aqui no viene a cuento.

    Un saludo

  6. Estimado Emilio,

    ¿Le importaría citarme alguna publicación de hace más de 200 años en la que se utilice como hechos la heredabilidad de caracteres surgidos de novo al azar y su valor como ventaja reproductiva?

    Supongo que si son hechos tan directamente observables como que el sol ilumina o las manzanas caen de los árboles, habrá miles de referencias que tanto Lamark como Darwin, Wallace y otros tantos ignoraron.

    Y cuidado, que no digo de autores inmediatamente previos o coetáneos a Darwin o Wallace, dado que la idea de la evolución por heredabilidad de caracteres ya andaba rondando desde hacía años.

    Saludos.

  7. No se confunda JM, por favor no mezcle las cosas ni alargue argumentos innecesariamente. Eso que viene a decir ahora en un totum revolutum (la heredabilidad de caracteres surgidos de novo al azar y su valor como ventaja reproductiva) es una combinación de sus tres hipótesis (hechos) y no le va a salvar de tener que admitir que cada una de ellas no es una hipótesis sino un hecho. No ahora, sino reconocido desde tiempos inmemoriales.

    Añade usted ahora el azar (¿cómo no?), que no estaba presente en ninguna de sus tres hipótesis anteriores y que es algo a descartar desde que la ciencia es ciencia. Pero esto tampoco otorga a los hechos calidad de hipótesis.

    Es casi seguro (entre otras cosas porque no lo voy a buscar) que no voy a encontrar a un autor clásico que diga su frasecita al pie de la letra. Sobre todo porque la frasecita (que usted ha introducido en una oración con una falta de concordancia), es una construcción artificial, excesivamente compleja y en buena medida falsa (típico engendro darwinista). Lo que sí que podemos encontrar son abundantes citas que le demostrarán que sus hipótesis tomadas una a una eran hechos reconocidos para los autores clásicos.

    Veamos, en contra de lo que usted propone, lo que da de sí cada una de sus tres hipótesis cuando se toman una a una:

    Hipótesis I: En una población aparecen caracteres de novo.

    Las poblaciones no están formadas por individuos idénticos luego es obvio que en algún momento han aparecido caracteres de novo.

    Hipótesis II: Algunos de estos caracteres son hereditarios.

    Los hijos se parecen más a los padres que,en general, a los individuos que no son sus padres. Esto era un hecho bien reconocido siglos antes de Darwin y en ningún caso una hipótesis. No creo que fuese dificil encontrarlo como tal hecho descrito entre los clásicos. Afortunadamente todavía su reconocimiento no se atribuye a Darwin. Si ustedes siguen así puede que algún día esto lo haya descubierto también Darwin.

    Hipótesis III: Al menos algunas de estas características hereditarias producen una mayor ventaja reproductiva.

    Es un hecho tan obvio como la I y la II, sobre todo desde el momento en que usted mismo introduce (de forma darwinista) en la frase las palabras "Al menos algunas….". Con encontrar un ejemplo de una característica hereditaria que produzca una ventaja reproductiva bastaría para que fuese un hecho. Pero es obvio que si existen las características hereditarias, alguna ha de tener que ver con la reproducción.

  8. Hola de nuevo, Emilio,

    Es decir, que las tres hipótesis son hechos conocidos desde antiguo nos lo tenemos que creer porque usted o su intuición lo dicen, no porque hubiera autores de esas épocas que lo afirmaran.

    Bien, comienzo a entender cual es su concepto de "ciencia seria" y me permitirá discrepar profundamente. Yo prefiero trabajar con hechos, en lugar de con iluminaciones sin probar, pero cada uno tiene su sistema.

    Y, por supuesto, no tengo inconveniente en quitar el azar ese que tanto le molesta (aunque me permito recordarle que los hechos que tanto reclama no tienen nada que ver con lo que nos agrade o no nos agrade, sino con lo verdaderamente observado):

    ¿Le importaría citarme alguna publicación de hace más de 200 años en la que se utilice como hechos la heredabilidad de caracteres surgidos de novo y su valor como ventaja reproductiva?

