En algunas de las imágenes que nos han llegado tanto de Marx como de Engels y de Darwin los tres presentan un aspecto parecido, en el que predomina una gran barba patriarcal que para algún comentarista insolente ha servido ya como recuerdo de aquellas barbas blancas que los profetas e incluso la divinidad misma ostentaban en algunas de sus imágenes más clásicas. Y es que, seguramente para cumplir su función de mitos en la Tierra,  nuestros nuevos profetas del materialismo tendrían que ocupar los tronos antaño ocupados por los mitos anteriores y; para ello, nada mejor que unas buenas barbas como garantes del patriarcal gesto siempre necesario en dichos tronos.

Este blog se adelantará a los eventos conmemorativos del segundo centenario del nacimiento de Darwin analizando en una serie de entradas algunos detalles de su curiosa relación con el filósofo materialista Friedrich Engels, soporte de Karl Marx y teórico del materialismo dialéctico y del marxismo.

Para resumir aquí en breve en qué consiste dicha relación indicaré simplemente que, Engels, en sus escritos dirigidos al gran público en los que expone su planteamiento materialista,  se sirve de los escritos de Darwin utilizándolo cuando y como le conviene; sin embargo, después de haber hecho esto, en algunos escritos de difusión más reducida, como por ejemplo en alguna de sus cartas, el mismo autor confiesa no tomar en serio la obra de Darwin. Engels, que no era tonto, utilizó a Darwin de manera ejemplar en un materialista. Tomando de él lo que le convino para terminar denostándolo cuándo ya está satisfecho con lo que se ha servido.

Todos tenemos mucho que aprender de los mitos. Si lo que podríamos aprender de los antiguos es un infinito cada vez más insondable al que hemos decidido dar la espalda; por el contrario, el aprendizaje a partir de estos mitos modernos es sencillo, neto e inmediato. El trato que dio Engels a Darwin consiste en servirse de sus escritos a su antojo para terminar tirándolos al cubo de la basura cuando ya habían dado de sí todo lo que podían. La relación entre ambos personajes resulta así en un puro enredarse de sus barbas, la manifestación más ejemplar y directa que podríamos esperar de sus teorías: La selección natural y el materialismo dialéctico. Tanto creyeron en ellas, que a ellas se entregaron y de ellas fueron ejemplo. Todo en estado puro. Puro materialismo. Pura selección natural; es decir,  Sir Charles tomando de su propia medicina. Pero,… mejor será que lo veamos

La composición representa imágenes de distintos profetas antiguos: Isaias (I), Jeremías (J), Ezequiel (Ez), y modernos: Marx (M), Engels (E), Darwin (D).

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21 comentarios

  1. Está muy bien darse el gustazo de decir lo primero que se nos ocurre en un foro abierto como es un blog. Darse el gustazo de mostrar nuestras ocurrencias, lo bien que escribimos, lo bien que criticamos o lo irónicos que podemos llegar a ser. Peor creo que disponer de una herramienta de comunicación como es un blog requiere una cierta responsabilidad. Pienso que el comunicador debe, en primer lugar, estar preocupado por transmitir cosas al lector, es decir, su primer objetivo debería ser, creo yo, que el lector aprenda algo, se ponga al corriente de un dato nuevo o conozca una nueva interpretación de determinados hechos. Por eso creo que este blog, cuyo precioso título -Biología y Pensamiento- sugiere enormes posibilidades de profundización en temas fundamentales, tiene mucha menos utilidad de la que creo que podría tener. Y creo esto porque muchas veces se aprecia una cierta superficialidad en los contenidos. El comunicador debe siempre esforzarse al máximo por hacerse entender, y debe profundizar en los temas que toca. No basta con decir que el darwinismo es erróneo, porque eso es una crítica superficial, hay que decir qué tiene de erróneo el darwinismo y sobre todo exponer qué visión alternativa es la que se defiende. Hablar de las barbas de Darwin es muy chistoso, pero no enseña nada. Aprenderíamos más si el autor del blog nos hubiera explicado qué aspectos del darwinismo apoyó Engels, errónea o acertadamente, y en qué textos aparece ese apoyo, y en qué otros escritos suyos denostó –como dice al autor- a Darwin. Y sobre todo creo que estaría bien añadir lo que el autor opina de la postura de Engels en relación con el darwinismo y del materialismo dialéctico y de la selección natural que él compara metafóricamente con un enredo de barbas. ¿Es el materialismo dialéctico un enredo? ¿Por qué? ¿Es la selección natural un enredo? ¿Por qué? Vuelvo a la cuestión con la que empecé: ¿Escribimos para aportar algo o sólo para darnos el gustazo?

