La metamorfosis de las plantas, una idea que maduró en el viaje a Italia de Goethe. I Padua

El viaje de Goethe a Italia y Sicilia durante 1786 y 1787,  sirvió para cristalizar una serie de pensamientos sobre el origen y la forma de las plantas que quedaron plasmados en su libro “La metamorfosis de las plantas” (Versuch die Metamorphose der Pflanzen zu erklären, 1790).

En el Jardín Botánico de Padua todavía se puede contemplar la palma (Chamaerops humilis var. arborescens) plantada en 1585 que, hoy en honor de  aquel visitante se denomina la palma de Goethe. Tras su visita el 27 de Septiembre de 1786, escribe:

El jardín botánico es más bonito y alegre. Incluso en invierno muchas de las plantas están al aire libre, arrimadas a las paredes o a poca distancia de estas. A finales de Octubre todo el recinto se cubre y durante el corto invierno se calienta. Pasear entre una vegetación desconocida causa placer y resulta instructivo, puesto que la contemplación de las plantas comunes así como de aquellos objetos que conocemos desde hace tiempo, acaba por no inspirarnos ninguna idea, ¿y qué es contemplar sin pensar?. Aquí, en presencia de esta diversidad que es tan nueva para mí, la idea de que todas las formas vegetales acaso deriven de un único tipo primitivo adquiere una fuerza cada vez mayor. Sólo de esta manera sería posible determinar con acierto las familias y las especies, algo que desde mi punto de vista se ha llevado a cabo hasta ahora de forma muy arbitraria.

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2 comentarios

  1. Y cuanto más atrás, al fondo, al origen me voy encuentro que no sólo las plantas, sino los seres vivos, la naturaleza y la materia toda tiene un único tipo primitivo originario, UN origen. Sólo puedo llamarlo Dios.

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