    De lo contrario, perdóneme usted, el que ésto se conociera desde la grecia clásica seguirá siendo su peculiar opinión, no la realidad.

    Y, a pesar de estar hablando exclusivamente de las tesis de Darwin, situados a finales del XIX, me permito puntualizar algo que ya sabe: la teoría evolutiva por selección natural ha sufrido grandes modificaciones (o ampliaciones si lo prefiere). Hablemos de la aportación de Darwin, pero no confundamos tampoco a la audiencia haciéndoles creer que esto que estamos discutiendo es lo que actualmente se utiliza en biología evolutiva, que eso es un truco sucio 😉

    Saludos.

  9. Sr Hernández,

    Aristóteles sabía sin duda que determinadas características se heredan y hacen apto al individuo en su ambiente. Esto no es ni mi simple opinión ni tampoco una iluminación sin probar, se lo aseguro. En sus escritos compara las plumas del ave con las escamas del pez, por ejemplo. No ignora que ambos órganos sirven para la adaptación al medio y sabe muy bien, como cualquier agricultor, cazador o pescador de su epoca que dichas características se heredan.

    Lo que usted ha llamado hipótesis son hechos reconocidos como tales desde tiempo inmemorial.

    La teoría de evolución por selección natural ha sido ampliada y retocada artificialmente para mantenerla en pie sin fundamento alguno, cuando lo que debería haber ocurrido hace tiempo es el reconocimiento de su incapacidad como teoría científica y como consecuencia, su olvido.

    No estamos situados a finales del XIX sino al principio del XXI.

    Confundir a la audiencia es lo que usted ha hecho en algunas entradas de su blog. Aquí no caben trucos sucios.

    Saludos

  10. Vaya, vaya, así que Aristóteles era biólogo evolutivo, curioso (y revolucionario). Yo pensaba que él pensaba que los organismos estaban organizados en una gran "cadena del ser", desde lo más simple a lo más complejo y manteniendo una concepción fijista (inmutabilidad de las especies), es decir, todo lo contrario a cualquier idea evolutiva o de cambio de las especies (aún si me hubiera dicho Anaximandro o la escuela de Mileto, habría algo que rascar).

    Obviamente, la conspiración darwinista ha debido transfornar todos los libros históricos y filosóficos, para mostrar un Aristóteles fijista, cuando en realidad pensaba en la heredabilidad de caracteres obtenidos mediante mutaciones espontáneas…

    Estimado Emilio, forzar los argumentos hasta el límite le llevan a caer en verdaderos disparates.

    Y lo de que la teoría sintética ha sido retocada y ampliada artificialmente, supongo que no se referirá a que las mutaciones, la teoría cromosómica de la herencia o la genética de poblaciones sean artefactos artificiales (o igualmente conocidos desde la grecia clásica).

    ¿Está usted seguro de que el que confunde soy yo?

    Saludos.

  11. Aristóteles no era biólogo evolutivo ni en su época existía nada parecido a la biología, pero ya reconocía como hechos lo que usted llamó en su blog erróneamente hipótesis. Éste es por el momento el único punto en debate.

    La cadena del ser no va desde lo más simple hasta lo más complejo. Las cadenas no tienen una dirección. Usted trae por los pelos argumentos que no vienen a cuento. Los hechos que le dije que reconoció Aristóteles no tienen nada que ver con concepciones fijistas o evolucionistas. Son hechos, previos a hipótesis.

    Yo no he forzado ningún argumento. Tan solo le hago ver sus errores. Los hechos son hechos y no hipótesis. No he argumentado nada más, el resto es todo suyo. Simplemente reconozca su error y podremos seguir debatiendo. Si no lo hace, no hay nada que argumentar. Cuando lo haga, podremos entrar a discutir sobre la teoría sintética y de qué manera las mutaciones, la teoría cromosómica de la herencia y la genética de poblaciones vinieron a apoyar una teoría que no era tal.

    Siga usted con salud,….

