Los profetas y sus largas barbas
En algunas de las imágenes que nos han llegado tanto de Marx como de Engels y de Darwin los tres presentan un aspecto parecido, en el que predomina una gran barba patriarcal que para algún comentarista insolente ha servido ya como recuerdo de aquellas barbas blancas que los profetas e incluso la divinidad misma ostentaban en algunas de sus imágenes más clásicas. Y es que, seguramente para cumplir su función de mitos en
Este blog se adelantará a los eventos conmemorativos del segundo centenario del nacimiento de Darwin analizando en una serie de entradas algunos detalles de su curiosa relación con el filósofo materialista Friedrich Engels, soporte de Karl Marx y teórico del materialismo dialéctico y del marxismo.
Para resumir aquí en breve en qué consiste dicha relación indicaré simplemente que, Engels, en sus escritos dirigidos al gran público en los que expone su planteamiento materialista, se sirve de los escritos de Darwin utilizándolo cuando y como le conviene; sin embargo, después de haber hecho esto, en algunos escritos de difusión más reducida, como por ejemplo en alguna de sus cartas, el mismo autor confiesa no tomar en serio la obra de Darwin. Engels, que no era tonto, utilizó a Darwin de manera ejemplar en un materialista. Tomando de él lo que le convino para terminar denostándolo cuándo ya está satisfecho con lo que se ha servido.
Todos tenemos mucho que aprender de los mitos. Si lo que podríamos aprender de los antiguos es un infinito cada vez más insondable al que hemos decidido dar la espalda; por el contrario, el aprendizaje a partir de estos mitos modernos es sencillo, neto e inmediato. El trato que dio Engels a Darwin consiste en servirse de sus escritos a su antojo para terminar tirándolos al cubo de la basura cuando ya habían dado de sí todo lo que podían. La relación entre ambos personajes resulta así en un puro enredarse de sus barbas, la manifestación más ejemplar y directa que podríamos esperar de sus teorías: La selección natural y el materialismo dialéctico. Tanto creyeron en ellas, que a ellas se entregaron y de ellas fueron ejemplo. Todo en estado puro. Puro materialismo. Pura selección natural; es decir, Sir Charles tomando de su propia medicina. Pero,… mejor será que lo veamos…
La composición representa imágenes de distintos profetas antiguos: Isaias (I), Jeremías (J), Ezequiel (Ez), y modernos: Marx (M), Engels (E), Darwin (D).