David ByN

¿Es posible que una persona sin los largos años de entrenamiento específico pueda contribuir a hacer ciencia de calidad, puntera? La respuesta es sí, y existen numerosos ejemplos. Parafraseando a Emiliano Zapata, “la ciencia para quien la trabaja”.

Leyendo esta mañana las noticias en la página de la BBC, me he encontrado con una curiosa iniciativa: ”Galaxy Zoo”. Se trata de clasificar la morfología de millones de galaxias, invitando a miles de personas a tomar parte en esta aventura. Las imágenes están colgadas en una página especialmente diseñada, y solo hay que asignar un tipo (espiral, elíptica, etc). El astrónomo profesional obtiene así un resultado que sería imposible si lo tuviera que hacer él solo; el público general participa en la gran aventura que es la ciencia, y tiene la posibilidad de que algún objeto interesante termine llamándose con su nombre. Es la ”Citizen Science”.

No es ésta la única iniciativa de este tipo. Desde hace ya muchos años, redes de astrónomos aficionados realizan una tarea ingente observando estrellas variables. O millones de personas han participado, y lo siguen haciendo, en el programa SETI, de búsqueda de señales de vida inteligente más allá del Sistema Solar. Excelentes ejemplos que acercan el mundo de la investigación al ciudadano, que es quien al final paga la factura.

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5 comentarios

  1. No me llama la atencion de esto pero quisiera que pongan noticias esplendidas de los astros por favor.

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