  12. Vamos a ver, Emilio: por mucho que se empeñe, Aristóteles era fijista, que le vamos a hacer. Y eso no es algo que podamos decidir usted y yo por convenio, sino que basta con consultar cualquier libro de historia. Sin embargo, solo se trata de un ejemplo mal elegido, dado que sí existían otros autores clásicos (principalmente Anaximandro, como le comentaba antes) que acuñaron una concepción más evolutiva. Sin embargo, para nada entraron a dilucidar (ni siquiera intuir) los mecanismos por los que las especies cambiaban.

    La idea de una evolución no es nueva, efectivamente, lo que si resulta innovador (y no se lo debemos solamente a Darwin) es la explicación del fenómeno evolutivo mediante la filtración de variedad surgida al azar en el seno de la población (uy perdón, he mencionado azar sin querer).

    Le repito que no es cuestión de enrocarse, sino de acudir a pruebas que argumenten una u otra posición. Si no existen referencias de ningún autor que considere que el ambiente filtra contínuamente las variaciones espontáneas, significa que -salvo que se lo guardara para sus adentros-, la biología predarwinista no había alcanzado tal hipótesis.

    El problema es que sigue usted realizando una diferenciación muy particular entre hechos e hipótesis. No se puede analizar la biología del siglo XIX -ni la del IV a.c.- a la luz de los conocimientos del siglo XXI. Una hipótesis no es lo contrario de un hecho; en algún momento una hipótesis científica puede revelarse como un hecho al ser comprobada empíricamente, y por lo tanto, lo que hoy es un hecho, en tiempos anteriores pudo haber sido sólo una hipótesis.

    Saludos.

  13. Si Aristóteles era fijista o Heráclito podía ser transformista no es lo que estamos discutiendo aquí. Quien se ocupó por primera vez en nuestros tiempos históricos de estudiar los mecanismos por los que las especies cambiaban fue Lamarck y no Darwin. A Darwin debemos menos que a Lamarck: principalmente el concepto confuso y no científico, como usted nos viene demostrando, de la selección natural.

    ¿Pruebas que argumenten qué posición? Usted se equivocó al indicar en su blog que "En una población aparecen caracteres de novo" y que " Algunos de estos caracteres son hereditarios" son hipótesis. No lo son. Hay una diferencia clara entre hipótesis y hechos y si usted no la quiere ver, es su problema. Esto, Sr Hernández, son hechos y si no lo reconoce, será usted quien se enroca a la defensiva.

    La influencia del ambiente es Lamarck quien la describe y no se limita a la torpeza de "filtrar las variaciones espontáneas".

    Usted está confundiendo a sus lectores simplemente porque no quiere reconocer dos realidades palmarias: La teoría de evolución por selección natural no tiene base científica. La base científica que usted le puso fuen un invento macarrónico.

    Suerte en sus especulaciones.Siga usted buscando los giros para demostrarnos a todos que los hechos pueden ser teorías y las teorías hechos en función de sus caprichos,…..Ánimo!

  14. Perdone Emilio, pero fue usted el que se empeñó en que el concepto de que el ambiente filtra los caracteres surgidos de novo y heredados por la siguiente generación se conocía desde antiguo. Si no encuentra ni una referencia sobre tal afirmación, es su problema, no el mío.

    Dice usted, textual y empecinadamente, que "<em>Usted se equivocó al indicar en su blog que "En una población aparecen caracteres de novo" y que " Algunos de estos caracteres son hereditarios" son hipótesis.</em>"

    Permítame un par de preguntas bastante aclaratorias:

    Que Plutón existe, ¿es una hipótesis o es un hecho? ¿y en 1920?

    Que existan los electrones, ¿es una hipótesis o un hecho? ¿y en 1874?

    Que existan los genes, que se encuentran en los cromosomas y que sean los responsables de la herencia, ¿es una hipótesis o un hecho? ¿y en 1905?

    El considerar que es un hecho lo que a nosotros, en pleno siglo XXI, nos parece evidente y archiprobado, no es más que una falta de perspectiva que se entronca con una falta de respeto a todos los investigadores anteriores.

    Déjese de apreciaciones personales y defina, que la ciencia no avanza llamando "torpes" a los que nos caen mal, sino probando nuestras afirmaciones.

    Saludos.

