Leonard Darwin, hijo de Charles y presidente de la Eugenics Education Society
Leonard Darwin (1850-1943), el menor de los hijos de Charles, fue militar, político y presidente de la Royal Geographical Society entre 1908 y 1911. Presidió la British Eugenics Society (Eugenics Education Society) entre 1911 y 1928 sucediendo al fundador de la misma, su tío Francis Galton. Desde 1928 fue presidente honorario de dicha sociedad hasta su muerte.
Leonard fue el mentor de RA Fischer, fundador de la estadística moderna y uno de los principales artífices de la síntesis neo-darwinista, autor de perlas como esta, quien casualmente dedicó su obra «The Genetical Theory of Natural Selection» (1930) a Leonard.
La llamada «nueva síntesis» o «síntesis neo-darwinista», mediante la cual la genética y la biología molecular se ponían al servicio del dogma darwinista, no estuvo totalmente en manos lejanas del padre fundador, sino bien próximas a su familia.
Uno de los libros más difundidos en defensa de la eugenesia es el que lleva por título ¿Qué es la eugenesia?, de Leonard Darwin. Eugene Pittard, un catedrático de Antropología de la Universidad de Ginebra decía en su prólogo a una de las ediciones del mismo (1930):
Ante la ola de seres tarados que, poco a poco, pero de manera continua (las estadísticas lo demuestran), invaden las posiciones ocupadas por los seres sanos, cuantos se preocupan por el porvenir de la raza (higienistas, economistas, hombres de ciencia) se preguntan ansiosamente hacia qué abismo corre la humanidad. La degeneración gradual de la raza no deja de ser un hecho….La Eugenesia es la aplicación de las leyes biológicas al perfeccionamiento de la especie humana. ¿Es posible que alguien crea que no hay necesidad de tal mejora?……
Por una mala interpretación de lo que debiera ser selección eficiente, la sociedad hace esfuerzos considerables de todo orden para conservar los tipos inferiores. Nunca han sido tan numerosos como hoy los auxilios sentimentales y económicos que se prestan a las enfermedades físicas y sociales. Los propios estados se esfuerzan- aumentando así las cargas contributivas- en hacer vivir y triunfar (gracias a su activa reproducción) a los degenerados físicos y psíquicos de toda especie, los criminales; todos aquellos que una buena selección debe eliminar.
Con esto ya tenemos una idea acerca de lo que es la eugenesia y cuán próxima se encuentra del darwinismo. Para quien siga albergando dudas acerca de la proximidad de ambos planteamientos, copiaré una frase extraida del libro The descent of Man, de Charles Darwin:
With savages, the weak in body or mind are soon eliminated; and those that survive commonly exhibit a vigorous state of health. We civilised men, on the other hand, do our utmost to check the process of elimination; we build asylums for the imbecile, the maimed, and the sick; we institute poor-laws; and our medical men exert their utmost skill to save the life of every one to the last moment. There is reason to believe that vaccination has preserved thousands, who from a weak constitution would formerly have succumbed to small-pox. Thus the weak members of civilised societies propagate their kind. No one who has attended to the breeding of domestic animals will doubt that this must be highly injurious to the race of man. It is surprising how soon a want of care, or care wrongly directed, leads to the degeneration of a domestic race; but excepting in the case of man himself, hardly any one is so ignorant as to allow his worst animals to breed.
Que traduciré como:
Entre los salvajes, los débiles de mente o cuerpo se eliminan pronto y los que sobreviven muestran un vigoroso estado de salud. Nosotros, gente civilizada, por otra parte, hacemos todo lo posible para limitar el proceso de eliminación: construimos asilos para el imbécil, el tullido y el enfermo, instituimos leyes para los pobres; y nuestros médicos se esfuerzan para salvar las vidas de todos hasta el último momento. Hay razones para creer que las vacunas han salvado a miles, que hubien sucumbido a la viruela. Así, los miembros débiles de las sociedades civilizadas propagan su clase. Nadie que hay puesto atención a la reproducción animal, dudaría que esto debe ser nocivo para la raza humana. Sorprende ver lo pronto que una falta de cuidado, o el cuidado mal dirigido, conduce a la degeneración de una raza doméstica, pero excepto en el caso humano, casi ninguna es tan ignorante como para permitir reproducirse a sus peores ejemplares.
La obra de Darwin en general, y en particular «The descent of man», está llena de ejemplos de pensamiento eugenésico como el párrafo precedente. En dicha obra, estos párrafos conviven con otros de «apariencia» tan piadosa como el siguiente:
If the misery of our poor be caused not by the laws of nature, but by our institutions, great is our sin
(Grande es nuestro pecado si la miseria de los pobres no está causada por las leyes naturales, sino por nuestras instituciones)
El protocolo de la eugenesia parte de la base de que el ser humano viene determinado en su herencia, en la linea de pensamiento de Galton. Algunos seguidores del darwinismo, más favorables a la eugenesia que el propio Darwin, eliminando la componente lamarckista del darwinismo, tendieron a reforzar aquella base.
Para aquellos que después de todo, mantengan dudas acerca de la verdad que pueda haber en la eugenesia les aconsejo la lectura de un párrafo de la autobiografía de Rita Levi Montalcini, Premio Nobel de Medicina en 1986 por su descubrimiento del factor de crecimiento nervioso. La autobiografía, titulada Elogio de la imperfección, finaliza con un Epílogo titulado “El mensaje de Primo Levi”, en el que citando a este autor dice:
Rudolf Höss, el comandante de Auschwitz-“uno de los peores criminales de todos los tiempos”-como tu le definiste-“no estaba hecho, sin embargo, de una materia diferente de la de cualquier otro burgués de cualquier otro país; su culpa no estaba inscrita en su patrimonio genético ni en el hecho de haber nacido alemán, sino que consiste por completo en no haber sabido resistir la presión que un ambiente violento había ejercido sobre él ya antes, incluso, que Hitler tomara el poder”.
Bibliografía
Levi Montalcini, R. 1998. Elogio de la imperfección. Ediciones B, SA. Barcelona, España.
Wright Gillman, N. 2001. Sir Francis Galton (From African Exploration to the Birth of Eugenics), Oxford University Press.