  2. Estimada Raquel,

    Espero poder dar respuesta a algunas de sus preguntas en las siguientes dos entradas del blog. Por favor, concédame ese breve plazo. Entretanto decirle que también, además de aportar algo, sin dejar por ello de ser responsables, podemos también darnos el gustazo al escribir. ¿Por qué no?,……

    Respecto a la visión alternativa al darwinismo que yo defiendo es muy sencillo y puedo responderle ya: El no-darwinismo. Pedir otra respuesta es lo que vienen haciendo los darwinistas con sus resortes característicos. Vea, por ejemplo, en qué consiste su segundo resorte, que es algo muy parecido a lo que usted dice

    (http://nuevabiologia.blogspot.com/2008/01/resortes-darwinistas-

    segundo-resorte-si.html)

  3. El llamado “segundo resorte darwinista” es de una trivialidad impropia de un científico de su talla: “Si usted no cree en la teoría darwinista entonces a usted le toca proponer una mejor”, evidentemente. Porque cuando yo no estoy de acuerdo con una teoría científica, estoy en desacuerdo porque considero que las cosas son de otra forma. Cuando no tenemos una opinión formada sobre un asunto, no podemos estar de acuerdo ni en desacuerdo, sencillamente porque no lo conocemos, pero si estamos en rotundo desacuerdo es porque lo conocemos y creemos que es de otra manera. Eso no significa que les toque proponer una teoría mejor, sino que lo que les toca es un trabajo intelectual que quizá sea demasiado duro, pero que hay que hacerlo, y es criticar fundamentadamente los supuestos del darwinismo, punto por punto, decir qué es lo que se considera equivocado, y exponer el punto de vista que se cree más correcto. Eso es lo que hicieron Gould y Eldredge cuando criticaron el gradualismo darwinista y expusieron la teoría de los equilibrios puntuados (Eldredge, & Gould, 1972, Punctuated equilibria: an alternative to phyletic gradualism. In Models In Paleobiology), o lo que hicieron Gould y Lewontin cuando criticaron el adaptacionismo neo-darwinista en The spandrels of San Marco. O lo que hizo Gould cuando criticó en La vida maravillosa el modelo del cono de diversidad creciente o “árbol de navidad invertido” como iconografía de progreso. Estos intelectuales, de los que no se puede decir precisamente que sean ortodoxos o que teman salirse del rebaño, han criticado científica, fundamentada y detalladamente el darwinismo y el neodarwinismo y, por supuesto, han propuesto -como dice usted- una teoría mejor, la que ellos consideran más correcta. Porque decir que la alternativa al darwinismo es el no-darwinismo es no decir nada, sobre todo si pensamos que en el no-darwinismo caben cosas tan peligrosas como el creacionismo, el cual no creo que usted comparta (por favor, no me mande al primer resorte darwinista…).

  4. Gould criticó algún aspecto del darwinismo y sin embargo lo mantuvo como fundamental en la descripción de las teorías evolutivas que hizo en su libro "la Estructura de la Teoría Evolutiva". Su crítica del gradualismo es un aspecto importante de la crítica del darwinismo, pero no es el más importante. En este sentido si bien no puede ser considerado un darwinista a ultranza, ya que ejemplos haylos muy "notables", tampoco es el ejemplo de heterodoxo ni mucho menos.