  15. Mire Sr Hernández,

    Todo esto son hechos:

    – Plutón existe

    – los electrones existen

    – los genes existen

    – En una población aparecen caracteres de novo

    – Algunos de estos caracteres son hereditarios

    En este blog nos hemos ocupado algo de los dos últimos y por el momento tenemos suficiente. Si para usted siguen siendo hipótesis, siga usted explicándo la teoría de evolución por selección natural en otro lugar. Aquí nos gusta llamar a los hechos, hechos, y a las hipótesis, hipótesis y, en lugar de confundir a los lectores, intentamos buscar criterios objetivos y admisibles. Como usted dice (pero no hace), definiendo.

    El hecho responde a la pregunta ¿Qué? (en alguna de sus formas, por ejemplo: ¿Qué hay? o ¿qué ocurre? o ¿qué percibimos?).

    La hipótesis responde a la pregunta ¿Por qué?.

    Si tiene un criterio mejor, expóngalo. Si no, por favor no traiga más ejemplitos cogidos por los pelos.

  16. Lllevemos entonces el argumento hasta el final, como pretende hacer con la selección natural: según usted, la existencia de Plutón, de los electrones o de los genes nunca fueron hipótesis científicas y, por lo tanto, ni los astrónomos, físicos ni genéticos que se ocuparon de descubrirlos hicieron ciencia. Simplemente se limitaron a escribir un hecho que se conocia ¿desde siempre?

    Veo también, que realiza una definición muy peculiar, aunque desde mi punto de vista errónea, de hecho e hipótesis. Según ella, la existencia del Bosón de Higs es un hecho, ya que responde a la pregunta "¿que?"; supongo que el que no esté demostrada esa existencia es algo banal, que no le quita su definición de "hecho". Así pues, interpreto que deben existir "hechos ciertos" -como la existencia de Plutón- y "hechos falsos" -como la existencia de Vulcano-

    Permítame otra pregunta, y a continuación le respondo: Si la existencia de los electrones siempre ha sido un hecho, ¿la existencia del Bosón de Higs, aún no confirmada, también es un hecho? ¿Que diferencia hay entre la hipótesis de la existencia de los electrones en 1874 y la del bosón de Higs en 2008?

    Bien, es una forma de definir las cosas, aunque me permitirá discrepar profundamente. Creo que la ciencia no solamente se ocupa de los porqués, sino también de los qué (en cualquiera de sus formas).

    Es más, creo que la ciencia no se diferencia tanto por el objeto de su estudio, o el tipo de pregunta, como por el método que emplea. Usted puede intentar probar la existencia del bosón de Higs haciendo un güija para comunicarse con los espectros, pero no estará haciendo ciencia. Por el contrario, puede diseñar experimentos para validar la hipótesis (o, según usted, el hecho) de la existencia del bosón y entonces sí estará haciendo ciencia.

    Pero podemos avanzar más, dice usted que la aparición de caracteres de novo y la heredabilidad de algunos de éstos son hechos, así como que algunos de ellos sean beneficiosos para su portador (dándole una mayor ventaja reproductiva). Dado que la afirmación "los que tienen mayor ventaja reproductiva se reproducen más y, por lo tanto, pasan más genes a la siguiente generación" es una tautología y, por lo tanto, cierta en si misma, llegamos a la siguiente formulación:

    "El ambiente filtra los caracteres que aparecen de novo, de tal manera que aquellos que resultan beneficiosos son fijados en la población, y los que resultan dañinos, eliminados de ella."

    Supongo que ésto también es un hecho evidente, por lo que acabamos diciendo que la existencia de la selección natural es un hecho.

    La siguiente afirmación de la teoría de Darwin es:

    – La acumulación de caracteres beneficiosos -filtrados por el ambiente- produce tal divergencia entre distintas poblaciones que algunas acaban constituyendo especies diferentes.

    Supongo que no tendrá problema en denominar a esto una hipótesis (dado que pregunta "por qué" o "cómo" se produce la especiación), y además una hipótesis coherente, dado que está basada en hechos.

    Por supuesto, no se sienta en la obligación de continuar con esta discusión, si le molesta el debate, tal como dice puedo seguir "explicándo la teoría de evolución por selección natural en otro lugar".

    Saludos.

