Los investigadores del programa Ramón y Cajal en el área de Astrofísica

David Barrado y Navascués

¿El programa Ramón y Cajal? La panacea, según prometía la administración en su momento. Un desastre, según otros. Un puente hacia lo desconocido, al decir de la mayoria.

Estamos a unos pocos meses del término de los primeros contratos del programa Ramón y Cajal, que ofrecía contratos por cinco años a científicos con currículum competitivo para que se asentasen el sistema español de Ciencia y Tecnología. Hasta ahora han pasado unos 2000 doctores por el programa. Los más afortunados ya han conseguido la ansiada estabilización; para una parte no despreciable, la espada de Damocles (paro o vuelta al extranjero) sigue presente. Unos pocos, desafortunadamente, ya han desistido.

Sin ánimo de ser exhaustivo (hacerse con datos completos no es tarea sencilla), quisiera comentar los resultados del programa dentro del área de Astronomía y Astrofísica, que es parte de Física y  Ciencias del Espacio. En primer lugar, debo agradecer el esfuerzo de mi compañero Alberto Fernández-Soto, quien ha compilado los datos.

En total, han pasado por el programa 67 investigadores (20 comenzaron en la primera convocatoria, en el 2001). De ellos, 19 ya están estabilizados, 9 han renunciado y 39 están en espera (a cinco se les terminará el contrato en los próximos meses, yo mismo me encuentro en este grupo).

De los estabilizados, cuatro han terminado en una OPI (la mitad de los puestos ofrecidos por esa OPI desde el año 2002), ocho en el CSIC (de diez plazas ofertadas) y el resto han ido a las universidades (todos salvo dos eran RyC).

De las 26 plazas ofertadas (incluyendo profesor contratado doctor) durante estos años,  17 han ido a parar a contratados RyC (hay dos habilitaciones incluidas en los 19 estabilizados). Por supuesto, estas 26 plazas o contratos indefinidos  no hubieran permitido estabilizarse a todos los  RyC de primer y segundo año (20+11). Eso sin contar que existen otros investigadores en otras situaciones, dentro y fuera de España,  con carreras más que aceptables que podrían perfectamente acceder a una plaza  permanente en la universidad o el CSIC.

Como conclusión, se está financiando un número creciente de becas y contratos de investigación en los niveles más bajos (predoctorales y posdoctorales de primeros años) más baratos, que tendrán serias dificultades para acceder a una estabilización en los próximos años. Faltan plazas y faltan contratos laborales indefinidos.

Nuevamente, no abogo por una solución global para todos los  RyC, una estabilización por decreto. Pero obviamente las herramientas actuales, entre ellas el programa I3, no son suficiente para que el personal investigador cualificado (RyC y otros) permanezca dentro del sistema de I+D con garantías, incluyendo niveles salariales adecuados y equiparación a todos los efectos con los investigadores de plantilla.

ENLACES:
Los investigadores del programa Ramón y Cajal en el área de Astrofísica
Réquiem por un investigador
Francia y España: diferentes tipos de carreras científicas
A golpes: los investigadores RyC, su estabilización y los jueces
Más sobre los investigadores del programa Ramón y Cajal 
«¡Que inventen ellos!». Sobre la investigación y los contratados del programa «Ramón y Cajal»

MEC, programa Ramón y Cajal
MEC, programa Juan de la Cierva
MEC, programa I3
MEC, recursos humanos
CSIC, personal I3P
CSIC, personal funcionario

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