    La principal crítica del darwinismo, que Gould evitó cuidadosamente hacer, es que la selección natural no explica nada y, por lo tanto, no puede considerarse una teoría científica. Supongo que algo así apuntarían someramente Gould y Lewontin al criticar, como usted dice, el adaptacionismo neo-darwinista; sólo que, a mi entender, las cosas pueden ser más sencillas y netas. La selección natural no explica nada y, por lo tanto, no puede ser considerada una teoría científica. Cuando en su libro "La Estructura de la Teoria Evolutiva", Gould compara a su teoría con un coral como con miedo de que se le rompa, no debería tener miedo, cualquier teoría científica sólo se rompe porque surge una mejor. Si se rompe, son siempre buenas noticias, si no,…..puede que la teoría aguante, pero puede también que no sea una teoría válida y que, como en este caso, se trate de una tautología.

    Reconocer que no hay una teoría válida en donde no la hay es fundamental y por eso la alternativa al darwinismo es el rechazo del darwinismo. Luego ya se verá.

    Los resortes darwinistas son comportamientos propios de los darwinistas. La trivialidad es sude ellos y no mía. Yo los he detectado en sus argumentaciones, no los utilizo para las mías.

  5. La entrada me ha divertido bastante, sin demérito del fondo científico. Entiendo que aquí se hace un poco de todo, como en botica: ciencia, sociología científica y un poco de literatura. El pensamiento libre no tiene por qué estar ceñido al protocolo de laboratorio.

  6. Un cordial saludo con un guiño de complicidad, Joaquín.

    La divulgación científica no debe significar ni una especialización a ultranza ni tampoco el respetuoso silencio por todo lo establecido en la Academia. Al contrario, debe partir de la necesidad de permitir puntos de vista novedosos, amplios y que pongan en cuestión los paradigmas.

  7. Reconozco que me cuesta captar el meollo y la contundencia del aserto de Emilio Cervantes sobre que “la selección natural no explica nada”. Hombre, yo también sospecho que no explica todo, incluso es posible que deje inexplicadas muchas cosas, pero es una primera aproximación que ha resultado hasta ahora bastante fecunda.

    Uno de los corolarios metodológicos y prácticos del mecanismo propuesto de la selección natural es “la pregunta adaptativa”. Desde Darwin tiene un sentido muy concreto: por ejemplo, ante una determinada estructura morfológica cabe plantearse para qué sirve, cuál es su función. Y ello es así porque la estructura en cuestión tiene un recorrido temporal y evolutivo, en continua interacción con el medio, que es precisamente el agente selectivo. De esta forma, encontrar la función de una estructura es hallar también el elemento selectivo que contribuyó a su origen.

    Un ejemplo: vientos huracanados insulares-moscas ápteras; cáliz de flores-aparato bucal de colibríes; etc, etc…, hasta colmar miles de libros y decenas de miles de artículos zoológicos.

  8. Ya, José María, de acuerdo. Entonces cada especie tendría su origen en unas cuantas de estas estructuras adaptativas que la selección natural le ha proporcionado y que serían completamente originales de esta nueva especie y diferentes de la especie anterior de la cual procede. Porque estaríamos hablando del origen de las especies, ¿no?. No lo termino de ver claro,…..En los ejemplos que acabas de poner sin ir más lejos, ¿cuáles eran las especies con alas antecesoras de las ápteras?, ¿Dónde están las especies de pájaros antecedentes de los colibríes y cuáles eran sus flores correspondientes de cáliz más reducido?.

    ¿Están esos miles de artículos zoológicos bien documentados a este respecto?. Es decir, ¿en todos ellos se describe la especie original, el proceso de cambio y la especie final?. ¿En algún caso se conservan ejemplares de ambas?. ¿Con que nivel de exactitud se mide el cambio de una a otra?. ¿En alguno de esos miles de ejemplos se ha reproducido experimentalmente?. Se me ocurren más preguntas pero quizás para acabar hoy sólo hacer énfasis en la última parte : ¿Se conocen muchos ejemplos experimentales de un cambio de especie?, porque,… después de cien años de premios Nobel en Bioquímica sería importante reconocer que la Biología parte de una base experimental.