  17. Sr Hernández,

    El debate no me molesta. Al contrario, sirve para aclarar posiciones.

    Aclarar significa exponer conceptos e ideas evitando confusión y si es posible brevemente.

    A usted parece no gustarle mi criterio para distinguir hecho de hipótesis. No obstante, no presenta usted un criterio mejor sino que con sus argumentos tiende a sembrar más confusión. Siendo así, yo seguiré con mi criterio. Un hecho responde a la pregunta ¿Qué?; una hipótesis responde a la pregunta ¿Por qué?.

    La existencia de los electrones es un hecho hoy. En ningún momento he dicho yo que haya sido un hecho siempre y en todo lugar. Esto es de su cosecha y ya llevo unas cuantas afirmaciones de su cosecha que no se ajustan a lo que yo voy diciendo.

    Diseñar experimentos para validar hipótesis como usted dice implica que esas hipótesis nos van a dar la explicación de los hechos.

    Estos dos:

    – En una población aparecen caracteres de novo

    – Algunos de estos caracteres son hereditarios

    Son hechos. Nunca fueron hipótesis. Reconózcalo ya de una vez y luego entraremos en el debate de la selección natural, para el que usted ha dejado ya las cosas bien claras en su comentario anterior.

    De momento le daré dos ideas importantes:

    Una tautología es más (y menos) que una verdad. Son dos verdades peligrosamente enlazadas entre sí con la apariencia de un razonamiento que promete llevarnos a algún sitio pero nos deja como estábamos pero más desorientados.

    Un hecho puede servir como hipótesis; pero no necesariamente todos los hechos son hipótesis.

    Si hubiese leido con atención el post tal vez se habría dado cuenta de que muchos hechos o verdades no valen como teorías científicas (ni como hipótesis) y se habría ahorrado el comentario anterior. Bueno, habría dejado el párrafo en el que indica la manera de probar la existencia del bosón de Higs haciendo un (sic) güija para comunicarse con los espectros (un ejemplo de su manera de enfocar la discusión).

    Saludos

  18. Por mucho que se le de vueltas a la Teoría Neodarwiniana de la Evolución, siempre se ha encontrado en apuros. Y no se trata de que Emilio defienda una posición heterodoxa. ¿Heterodoxa para quíen?. Solo para los darwinianos.

    J.M. Si usted hubiera leído los debates de filosofía de le ciencia entre figuras indiscutibles de tal especialidad se encontraría con que una buena parte de los filósofos contemporáneos niegan que la teoría Neodarwiniana de la Ecolución sea una verdadera teoría científica seria, sino un marco conceptual muy general no corroborable tal cual está explicitada.

    Del mismo modo las tautologías no pueden ser empleadas en estas discusiones y no lo dice solo Emilio sino toda la escuela de positivistas lógicos y muchos más. Pregúntele usted a un filósofo de la ciencia. No hay discusión sobre este punto.

    Emilio: es una entrada ocasional si hay más debate ya me avisas. Todo lo demás es desviarse del tema. Y hay literatura sobre el tema en castellano entre filósofos evolucionistas (Michael Russe) y filósofos de la ciencia de otra disciplina que le ponen siempre a caer de un burro. Y e eso los darwinistas callan, pero siguen en sus trece.

    Un abrazo

    Juanjo Ibáñez

  19. Bien, Emilio, veo que aunque le cuesta, ha reculado.

    Dice que "Un hecho puede servir como hipótesis; pero no necesariamente todos los hechos son hipótesis. "

    Y con eso estoy completamente de acuerdo, ya se lo apunté en el comentario #12.

    Ahora bien, no es cuestión de que usted y yo decidamos, reconozcamos o pactemos si el que en una población aparecen caracteres de novo y si algunos de estos son heredables, son hechos desde siempre o alguna vez fueron hipótesis.

    Ni la historia, ni la ciencia se "pactan", sino que se muestran documentos y evidencias de lo que se dice. En este caso, basta con dar una sola referencia de hace más de 200 años en las que un naturalista de por hechos tales afirmaciones, y usted no lo ha hecho.

    De todas formas, da igual, para el tema que nos ocupa podemos dejar ese punto en discrepancia, dado que sean hipótesis probadas o hechos desde el paleolítico es indiferente para poder continuar.

    Y la siguiente hipótesis-hecho es:

    – Algunas de estas características (surgidas de novo y heredadas) producen una ventaja reproductiva a sus portadores.

    ¿Esto es para usted un hecho o una hipótesis? Se lo pregunto simplemente por seguir avanzando, si opina que es un hecho desde Aristóteles no le pienso discutir, sino seguir adelente.

    Saludos cordiales.

  20. Hola Juan José,

    He leído bastante sobre filosofía de la ciencia, quizá más de lo que usted piensa, y al igual que es cierto que buena parte de estos opinadores cuestionan el neodarwinismo como ciencia, también hay muchos científicos y filósofos que cuestionan los conocimientos sobre biología de estos grandes pensadores y su competencia como para pronunciarse tan taxativamente como hacen a veces.

    No me extiendo por no dividir el debate, que luego Emilio me regaña 😉

    Saludos.

  21. Hola JM,

    Empiezo a cansarme de que me atribuya frases que yo no he dicho.

    No he reculado. Nunca dije que un hecho no pudiese servir como hipótesis. Sólo dije que sus dos hipótesis nunca fueron tales, sino simplemente hechos.

    Si no lo reconoce, no hay por donde seguir. No estoy dispuesto a discutir con alguien que es incapaz de reconocer un error propio mientras ve por todas partes errores ajenos que, en su mayor parte, no existen.

    La ciencia es una actividad humana y todas las actividades humanas están regidas principalmente por convicciones. Los científicos convencidos del neodarwinismo han demostrado muchas veces su incapacidad de entender (no ya de compartir, sino de entender), otras convicciones que no fuesen las suyas propias.

    Reconozca que se equivocó en las dos hipótesis primeras y entonces comenzaremos a tratar de la tercera. Entretanto le agradecería dos cosas:

    Primera, que tomase en serio el comentario de Juan José Ibañez, porque acierta plenamente en un aspecto muy importante: el darwinismo no es un planteamiento científico sino social.

    Segunda, que si ha leido ya esta entrada que comenta sin descanso, lea también la entrada siguiente sobre Hechos, verdades y teorías científicas. Puede ser útil para seguir el debate.

    Saludos

  22. Hola de nuevo,

    Emilio, siento si le he malinterpretado en algún momento, le aseguro que mi intención no es poner en su pluma cosas que no ha escrito, y si lo he hecho a sido a causa de mi incapacidad comprensiva, no de un interés en descalificar sus afirmaciones. Por ello, retiro el "reculado" y entiendo lo que comenta en relación a que algunos hechos pueden haber servido como hipótesis, aunque no los que nos ocupan.

    Mi confusión vino principalmente porque usted siempre ha insistido en el argumento "un hecho es un hecho y una hipótesis es una hipótesis", remarcando después que "un hecho responde a la pregunta ¿qué? y una hipótesis a la de ¿porqué?", lo me impidió comprender la diferencia entre hechos susceptibles de haber sido hiótesis y hechos de toda la vida. Lamento no haber sabido leer más allá, pero ya le digo que queda completamente entendido.

    Dicho esto, veo que la única diferencia en nuestras concepciones -hasta ahora- es que usted opina que la aparición de caracteres nuevos en una población y la heredabilidad de algunos de ellos es un hecho conocido desde antiguo, por lo que no supone ninguna innovación en el siglo XIX. Espero que al menos me conceda poder discrepar de esta opinión, al menos hasta que me cite autores del siglo XVII que describieran el fenómeno -que seguramente existen y desconozco-.

    No obstante, no creo que se trate precisamente de lo mas relevante, siempre y cuando aceptemos que ambos fenómenos suceden en las poblaciones, por lo que a efectos de continuar esta -pienso que muy interesante- discusión, no tengo inconveniente en obviar su calificación como "hechos de toda la vida" o "hipótesis sin confirmar en el siglo XIX" dándolo como premisas previas y sin utilizarlo posteriormente como aportación de la teoría de Darwin.

    ¿Le parece suficiente como para poder continuar?

    Saludos.