    Por cierto, ¿tenemos ya una definición de especie que no sea la que Darwin incluyó en la primera edición para luego retirar? (y que no sea tampoco esa de conjunto de individuos que pueden reproducirse entre sí, que me parece poco realista si en realidad no van a reproducirse entre sí).

    Finalmente la "fecundidad" de la selección natural es cierta pero se refiere más a número de publicaciones, libros, citas, menciones varias y por no entrar en otros terrenos (economía, sociedad,….), científicamente y a la hora de dar una explicación para el origen de las especies, que era, no lo olvidemos de lo que se trataba, la selección natural se queda más bien pobre.

  9. Hola Emilio,

    Aunque somos compañeros del IRNASA, despacho con despacho, te escribo al blog unicamente para recordar al público en general que no deberiamos olvidarnos de uno de los mejores biólogos (en relación a sus ideas sobre biología evolucionista), al menos para mí (aunque yo he leído poco sobre estos temas lo confieso) que hemos tenido en España: Faustino Cordón. Para mí es una maravilla en concreto un libro, aparentemente de divulgación científica: Conversaciones de Faustino Cordón sobre Biología evolucionista (Os lo recomiendo a todos). En el reverso de este libro aparecen las referencias sobre los trabajos científicos que tratan de sus ideas (no son teorías ni dogmas, son solo ideas y, por cierto, bastante bien fundamentadas científicamente. Y no rechaza a priori el proceso de selección natural como uno de los mecanismos posibles que expliquen la evolución de unos seres vivos en otros (como ves no menciono a propósito la palabra especie; creo que en el mundo de las bacterias, incluso los propios microbiólogos no aceptan ya claramente la clasificación binomial de Linneo y utilizan, como bien sabes por ejemplo la taxonomía polifásica para clasificar las "especies" de bacterias. Y además está ya bastante bien demostrado a estas alturas la denominada "transferencia horizontal de genes" entre unas "especies" y otras de bacterias). Pero para un botánico o un zoólogo por ejemplo la clasificación binomial es (y ha sido) una "herramienta" bastante más que útil para poder organizar conceptualmente el aparente "caos" existente en la naturaleza y "ordenar" de una forma coherente las especies (ya sin comillas) y sus relaciones en cuanto a características fenotípicas y genotípicas. En definitiva este era (y se pasó toda su vida haciéndolo) en el fondo lo que intentó hacer Linneo. Me he olvidado de nuestro Faustino Cordón: El propone una idea bastante sugerente para mí que es: la alimentación como base de la biología evolucionista, textualmente así lo indica él (esto parece una redundancia, efectivamente, si hablamos de biología no es preciso calificarla de evolucionista. La alternativa sería: ¿biología creacionista?). Bueno no divaguemos. Lo dicho, os recomiendo que leáis a Faustino Cordón.

    En relación a Darwin, Emilio te voy a decir lo que pienso: Yo me he leído con profundidad y sosiego, y en su totalidad, hasta unas 5 veces El origen de las especies. Para mí es casi un "libro de cabecera" porque lo tengo como bien sabes en la estantería de mi despacho. A mí me puede convencer o no más o menos el mecanismo de la selección natural como "motor" de la evolución. (cada cual puede pensar lo que quiera), pero lo que no cabe duda es que el pobre Darwin se pasó toda su vida de juventud observando la Naturaleza y (esto solo lo tienen algunos genios) deducir primero "ideas intuitivas" (el ejemplo bien conocido de los pinzones de las Galápagos es elocuente). Después de irse formando en su cabeza una especie de "corpus intelectualis" (perdonar mi latín) se le "despertó el "bombillo" y elaboró, también de una forma para organizarse conceptualmente sus "ideas" una genial, para mí y monumental obra (recordemos en qué época, año, fue escrita): El origen de las especies. Por tanto, para mí, por el mero hecho de haber escrito esta monumental obra, Darwin es (y será) uno de los más grandes científicos (y aplico con total consciencia la palabra científico) que hemos tenido (en el campo de la Biología). Por supuesto que Lamarck fue también un genio en su época , como tú dices no se pueden descartar (ad absolutum) sus "ideas". Como ves siempre procuro evitar decir la palabra Teoría. Bueno, yo solo quería "hacer propaganda" de Faustino Cordón, pero uno se deja arrastrar po las ideas y ya sabéis lo que pasa.