  23. Sr Hernández,

    Si entiende ya de una vez, como dice, que los hechos que nos ocupan, son hechos y no hipótesis, entonces reconózcalo claramente e indique en su blog el error en la entrada correspondiente. No deje que quien lea esa entrada vaya a pensar que son hipótesis lo que no son más que hechos.

    Pero el caso es que yo dudo, leyendo su último comentario, que usted haya entendido, como dice, que sus hipótesis no son sino hechos, porque si lo hubiese entendido no habría escrito esta frase, refiriéndose a "fenómenos que suceden en las poblaciones":

    "hechos de toda la vida" o "hipótesis sin confirmar en el siglo XIX"

    Porque no es lo mismo un hecho de toda la vida que una hipótesis sin confirmar.

    De que ambos hechos (mencionados por usted en su blog como hipótesis y aportaciones de Darwin) no son ni hipótesis ni tampoco aportaciones originales de Darwin, a mi no me cabe la menor duda, como le llevo diciendo un mes.

    Aclare su opinión, por favor.

    Saludos

  24. Ok, pues si nos cerramos en banda y nos aferramos a definiciones cuidadosas, lo haremos con toda consecuencia.

    Efectivamente, cometí un error en mi artículo original, ciertamente, y es que di por supuesto que el surgimiento de nuevos caracteres se producía al azar, y que la heredabilidad de éstos era de forma independiente, es decir, no "mezclada" como entendían las teorías sobre la herencia vigentes hasta el siglo XIX.

    La verdad es que le agradezco la insistencia, porque a veces, tratando de simplificar, reducimos demasiado y podemos ser malinterpretados y, como muy bien dice usted, inducir a la confusión en lugar de la divulgación.

    Así pues, puntualizo las dos hipótesis iniciales:

    Hipótesis I. En una población surgen nuevos caracteres al azar.

    Hipóteisis II. Algunos de estos caracteres son heredados de forma independiente, sin sufrir dilución alguna debida a la reproducción.

    Opinión aclarada 😉

  25. Sr Hernández,

    Sus dos hipótesis iniciales no piden puntualización sino corrección.

    Usted, en vez de la adenda que confusamente ha introducido en la entrada correpondiente de su blog, debería dejar claro ya de una vez que sus hipótesis I y II no son tales hipótesis sino hechos. Hechos, para los que si quisiesemos una explicación, podríamos recurrir a hipótesis, que necesariamente deberíamos comprobar experimentalmente.

    Así, por ejemplo el indicar que los caracteres surgen por azar podría considerarse una hipótesis (si bien extraña en ciencia), que habría que demostrar experimentalmente.

    Saludos

  26. Bien, llamémosle como quiera, puntualización o corrección, el caso es que estaban incorrectamente formuladas, por excesiva simplicidad, tal y como usted apuntaba. Tenga en cuenta que no son "mis hipótesis", sino un intento de reflejar las tesis de Darwin, que, efectivamente, quedan mejor expresadas en la última formulación.

    Así pues, tenemos, como usted mismo dice, una hipótesis susceptible de demostrar experimentalmente (los caracteres surgen por azar) y, por lo tanto, científica.

    No se ha pronunciado sobre la segunda, un tipo de heredabilidad conservativa, inexplicable a la luz de los conocimientos de la época. Supongo que también le parecerá contrastable experimentalmente y, por lo tanto, dentro del campo de la ciencia.

    Saludos.

    P.D. Con respecto a la corrección en mi blog, en artículos que tienen comentarios es conveniente hacer las modificaciones en forma de adenda, dado que si no, los comentarios que haceN referencia al texto original quedarían sin sentido, especial y precisamente los suyos.

  27. Estimado Sr Hernández,

    Sigue usted sin corregir el error en la entrada correspondiente de su blog. Por mi parte no hay inconveniente en que lo haga como addenda, pero siempre que deje las cosas claras (ya sabe, indicando que lo que señalaba como hipótesis no son tales sino hechos). Cuando lo haga de manera adecuada seguiremos discutiendo.