    Un abrazo Emilio (y a todos)

  10. En relación con la afirmación “la selección natural no explica nada”, podríamos entar en una discusion sobre la naturaleza de la explicación, pero baste, a título de ejemplo, recordar que la selección natural es una "buena" explicación de la evolución de las poblaciones de Biston betularia typica y carbonaria.

    Industrial Melanism in North American Moths, D. F. Owen,

    The American Naturalist, Vol. 95, No. 883 (Jul. – Aug., 1961), pp. 227-233

    Melanism – Evolution in Action, M. E. N. Majerus, Oxford University Press, New York, 1998.

    Y "buena" significa que tiene capacidad predictiva, de donde deviene la posibilidad de realizar y validar mediante experimentos (como por ejemplo los de Kettlewell). Así pues, SI que "puede considerarse una teoría científica" en el sentido mas estrictamente popperiano de falsabilidad.

    Será mejor o peor teoría, pero lo es.

  11. Al comentario que ha hecho Emeterio sobre Faustino Cordón, me gustaría añadir (llegué a conocerlo personalmente en el Caum) que fue, además de un hombre comprometido con su momento histórico, una persona humilde, con ideas firmes pero flexible a la hora de aceptar otros puntos de vista, respetuoso frente a otras opiniones y siempre dispuesto a escuchar y a admitir aquellos elementos del discurso ajeno que le parecieran acertados, en definitiva, una persona de la que habría mucho que aprender.

    Por otro lado, no creo que haya muchos biólogos que hayan criticado tan profunda y exhaustivamente algunos de los elementos básicos del darwinismo y el neo-darwinismo como Stephen Gould. Fue especialmente crítico con su esencia, que el motor de la evolución es la adaptación: “No sabemos con seguridad que la diezmación de Burguess Shale fuera una lotería. Pero no tenemos pruebas de que los ganadores gozaran de superioridad adaptativa, o de que un pronosticador contemporáneo pudiera haber designado a los supervivientes. Todo lo que hemos aprendido de las monografías anatómicas más bellas y más detalladas de la paleontología del siglo XX retrata a los perdedores de Burguess Shale como adecuadamente especializados y eminentemente capaces. La idea de la diezmación como una lotería convierte la nueva iconografía de Burguess Shale en una concepción radical sobre las rutas de la vida y la naturaleza de la hsitoria” (La vida Maravillosa).

    En definitiva, frente al hecho evolutivo, hay algunos cuyas posturas consisten simplemente en negarlo (creacionistas), otros lo aceptan en los términos del darwinismo clásico y del neodarwinismo; otros, como Gould, critican la teoría clásica, se quedan con lo que les parece válido pero revuelven sus cimientos básicos enriqueciéndola y superándola, y por último hay otros que critican todo lo anterior pero no defienden ninguna postura en concreto, y esto me resulta muy sorprendente, porque no llego a entender qué problema puede haber en decir lo que se piensa.

  12. Hola Raquel,

    Su clasificación de los seres humanos en cuanto a su interpretación del hecho evolutivo es bien curiosa y me va a permitir que la analice. Usted hace cuatro grupos, que son básicamente:

    1. Creacionistas

    2. Darwinistas.

    3. Neodarwinistas

    4. Inadaptados

    A mi entender los grupos podrían reducirse a tres, que son:

    1. Creacionistas

    2. Darwinistas y neodarwinistas

    3. Evolucionistas críticos con el darwinismo.

    Me explico:

    Quienes, como Gould remueven los cimientos de la que usted incorrectamente llama teoría clásica (debería decir darwinismo) lo que hacen es acabar, uno por uno, con los distintos aspectos del darwinismo (ustedes los neo-darwinistas llaman teoría clásica al darwinismo, pero no lo es; y dicen eufemísticamente enriquecerla y superarla, pero superar, en este caso, no es sinónimo de enriquecer ni mucho menos). Por mucho que se empeñen, como Gould o como usted misma, en que el resultado de sus críticas es enriquecer y superar la que pomposamente llaman teoría clásica, el resultado real es que sus críticas demuestran la invalidez del darwinismo.

    Si en la evolución el cambio no es gradual. ¿Quiere por favor indicarme que queda en pie de la que usted llama teoría clásica (yo llamo darwinismo)?. ¿Acaso la importancia y poder explicativo de la selección natural?. ¿La función de la competición o el caracter esencial de la lucha por los recursos para la especiación?. Si lo que queda en pie es el hecho evolutivo, entonces no hay teoría evolutiva y tendrá que reconocer conmigo que lo que hay son teorías evolutivas y ninguna de ellas propuesta por Darwin.

  13. Emilio:

    Le aseguro que me he reído muchísimo con lo de "ustedes los neo-darwinistas". Pensé que se podía dialogar con usted a otro nivel, pero veo que es perder el tiempo.

  14. Usted se ha reído pero no ha contestado a mis preguntas. Se las repito:

    ¿Quiere por favor indicarme que queda en pie de la que usted llama teoría clásica (yo llamo darwinismo)?. ¿Acaso la importancia y poder explicativo de la selección natural?. ¿La función de la competición o el caracter esencial de la lucha por los recursos para la especiación?

  15. Hola Domin,

    Muchas gracias por tu aportación, muy oportuna en este blog y en esta entrada.

    El artículo que indicas en el comentario, titulado "La crisis latente del darwinismo" está escrito por Mauricio Abdalla, profesor de Filosofía de la Ciencia en la Universidad do Espiritu Santo, en Brasil.

    Conozco personalmente a Mauricio desde que ambos participamos en el Curso titulado "Biología para principiantes" que Máximo Sandín organizó dentro del Programa de Doctorado "Humanidades Contemporáneas" de la Universidad Autónoma de Madrid en diciembre de 1986.

    Su artículo parte de un planteamiento clásico en Filosofía de la Ciencia que podría resumirse así:

    ¿Cómo es posible que 150 años después del Origen de las Especies, en plena época post-genómica y después de los espectaculares avances de la biología molecular, el planteamiento teórico de fondo de la biología esté dominado por el paradigma darwinista?. ¿Cómo es posible que tantos de los nuevos descubrimientos: transposones, retro-transposones, miro-RNA,….se vengan a explicar y a discutir con planteamientos teóricos tan pobres como si han sido seleccionados o no, si suponen ventajas en la adaptación o no? y, ……esto ya es un poco más mi visión personal: ¿Cómo han tenido tan larga y fructífera vida en el panorama científico proyectos tan descabellados como el gen egoista de Dawkins o determinados aspectos de la sociobiología que, si en lugar de haber sido planteados por profesores del entorno académico británico y de renombre universal, lo hubiesen sido por estudiantes, habrían sido motivo de burla?. ¿Qué nos está indicando todo esto?.

    Pues bien, todo esto nos indica que la ciencia, por muy avanzada que sea, no es independiente de la sociedad en la que se hace. El profesor Abdalla comienza su artículo repasando los escritos de Kuhn y cómo ocurren en la ciencia los "cambios de paradigma" y cita como ejemplo al mecanicismo de Newton en física. La física moderna viene a dejar al mecanicismo anticuado. En biología puede ocurrir algo parecido y el intento de analizar la vida en términos reduccionistas puede ser insuficiente. No se hace aquí una crítica de los escritos de Darwin, sino más bien del paradigma neo-darwinista que incluye también los avances en genética y bioquímica a lo largo del siglo XX. El análisis más detallado del darwinismo viene a continuación y, cuando se pone al lado con los avances de la bioquímica y la biología celular, resulta que hay algo que no cuadra. Por eso en la página 10 del artículo se lee:

    "Con el mundo ya descubierto que existe dentro de las células las explicaciones darwinistas simplistas pierden su capacidad esclarecedora. Por eso, la aplicación de la ortodoxia darwinista

    al origen de la vida y a su complejidad a nivel molecular resulta en narrativas que sirven tanto para organismos vivos como para máquinas construidas por seres humanos (automóviles,

    computadoras, aviones, etc.). La ciencia no puede contentarse con eso."