    Un saludo

  28. Ummm, esto me suena un poco a "pues como no le digas a la seño que has sido tu no te doy las chuches", pero como comprenderá, Sr. Cervantes, no voy a caer en un mecanismo tan infantil como éste para impedir la discusión. Modificado queda y suficientemente claro, a pesar de que sus comentarios hayan perdido sentido, pero usted mismo.

    Estamos entonces en que ante los hechos de que aparecen nuevos caracteres y que algunos caracteres se heredan, Darwin estableció dos hipótesis:

    Hipótesis I: En una población aparecen caracteres de novo al azar .

    Hipótesis II: Algunos de estos caracteres son heredados por la descendencia de forma no diluida.

    No creo que opine que esto son hechos conocidos desde la Grecia Clásica, ¿no?

    Saludos.

  29. Francamente, Sr Hernández, no me gusta su ironía ni me gustan las modificaciones que ha realizado ahora en las que pretende tapar, pero no reconoce, su error.

    Usted puede mantener su texto anterior, poniendo en una adenda una explicación adecuada en la que indique que sus hipótesis no eran tales sino hechos. Si no lo hace así debe hacerlo de manera que deje las cosas claras según se han ido discutiendo y que sus lectores vean que sus hipótesis anteriores no eran tales sino hechos. Mientras yo no vea esto no seguiré discutiendo.

    Creo que es la manera lógica y justa de subsanar un error. Reconocerlo como tal y no taparlo con otro mayor.

    Saludos

  30. Pues francamente también, Sr. Cervantes, a mi tampoco me gustan sus exigencias. Yo creo que usted no tiene ningún interés en corregir ningún error, ni siquiera en discutir nada en absoluto, sino de aferrarse a cualquier excusa para evitar la conversación.

    No obstante, insisto en que no le voy a abrir una puerta para escapar y luego propagar a los cuatro vientos que unos supuesos "darwinistas" no atienden a razones porque no tienen con qué sustentar sus fantasías.

    Ya tiene el texto anterior tachado, una adenda en la que digo que "<em>la primera formulación que habíamos realizado de las hipótesis I y II es errónea, dado que así redactadas corresponden a hechos conocidos desde antiguo y no suponen una aportación original.</em>" y un comentario al final reconociendo lo mismo (quiero suponer que ayer no llegó a leerlo).

    A no ser que necesite que lo ponga en 24 puntos y en color rojo (perdón por la ironía), creo que no le quedan más excusas para continuar.

    Saludos.

  31. Sr Hernández,

    Sigamos pues. Dos cuestiones importantes reclaman una explicación:

    En primer lugar, dígame por favor cuál (cuáles) son los errores que a su juicio yo debo corregir.

    En segundo lugar, índiqueme de dónde ha sacado usted esto que dice en su blog:

    "(Darwin) afirmó que la aparición de nuevos caracteres en una población se debe al azar"

    Necesito una cita clara de un texto original de Darwin que confirme esta frase porque si usted no me la da, basándome en mi reciente lectura de "On the origin……..", me inclino a pensar que no es correcta.

    Saludos

  32. No hace falta que corrija nada, Emilio, estamos discutiendo y no perfeccionando la redacción de artículos de opinión. En todo caso, si al final llegamos a alguna conclusión compartida, ambos tendremos ocasión de reflejarlo en cada uno de nuestros blogs como un éxito en el diálogo, que es de lo se trata en el invento este de la blogosfera.

    En lo que nos ocupa, y puestos de acuerdo en el planteamiento de ambas hipótesis para explicar los hechos de la variación y la herencia, toca usted un tema interesantísimo: el concepto de azar en la obra de Darwin y cómo fue tratado por este autor.

    De hecho, es un tema tan amplio, interesante y -porqué no- polémico, que merece un artículo en sí mismo, y me animo a responderle de esta manera. Supongo además que entenderá que, si estamos hablando de mi blog y de mis artículos, el debate se desarrolle mejor allí.

    Sin embargo, parto de viaje hasta finales de mes, por lo que no estaré conectado -de hecho, ni a la red eléctrica- en los próximos diez días. A la vuelta, publicaré el artículo y le emplazaré un enlace en este mismo hilo, con lo que podremos retomar la conversación.

    Hasta la vuelta, un cordial saludo.

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