    Y a continuación:

    "Es a partir de esas cuestiones que se sitúa la pregunta sobre la crisis del darwinismo. A mi manera de ver es una cuestión muy actual. A pesar de lo incómodo que pueda ser para

    numerosos científicos y no obstante la defensa radical (no siempre racional, como veremos) que se hace de la plenipotencia del darwinismo, se trata aún de una cuestión abierta, sin decisión

    visible en las próximas décadas, pero que merece ser debatida."

    Continua el artículo con distintos planteamientos críticos con el darwinismo como son los de Behe, Margulis y Sandín.

    No es casualidad que esta crítica severa y rigurosa del darwinismo, anterior y paralela a la propuesta desde este blog, surja de una institución académica periférica (situada en Brasil y alejada del entorno geográfico británico), porque, como digo la ciencia no es independiente de la sociedad en la que se hace y tiende a mantener y otorgar una especie de "respeto especial" a sus figuras; pero como se indica en el artículo, los paradigmas cambian, y los cambios vienen impulsados por personas que, lógicamente, no suelen estar inmersos en el paradigma.

    Personalmente recomiendo la lectura del artículo completo y, puestos a recomendar, también recomiendo vivamente la lectura de los textos del biólogo Máximo Sandín, que se pueden encontrar en su página web (http://www.uam.es/personal_pdi/ciencias/msandin/), o ya en una versión editada y más manejable en el libro "Pensando la Evolución, Pensando la Vida" del cual escribí una reseña titulada "Remedios para la frustración" que puede encontrarse aquí:

    http://es.geocities.com/emiliocervantes01/Reme.doc

    En alguna entrada del blog Biología Humanista he hablado más de Máximo Sandín y de Mauricio Abdalla; así como de las dificultades encontradas para divulgar adecuadamente su obra en Wikipedia (http://nuevabiologia.blogspot.com/search/label/M%C3%A1ximo%20Sand%C3%ADn).

  16. Básicamente, la teoría Darwinista, en mi opinión, se cae por su propio peso. Primero, porque hay que creerla o no creerla (Religión?) según los propios darwinistas, una teoría científica no es creíble o no, o es correcta, o no es correcta.

    Segundo porque se se basa en el azar, el cual no existe, puesto que todo responde a multiples factores finitos (puesto que el universo es finito), aunque ya Darwin se dió cuenta en su libro que simplemente no sabía qué motivos y por eso lo llamaba Azar.

    Tercero, Selección Natural implica direccionalidad, puesto que la Selección Natural se basa en la competencia entre los individuo de las distintas "especies?" por los recursos en el medio. La competencia es un término humano inaplicable a la naturaleza. Si la naturaleza selecciona a los más competitivos (como las grandes corporaciones… que curioso), estaría detrás la mano de Dios o similar (Religión?). Por lo que entramos en múltiples incoherencias.

    Y luego podemos empezar a hablar de redes complejas, de transferencia horizontal de genes, de saltos evolutivos, del equilibrio natural etc… para terminar de desmontarla.

    Qué bien queda, sin embargo, en los documentales y los mass media hablar de la lucha por la existencia y de la ley de la selva…

  17. Estimado Javier,

    Muchas gracias por tu comentario. Estoy plenamente de acuerdo en lo que dices y agradezco el apoyo. Espero que haya ocasión de poder seguir hablando. En cuanto al comentarista anterior, encantado también de tenerlo por aquí pero me gustaría oir sus argumentos si es que los tuviese.

  18. […] Ya habíamos descrito cómo los retratos de algunos autores del siglo XIX ponen de manifiesto su par…. En el caso curioso que investigamos hoy, no es el retrato en sí sino su pie de foto el que viene a revelar esta vocación mística. Dice. […]

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